TEMA 10
1. Panorama general del teatro: de los 70 a la actualidad
En este periodo se recupera a los clásicos (Valle o Lorca) y a los modernos reconocidos, en los que hacemos un inciso para hablar de Fernando Fernán Gómez con su obra más conocida “Las bicicletas son para el verano” del 78 y habla sobre la Guerra Civil española, en la que una familia vive la guerra con la criada y los vecinos del edificio y el hijo quiere una bicicleta pero la situación hace que el padre tenga que postergar la compra indefinidamente porque como dice el final de la obra “no ha llegado la paz, ha llegado la victoria” matiz esencial para el bando perdedor. También destacamos a los herederos del teatro de lo absurdo como son Nieva con “Te quiero zorra” (88) y Arrabal con “el cementerio de los automóviles” (77).
La escena de los 80 la construyen 3 grupos: los anteriores como son Alfonso Sastre y Buero Vallejo y en la comedia burguesa Ana Diosdado; los que se revelaron en la transición como Nieva, Sanchís Sinisterra (ganador del premio Max) y Alonso de Santos (autor del tema explicado al final de este); y los aparecidos en la democracia como Ernesto Caballero con “Squash”, Paloma Pedrero y Juan Mayorga con “El chico de la última fila”.
Los nuevos autores y tendencias de los 80 en el teatro
Fue una época de crisis por los inicios del cine y esta crisis de escena y la subvención pública insistieron en montajes de obras clásicas. La mayor novedad de los escenarios teatrales fue un teatro neo-costumbrista y crítico, que a veces llegó al cine y son autores como Alonso de Santos, José Sanchís Sinisterra o Fermín Cabal. Sinisterra es hombre de éxito con ¡Ay, Carmela! Y crea el “teatro fronterizo”, que explora la escenificación de otros géneros. En 2018 ha ganado el premio Max. En los 80 hay narradores como Mendoza, Montalbán o Delibes (“cinco horas con Mario” que se sigue representando).Los autores más recientes
NO hay cambio generacional, así en los 90 se afianzó el drama realista de Paloma Pedrero, la farsa de Ernesto Caballero, la provocación de Angélica Liddel y la dramaturgia comprometida de Juan Moyorga. Paloma Pedrero destaca con su obra “La llamada de Lauren”; Ernesto Caballero con “Squash”; Juan Mayorga uno de los dramaturgos españoles de la llamada generación Bradomín: su dramaturgia comprometida y metódica le ha permitido ser traducido y representado, su obra destacada es “El chico de la última fila” y Angélica Liddel destaca por su teatro de provocación con un lenguaje liberado, el cual le ha llevado a ganar un premio nacional de teatro. También se pude hacer una reséña a la figura de Rodrigo García.La experimentación de las compañías independientes
Estas compañías se crean en los años 60 y se desarrollan, en los 70 creó un matiz político que creó ambientes simbólicos y en los 80 hay una ruptura auténtica con creación de formas escénicas concretas, potenciados con elementos como la música y el decorado urbano que lo copian de los teatros de calle. Algunos grupos de compañías representativos son Els Joglars y Els Comediants y estos buscan nuevas formas de expresión. El último mencionado nace en 1972 y se basa en la dramatización de la vida real y triunfa por la participación del público y la sorpresa entre otras cosas. Este grupo sigue haciendo teatro de crítica. En cambio el primero “Els Joglars” Albert Boadella los guía por la pantimima, el gag visual y la maquinaria moderna y obras como “Ubú presidente” (habla sobre Jordi Puyol) o “La cena” son obras de este grupo.Hoy en día el teatro es respaldado por el Estado, tiene un buen público y constante, cada vez son mejores los dramaturgos y surgen buenas compañías teatrales, por lo que decimos que hoy en día funciona maravillosamente.
*2. José Luis Alonso de Santos (Valladolid 1942)
Dramaturgo, director escénico y guionista. Se licenció en Ciencias de la Información y Filosofía y Letras en Madrid, y cursó estudios teatrales en el Teatro Estudio de Madrid (TEM). Su carrera inicia en 1964 con grupos de teatro independiente y también fundó otros grupos llamados “Tábano” y “Teatro Libre”. Ha sido director de la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) y director de la CNTC. Desde el 2014 es el presidente de la Academia española de las Artes Escénicas.No tiene trayectoria pero ha escrito cerca de 50 obras con gran éxito de crítica en las que destacan “La estanquera de Vallecas” (1982) o “Bajarse al moro” (1985), llevadas al cine o “Yonquis y yanquis” (1997). Ha realizado versiones de clásicos. Por otra parte ha publicado libros de divulgación académica de teoría teatral como: “La escritura dramática” y “Manual de teoría y práctica teatral”.Ha revitalizado el género costumbrista, con un enfoque satírico de los problemas sociales, como la violencia urbana “La estanquera de Vallecas” 1981 o de la droga con “Bajarse al moro” 1985. Estas obras reflejan como se sobrevive en los peores barrios de Madrid y un ejemplo puede ser la última obra dicha, en la que se usa un lenguaje de jerga directamente en el titulo y la obra enmarca a unos personajes de un barrio popular de Madrid, en el que 2 primos se dedican al trapicheo de drogas y Chusa es la pareja de un policía; después de la intervención de un cuarto la acción se precipita y el desenlace no puede ser otro que la cárcel, un embarazo no deseado y el abandono de los personajes que empezarán a seguir las reglas de la sociedad. Son estereotipos urbanos que transmiten la realidad del país que va transformándose a costa de valores y principios.SIGNIFICACIÓNà Su teatro recoge, con compasión y humor la vida cotidiana de las clases menos favorecidas de la sociedad y en definitiva es una radiografía de la España de los años 70 y 80.