El Teatro Español Anterior a 1936
A principios del siglo XX existen unos condicionamientos comerciales y sociales en el teatro español: el público, sobre todo burgués, impone sus gustos poco exigentes. El teatro se convierte en lugar de reunión. Los empresarios sólo contratan en sus locales obras de éxito asegurado: interesa más el negocio que la cultura o el arte. Las compañías giran en torno a una figura: el director. Por ello, existen limitaciones para el desarrollo de un teatro innovador, semejante al que se da en Europa en ese momento (Ibsen, Strindberg, Pirandello, Beckett…): de tipo ideológico, por el conservadurismo de la sociedad burguesa española, y de tipo estético, por la resistencia a las innovaciones, que sí se dan, sin embargo, en otros géneros (poesía, novela).
Tendencias Dramáticas
- Teatro que triunfa: sigue las líneas del siglo XIX (“alta comedia”, drama romántico, género chico):
- Comedia burguesa de Benavente.
- Teatro poético, en verso, neorromántico, modernista, de orientación tradicional: Villaespesa, Marquina, los hermanos Machado.
- Teatro cómico: los hermanos Álvarez Quintero, Arniches, Muñoz Seca.
- Teatro más innovador, minoritario, de menor éxito:
- La Generación del 98 y el Novecentismo: Unamuno, Azorín, Jacinto Grau, Valle-Inclán.
- La Generación del 27: Salinas, Alberti, Lorca, Miguel Hernández.
- Alejandro Casona, Max Aub.
- Jardiel Poncela, Miguel Mihura inician su obra (teatro posterior a 1936).
El Teatro que Triunfa
Es un teatro comercial y de éxito.
Jacinto Benavente
Continuador de la alta comedia (Tamayo y Baus, Echegaray) del siglo XIX. Maestro indiscutido de la escuela madrileña, sobre todo hasta 1922. Miembro de la Real Academia desde 1912, Premio Nobel en 1922. Después de la Guerra Civil, rechazado por las nuevas generaciones. En su evolución, pasa de ser crítico y renovador (El nido ajeno) a ser moderado y conservador, por motivos comerciales.
Sus obras se clasifican por su ambientación social en:
- Interiores burgueses: El nido ajeno (satírica); Rosas de otoño (comedias de salón).
- Cosmopolitas: La noche del sábado.
- Provincianos: Pepa Doncel (Moraleda).
- Rurales (dramas rurales): Señora ama, La malquerida.
- Los intereses creados: considerada la mejor, es una comedia de títeres que se sirve de los personajes de la Commedia dell´Arte italiana. Transcurre en Italia.
Rasgos: Teatro mínimamente conflictivo. Lo importante no es la construcción de la acción dramática sino mostrar la relación social e interindividual de los personajes a través del diálogo, sin profundidad. Crónica dramática de los vicios y virtudes de una clase social: la burguesía. Refleja lo “actual” como cronista, no como dramaturgo. Sus obras no evolucionan.
Existen posiciones encontradas de los críticos hacia su teatro:
- Valores positivos: Dominio de los recursos formales de la construcción, entradas y salidas de personajes… Analista sutil de la sociedad, satírico. Ingenio, finura, elegancia literaria. Fidelidad en el retrato de tipos humanos y ambientes. Calidad del diálogo: fluido, natural y elegante.
- Aspectos negativos: Superficialidad. “Teatro meramente oral”, sin acción y sin pasión (Pérez de Ayala). “Técnica del escamoteo”: sustituye la acción por la narración o por la alusión. Escamoteo de los momentos dramáticos, que siempre acontecen fuera de escena o entre un acto y otro. (Torrente Ballester).
Teatro Poético en Verso
Continúa la tradición romántica del siglo XIX -de forma anacrónica- y la del siglo de oro (Lope de Vega, Calderón…), como reacción contra el prosaísmo de las corrientes realistas. Ideología tradicionalista: exalta los ideales de la nobleza y las gestas medievales y del Imperio español. Influencia modernista en sus aspectos formales: verso, estilo…
Representantes: Villaespesa; Eduardo Marquina: teatro histórico en sucesión de estampas o cuadros, con fragmentos líricos (En Flandes se ha puesto el sol, Las hijas del Cid… La ermita, la fuente y el río –drama rural en verso, precedente de Lorca-); los hermanos Machado (Manuel y Antonio): en colaboración: temas populares, andaluces (La Lola se va a los puertos).
