Teoría de la Personalidad de Freud
Freud aporta al conocimiento de la mente humana el concepto de inconsciente, un conocimiento no racional y de difícil acceso para el cerebro humano que causa gran parte de la conducta humana. Freud considera la personalidad humana constituida por:
- El Ello: Los impulsos de placer o destructivos.
- El Superyó: El conjunto de normas morales interiorizadas en la infancia que reprimen al Ello.
- El Yo: El conjunto de conductas y actuaciones que intentan adaptarse al mundo en una lucha entre el Ello y el Superyó.
El Ello y el Superyó son inconscientes, mientras que el Yo es consciente.
Complejo de Castración
Freud distingue 6 fases en el desarrollo de la personalidad (oral, anal, fálica, latencia, genital y adultez). En la fase fálica, los niños desarrollan el Complejo de Edipo, enamorándose de sus madres. El complejo de castración es el sentimiento del niño que teme que su padre lo mutile por ser su rival, desarrollando así el Superyó.
Aceptación Crítica del Materialismo
El humano es un ser social que se desarrolla a través de la acción. El humano actúa sobre su entorno y lo transforma.
Crítica del Existencialismo al Determinismo
El existencialismo, un movimiento filosófico de mediados del siglo XX, con figuras como Sartre y Simone de Beauvoir, se basa en el principio de que la existencia precede a la esencia. Primero somos y luego existimos. Al nacer, existimos, pero no hemos tomado ninguna decisión. Tenemos la misma naturaleza que el resto de los humanos; la biología no nos diferencia. Es la esencia, la que nos hace humanos libres y únicos responsables de nosotros mismos.
La moral de la acción es un compromiso con el mundo.
Determinismo en la Teoría Psicoanalítica
Según Freud, la vida adulta del humano está determinada por acontecimientos de la infancia que marcan su desarrollo afectivo y sexual.
¿Qué es una Mujer?
Beauvoir cuestiona el uso contradictorio que vincula el hecho biológico de ser hembra del humano con considerar a unas más mujeres que otras. Esto se relaciona con la “feminidad”, una cualidad que se atribuye a las mujeres en mayor o menor medida, como si tuvieran que tender a un eterno femenino. El hecho de ser mujer no es suficiente para definir a las mujeres; precisan de la cualidad de la feminidad. Este estereotipo falso es consecuencia de la discriminación de las mujeres poco femeninas. El mito empieza a desmoronarse a principios del siglo XX.
Ser una mujer, desde el punto de vista tradicional, implica cualidades como la pasividad, la dependencia y la emotividad. Esto no es natural, sino el resultado de un proceso de aprendizaje que empieza en el primer momento de la historia del individuo. “¡No se nace mujer, se llega a serlo!”. Simone de Beauvoir, al hablar de la mujer, no habla de la hembra humana, sino de un ser social que ejerce roles sociales. Tradicionalmente, se ha asociado “ser mujer” con funciones vinculadas al cuidado de los demás (hijos, mayores), lo que justificaba atribuir características naturales a las mujeres y a los hombres sus supuestas características naturales: la mujer pasiva, el eterno femenino; el hombre fuerte, el eterno masculino.
Método Regresivo-Progresivo
Este método de investigación, con una perspectiva analítica regresiva (primer volumen de El Segundo Sexo), parte de la falta de simetría entre la feminidad y la masculinidad en la mayor parte de las sociedades. Lo masculino se considera humano y lo femenino se ve como una “carencia” de determinadas características respecto a lo masculino. Estas carencias se asocian a la sexualidad específica de las mujeres. El cuerpo de la mujer se ve lastrado, la humanidad es masculina y la mujer se define en relación al hombre.
Beauvoir se pregunta por qué la mujer se define con respecto al hombre y no al revés. Por qué el hombre es el sujeto y ella no. Ella no es esencial. Es la Alteridad, la Otra. Simone se pregunta por qué se ha dado la sumisión.
Con una perspectiva sintética y progresiva (segundo volumen de El Segundo Sexo), se analizan las causas de la creación de la asimetría y la sumisión, se describe y se buscan formas de modificarla superando distintas situaciones. Se explica la formación y socialización de las mujeres y se explica cómo liberarse.
Amo y Esclavo: Categoría Hegeliana del “Otro”
Hegel explicó la relación entre amos y esclavos. Beauvoir tomó esta explicación para aplicarla a la relación hombre-mujer. Existe una falta de simetría entre hombres y mujeres. No son categorías opuestas, sino desiguales. Las mujeres se encuentran en dependencia, mientras que los varones son sujetos.
- Primer momento de la dialéctica (Riesgo/Libertad): Los varones arriesgan su vida en acciones peligrosas. No temen perder la vida y deciden libremente sus acciones.
- Segundo momento de la dialéctica: Las mujeres no participan en esas acciones, por lo que los varones ganan prestigio ante los demás y ante las mujeres. Ellas no participan en acciones libres, ya que la mujer es el ser que da la vida. La mujer es la Otra para el varón; no es reconocida como igual.
