El Surrealismo y la Generación del 27: Influencias y Evolución Poética


ETAPAS DE LA GENERACIÓN DEL 27 / SURREALISMO. Vemos que los poetas del 27 tienen como rasgos comunes el antirrealismo, el inconformismo, la predilección por el uso de la metáfora y los contactos con el surrealismo. En esta primera etapa, que llega hasta 1929, cultivan la poesía pura, predomina la perfección de la técnica, la depuración de la expresión y el desdén por lo “demasiado humano” (los sentimientos, las anécdotas, las descripciones)… Otro denominador común es considerar el poema como una obra artística autónoma y autosuficiente. En la obra de muchos de estos poetas vemos una recreación admirable de los elementos de la poesía popular.

El Surrealismo como Antecedente

Los surrealistas señalan como antecedentes de su empresa a una serie de artistas y de pensadores: Heráclito o el Marqués de Sade. En el primer manifiesto surrealista, Bretón se propone definir el término como un automatismo psíquico y puro; y subraya que en la creación no tiene que intervenir la razón y el objeto de creación ha de ser ajeno a toda preocupación social y moral. En el surrealismo cobran gran importancia los sueños, que tienen grandes conexiones con el psicoanálisis de Freud.

Lo importante para los surrealistas era escribir sin un tema preconcebido y hacerlo lo más rápido posible para no caer en la tentación de leer lo que han escrito. Supieron aprovechar todas las armas que encontraron a su alcance: el humor corrosivo, temas como la pasión erótica, los procesos oníricos o la crueldad en estado puro. Todo esto los llevaba a luchar contra los formalismos y convencionalismos de la sociedad burguesa, y contra la hipocresía del orden moral establecido.

En el ámbito de los escritores surrealistas hubo una bipartición: algunos creían que no debían traspasar las barreras de la creación; otros creían lo contrario. Defendían la aparición del hombre nuevo. En esta nueva perspectiva se publica una revista entre 1930-1933 llamada “El surrealismo al servicio de la revolución”. Por estas fechas comienza la decadencia del surrealismo.

Influencia del Surrealismo en la Generación del 27

Tenemos abundantes pruebas del interés que el movimiento surrealista despertó en los poetas del 27. En 1924-1925 llegaron a París Juan Larrea y José María Hinojosa, que tendrán una gran importancia en la difusión del surrealismo en España. Aparecerán también escritos de Huidobro, Neruda o Gerardo Diego.

Otro aspecto en el que hay unanimidad es en reconocer la trascendencia que tuvieron para el surrealismo francés Dalí y Buñuel. Alexandre confesará en el fondo de su poesía “Superrealista” que no ha sido estrictamente un poeta surrealista, ya que nunca creyó del todo en este movimiento.

No debemos olvidar que hay poetas como Salinas, Guillén y Diego que se mantuvieron fieles a su estilo poético. Para estos el surrealismo supuso muy poco, pero lo que nos interesa decir es que para algunos críticos señalan que las corrientes de los poetas del 27 eran irracionalistas que predominaban en Europa desde la época de Baudelaire.

Evolución de la Poesía Española: Hacia la Rehumanización

Las técnicas del surrealismo ofrecían la posibilidad de expresar el malestar y las pasiones íntimas, así como el rechazo de las normas sociales y morales. Lo que es evidente es que hubo un cambio en la trayectoria poética española a partir de 1929 con obras como Pasión de la tierra, Espadas como labios, Placeres prohibidos, Poeta en Nueva York o Sobre los ángeles.

Se inicia un proceso de rehumanización que se irá intensificando a lo largo de los años 30. Las que eran imágenes vacías del creacionismo se empiezan a llenar de nuevo contenido y vuelven a aflorar los conflictos morales y sociales. Además llega la República, pero no todos tuvieron el mismo grado de compromiso social. Por ejemplo Jorge Guillén seguirá la línea purista. En cambio en otros se produce una progresiva actitud crítica frente a la realidad española con autores como Rafael Alberti.

Otro acontecimiento clave es la llegada a España de Pablo Neruda en 1935 y su revista “Caballo verde para la poesía”. En esta atacaba cualquier ideal esteticista y abogaba por que el artista se comprometiese con el mundo en que vivía. Vuelve a ser tema de poesía lo demasiado humano.

La Guerra Civil y el Exilio

En julio de 1936 estalla la Guerra Civil y, en esta ocasión, todos los miembros de la Generación del 27 salen al exilio. Todos los escritores que publican en las revistas de la época, lo hacen en un tono más sencillo. Tenemos poesía de circunstancia cargada de tragedia. Al aliento lírico se sucede un aliento épico, por lo que elegirán como un cauce expresivo el romance. En 1937 aparece el Romancero General de la Guerra de España. La posibilidad de vivir en países hispanoamericanos les dio a estos poetas exiliados la posibilidad de expresarse en su propia lengua y de dedicarse a la enseñanza de esta. Después de un período de desorientación reanudaron su labor poética, con nuevas creaciones en las que se intensifica el proceso de rehumanización que ya se había desarrollado a lo largo de los años 30. Otro aspecto en común durante el exilio es el constante sentimiento de nostalgia, por lo que la producción literaria de esta época estará cargada de resignación y aceptación.

Estos poetas exiliados se vieron privados del público al que se dirigían en España. De hecho sus obras fueron silenciadas o prohibidas. Esto último fue paliado gracias a Dámaso Alonso y Vicente Alexandre que quedaron en España constituyendo un puente con los poetas desterrados.

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