El Teatro de Valle-Inclán: Vanguardia y Esperpento


Valle-Inclán y el teatro en libertad

En su trayectoria dramática se observa una constante voluntad de renovación formal y temática y una pretensión de romper con el teatro de su época. Valle evolucionó hacia su creación máxima, el esperpento.

Inicios dramáticos: dramas decadentistas

Con estas obras, Valle aplicó el modernismo al drama. Valle se alejó del teatro simbolista con la incorporación de personajes con lenguaje y actitudes realistas. En sus primeras obras, El marqués de Bradomín y El yermo de las almas, Valle dramatiza el tema decimonónico del adulterio.

El marqués de Bradomín

Destacan el empleo de procedimientos ridiculizadores y la técnica de los múltiples lugares de la acción.

El yermo de las almas

Se exaltan la hipersensibilidad y el triunfo de los sentimientos, a la vez que se critica la religión y el orden de la sociedad burguesa.

Dramas de ambiente galaico

El crítico Ruiz Ramón agrupa Comedias bárbaras, El embrujado y Divinas palabras bajo la denominación de ciclo mítico. Todas están relacionadas por sus temas, personajes, atmósferas y significado, y se localizan en una Galicia mítica, intemporal.
En ellas se representa una sociedad arcaica. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia, la crueldad, el despotismo, el pecado, el sacrilegio, la superstición y la magia.

Comedias bárbaras

Esta trilogía – Aguila de blasón, Romance de lobos y Cara de Plata – dramatiza la tragedia de los Montenegro. Sus personajes encarnan impulsos elementales del ser humano y actúan movidos por oscuras razones.

Divinas palabras

En este drama confluyen el mundo distorsionado de los esperpentos y la estilización decadentista.

Las farsas

Valle-Inclán es autor de cuatro farsas: La marquesa Rosalinda, Farsa infantil de la cabeza del dragón, Farsa italiana de la enamorada del rey, y Farsa y licencia de la Reina castiza, todas en verso salvo la segunda. En estas obras Valle introduce personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro, buscando la ruptura del efecto de realidad escénica.

La marquesa Rosalinda

Considerada la obra más modernista de Valle, constituye una crítica abierta de España.

La cabeza del dragón

Presenta un ambiente de cuento de hadas. En ella, Valle parodia la literatura modernista de carácter evasivo.

La enamorada del rey

En esta pieza se contraponen lo sentimental y lo grotesco.

La Reina castiza

Esta obra posee implicaciones históricas y políticas. Constituye una sátira demoledora del reinado de Isabel II y se centra en la vida cotidiana de palacio.

El esperpento

La producción dramática de Valle culminó en el esperpento. Él mismo denominó así a cuatro de sus obras: Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán, estas tres últimas publicadas juntas bajo el título Martes de Carnaval. El esperpento deforma determinados aspectos del personaje y de las situaciones, produciendo una visión caricaturizada, alternativamente cómica y macabra.

Técnicas del esperpento

La degradación del esperpento afecta a ambientes y personajes:

  • Ambientes. Los escenarios dominantes son tabernas, calles inseguras del Madrid nocturno.
  • Personajes. Borrachos, prostitutas, pícaros, presentados como marionetas sin voluntad, animalizados y cosificados.

Luces de bohemia

En este drama se cuenta el dantesco viaje de Max Estrella, guiado por Latino de Hispalis por diversos lugares madrileños, hasta su muerte enfrente de su propia casa. La acción se estructura en quince escenas, que abarcan desde el atardecer a la noche del día siguiente, y se desarrollan en lugares múltiples.
Max Estrella, convertido en un simple cesante por la fatalidad y el destino, solo le quedan la impotencia, la rabia y la vergüenza. Los personajes parecen marionetas en su pretensión de trágicos. Valle-Inclán emplea citas ajenas como recurso paródico. De la crítica de Luces de bohemia no se libra nadie, desde la monarquía hasta el último plebeyo, pasando por la estéril bohemia. La obra constituye una feroz sátira política y social de la España del momento. Los sucesos históricos se proyectan de manera grotesca.

Martes de Carnaval

El Ejército español es el centro de la crítica de esta trilogía:

  • Los cuernos de don Friolera. Parodia el teatro que había tenido con el tema del honor calderoniano. La obra presenta personajes afanatichados y animalizados.
  • Las galas del difunto. Tiene como protagonista a un militar rebelde contra el mundo.
  • La hija del capitán. Aunque la sátira de esta obra se centre en el Ejército español, el verdadero blanco es Madrid y, por extensión, toda la vida nacional.

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