- Tercer momento de la dialéctica: Los varones someten a las mujeres aprovechando el prestigio que disfrutan y brindan protección para mantenerlo.
Situación de “Vasallaje”
- Las mujeres no tienen medios para agruparse en una unidad y oponerse. Están dispersas entre los hombres y no se identifican con otras. No pueden decir “Nosotras” porque no hay elementos identificatorios que las unan y las separen de los varones.
- El vínculo entre hombres y mujeres no es comparable con otras relaciones. Los dos se necesitan mutuamente.
- La relación de vasallaje tiene ventajas no solo materiales, sino también existenciales. Las mujeres no perderían solo lo material, sino su existencia, ya que nunca han tomado decisiones sobre sí mismas.
Concepto de “Sujeto Situado”
El ser humano se encuentra en una situación determinada y no todas favorecen la libertad. La situación es el contexto complejo en donde debemos decidir los fines de la acción. Está compuesta de condicionamientos biológicos y sociales diversos: el propio cuerpo, el contexto histórico, económico, cultural, psicológico, etc.
La opresión que los hombres han ejercido sobre las mujeres a lo largo de la historia en la mayor parte de las sociedades ha ido creando para las mujeres una situación que impide, en mayor o menor medida, su autonomía. Cuando las mujeres pierden la autonomía de su vida, “caen en la inmanencia”. Supone cosificarse, hacerse objeto, degradarse. Dejan de poder elegir la dirección de su vida y se quedan sin futuro. Si ya no pueden cambiar, crecer como personas, no tienen capacidad de aportar a la Historia.
El ser humano es siempre un sujeto situado porque ha de decidir para ser, pero situado porque esa decisión se realiza en un contexto concreto.
Ambigüedad de la Condición Humana
Simone de Beauvoir afirma que las mujeres tienen una situación ambigua porque, como seres humanos, tienen libertad y autonomía para decidir, pero se les ha impuesto que vivan en dependencia respecto a los varones, como si fueran los únicos sujetos. La filósofa indica que la condición humana es ambigua en general para ambos, hombres y mujeres, porque son, por un lado, libertad y autonomía y, por otro lado, animalidad vinculada a la especie. Este segundo aspecto es el menos humano, más fisiológico, y sobre él se pueden tomar pocas decisiones.
Simone de Beauvoir propone que ambos, hombres y mujeres, debieran reconocer y aceptar la proyección del otro, procurando que mi libertad incluya la del otro.
El Cuerpo Humano como Cuerpo Vivido
Simone de Beauvoir rechaza que las mujeres hayan sido sometidas por sus características biológicas específicas vinculadas a la reproducción. Critica las teorías que han dado al hombre el papel activo de la reproducción. La biología no es determinante para el éxito del ser humano sin situarlas en un contexto histórico-social.
Para Simone de Beauvoir, el cuerpo no es una cosa, es una situación, es la forma en la que captamos el mundo. El cuerpo humano es un cuerpo vivido, porque le acompañan unos valores propios de cada individuo que, a su vez, está en un contexto concreto. Por tanto, no es la biología la que ha diferenciado a la mujer, sino el contexto cultural.
Los Varones Someten a las Mujeres
El macho humano, menos supeditado a la especie que la mujer, se dedica a transformar el mundo, crea instrumentos nuevos, forja el futuro. Era casi necesario que las mujeres se sometieran, en vez de realizar una colaboración entre hombres y mujeres, puesto que el hombre refuerza su esencia en la alienación de la mujer.
Evolución de la Condición de las Mujeres
Dos factores van a determinar la evolución de las mujeres: la participación de las mujeres en la producción y la liberación de las servidumbres de la reproducción. La segunda es imprescindible para conseguir la primera. Por eso, Simone de Beauvoir reivindica las prácticas anticonceptivas, incluido el aborto.
Propuesta Educativa
Simone de Beauvoir propone educar igual desde la infancia a hombres y mujeres (coeducación) con el mismo trato, los mismos juegos, los mismos estudios, los mismos modelos femeninos y masculinos no jerárquicos, sino igualitarios. Es necesaria una educación sexual coherente, sin tabúes, aceptando la homosexualidad como una situación, y un sistema educativo mixto e igualitario.
Diferencias Sociales en el Desarrollo del Erotismo
En la adolescencia, la sexualidad en los chicos se afirma públicamente, mientras que en las chicas se vive más clandestinamente. En los chicos se potencia la actuación y la iniciativa, y en las chicas la pasividad y la dependencia. Estos cambios físicos se viven de forma distinta desde la situación de chicos y chicas.
El erotismo en hombres y mujeres está lleno de prohibiciones y tabúes. De esta forma, las primeras relaciones sexuales de las mujeres tienen un carácter negativo unido al miedo al embarazo no deseado. La sexualidad femenina está condicionada por la situación.
Por otra parte, Simone de Beauvoir se situó como defensora de la homosexualidad, que se consideraba una perversión y una fatalidad. Decía que se trataba de una elección elegida en una situación determinada.