El Sexenio Democrático en España: Reinado de Amadeo I y la Primera República (1871-1874)


El Sexenio Democrático: Reinado de Amadeo I y la Primera República (1871-1874)

Reinado de Amadeo I (1871-1873)

La aprobación de la Constitución de 1869 abrió un nuevo periodo de regencia que fue ocupada por el general Serrano, mientras que el gobierno estuvo presidido por el general Prim. Mientras se buscaba un rey para España, fueron rechazados varios candidatos, siendo finalmente elegido Amadeo de Saboya. Su triunfo se debió a las gestiones realizadas por Prim y los progresistas, que veían en los Saboya una dinastía que había conseguido la unificación e independencia de Italia.

La gran desgracia que sufrió Amadeo I fue el asesinato de Prim, que cayó víctima de un atentado. Amadeo llegó a Madrid el 1 de enero de 1871, y desde el principio la nobleza le trató con cierta hostilidad, mientras que los carlistas siempre lo llamaron extranjero. Fue un periodo lleno de conflictos entre los que podemos destacar la búsqueda de los responsables de la muerte de Prim (se sospechaba de un anarquista), la inestabilidad del gobierno y la sucesión continua de ministerios y de elecciones generales. Otro hecho fue la división del partido progresista en dos: los partidarios de Sagasta y los de Ruiz Zorrilla, que crearían el partido radical. Por último, los gobiernos tuvieron que hacer frente a diversos levantamientos republicanos, a lo que se sumó una nueva guerra carlista y el inicio de la guerra de Cuba.

Todos estos problemas llevaron a la abdicación de Amadeo I, un monarca neutral en la elección de primeros ministros y respetuoso con la Constitución vigente. El rey abdicaría del trono español por él y para su descendencia, y el mismo día el Senado y el Congreso, reunidos en la Asamblea Nacional, proclamaron la República como forma de gobierno, aunque era ilegal debido a la inconstitucionalidad de la fusión de las dos cámaras.

La Primera República (1873-1874)

Además, los republicanos estaban muy divididos, lo que supuso un problema añadido y marcaría el propio desarrollo de la República. En España, los republicanos auténticos eran minoría, pero su ideología había calado hondo en las masas populares, que desde el principio estuvieron convencidas de que los gobiernos republicanos iban a suprimir el servicio militar y los impuestos, y a convertir a la gran masa de jornaleros en propietarios de tierras y a los obreros en dueños de talleres. Pero en ningún momento hubo estabilidad política suficiente como para llevar a cabo reformas profundas en las estructuras económicas y sociales, sino que todo el periodo estuvo salpicado de conflictos sociales y enfrentamientos políticos.

Etapas de la Primera República

Tenemos que establecer varias etapas políticas dentro de la Primera República:

  • Presidencia de Estanislao Figueras: Figueras fue nombrado presidente de la República. Se trataba de un republicano moderado que tuvo que hacer frente a los levantamientos del republicanismo federal. El principal cometido de Figueras fue convocar Cortes constituyentes para promulgar una nueva constitución. Los problemas más graves radicaban en la crisis de la Hacienda, la guerra carlista y el problema de Cuba. En sus pocos meses de gobierno pudo poner en marcha ciertas medidas democráticas, tales como la promulgación de una amplia amnistía o la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y de las quintas. Pero la República carecía de apoyos sociales, de manera que el resultado de las primeras elecciones dio el triunfo a los republicanos federales.
  • Presidencia de Francisco Pi i Margall: Los republicanos federales nombraron a Pi i Margall como presidente. Este controló los excesos de los federalistas y dio rienda suelta a la proclamación de estados independientes o cantones. Es en esta etapa en la que las discrepancias entre los republicanos se agudizan y se pone en marcha el movimiento cantonalista, en el que confluyen tres revoluciones distintas: la regionalista, la social y la política. A las luchas cantonales se unió el recrudecimiento de la guerra carlista en el norte, que ahora tenía como pretendiente al trono a Don Carlos María de Borbón y Austria-Este. Pi i Margall, al no poder alcanzar la aprobación del proyecto de constitución y viéndose desbordado por la revolución de los cantones, dimitió.
  • Presidencia de Nicolás Salmerón: Le sucede Nicolás Salmerón y Alonso, que estuvo un escaso mes y medio en el poder, pero que llevó adelante una reforma del Código Civil y tuvo que enfrentarse a la represión de los últimos cantones sublevados y al agravamiento del independentismo cubano. Salmerón incrementó la represión contra la AIT, pero después su moral no le permitió firmar sentencias de muerte de los insurrectos y dimitió.
  • Presidencia de Emilio Castelar: A este le sucede como presidente Emilio Castelar, cuyo programa se centró en restablecer el orden, empezando por la dura represión del cantón de Cartagena y continuando con el enfrentamiento con el carlismo y el independentismo cubano. Castelar se apoyó en el ejército y en la pena de muerte. Fue acusado desde su propio partido de dictatorial y en enero perdería en una sesión de Cortes la moción de confianza presentada contra él.

Fin de la Primera República

Cuando parecía inminente la formación de un gobierno de republicanos federales transigentes, el general Pavía invadió el Congreso y disolvió por la fuerza la Asamblea, dando paso a un gobierno provisional comandado por el general Serrano que mantuvo la disolución de las Cortes y suspendió la vigencia de la Constitución de 1869, intentando estabilizar el precario régimen republicano.

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