Teatro Cómico
Continúa, en parte, la tradición de los sainetes de Ramón de la Cruz -siglo XVIII- y del género chico del siglo XIX. Ofrece géneros variados: sainetes (andaluz, madrileño…), comedia costumbrista, “tragedia grotesca”, “astracán”…
Representantes: los hermanos Álvarez Quintero: sainete andaluz (El patio, El genio alegre…), drama (Malvaloca); Carlos Arniches: Sainetes madrileños, de ambiente castizo: tipos, habla, lugares… (El amigo Melquiades, El santo de la Isidra, Los milagros del jornal…); “Tragedia grotesca”: tragedia al revés, no hay manera de que muera el héroe, sensiblería, cierta crítica social… (Los caciques, Es mi hombre, La señorita de Trevélez… Simultaneidad de lo trágico y lo cómico; Muñoz Seca: el “astracán”, género menor, despropósito en las situaciones, ramplonería en la forma, nombres propios que, combinados intencionadamente dan lugar al chiste, ripios, caricatura… Su única intención, hacer reír. (La venganza de don Mendo).
El Teatro Innovador
Minoritario, de escaso éxito comercial, en ocasiones sin estrenar o con pocas representaciones debido al rechazo de los locales comerciales a todo intento de experimentación.
Generación del 98
Unamuno: Dramas de ideas, donde plasma sus preocupaciones existenciales y religiosas: contradicción sentimiento-razón, la personalidad, búsqueda de identidad, el sentido de la vida… Densidad de diálogo, desnudez en el escenario y en la palabra. Fedra, El Otro…
Azorín: Obsesión por el tiempo, angustia ante la muerte. Teatro muy innovador, experimental, simbólico. Poca acción y excesivo diálogo. Lo invisible (trilogía: tres actos independientes y un prólogo), Old Spain, Brandy, mucho brandy…
Jacinto Grau: Temas de extracción literaria o sobre grandes mitos. Teatro experimental, filosófico y poético. Gran éxito en las capitales europeas, más que en España. El señor de Pigmalión.
Valle-Inclán
Gran innovador, aunque no ve representadas muchas de sus obras. Se adelanta en gran parte al nuevo teatro europeo, al teatro de vanguardia, comprometido, épico o del absurdo. Su teatro se ha dividido en tres grupos:
- Mítico o de mitificación del mundo gallego: Comedias bárbaras (Águila de blasón, Romance de lobos, Cara de plata), Divinas palabras.
- De farsa, que transfigura los siglos XVIII y XIX: La marquesa Rosalinda y las tres obras que integran el Tablado de marionetas para la educación de príncipes.
- Esperpento: Luces de Bohemia, Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto, La hija del capitán).
El Esperpento
Género definido y descrito por Valle en Luces de Bohemia (escena XII), es una deformación grotesca y crítica de la realidad que busca dejar al descubierto lo que la sociedad o algún grupo desea encubrir. Se consigue con estos procedimientos:
- Presentación de los aspectos más desagradables y grotescos de los seres humanos: la deformidad, la crueldad, la estupidez. Esos rasgos se muestran por medio de prosopopeyas, animalizaciones, cosificaciones, personificaciones, símiles despectivos e hipérboles.
- Empleo de un lenguaje rico y elaborado, con mezclas continuas de retoricismo, frases hechas, coloquialismos (casticismos, gitanismos) y vulgarismos.
- Uso de acotaciones complejas, que parecen buscar un efecto de sorpresa permanente en los lectores/espectadores.
- Utilización de movimientos o gestos característicos del teatro de guiñol o de títeres.
- Empleo de vestuario o accesorios que refuerzan esa misma imagen grotesca.
- Uso de decorados que rompen el efecto de realidad, aproximándose a la estética expresionista. Utilización de efectos especiales, sobre todo juegos de luces, para acentuar la deformación de la realidad.
El esperpento es una visión del mundo y su deformación un modo de reflejar críticamente una realidad específica (Ruiz Ramón). Podríamos hablar de una corriente de “esperpentismo” en Europa desde fines del siglo XIX: expresionismo alemán, futurismo italiano, Kafka… Habría que añadir la corriente barroca representada por Quevedo o la deformación de la realidad que suponen algunas pinturas de Goya.
Teatro de Vanguardia
Ramón Gómez de la Serna: insólito, irrepresentable, anticipa el “antiteatro” de Ionésco (teatro del absurdo), mostrando un “anhelo antiteatral”. (Los medios seres, La Utopía).
La Generación del 27
En este grupo de poetas, escribieron teatro: Pedro Salinas, Alberti, Lorca. Por su edad también se incluyen: Miguel Hernández, Alejandro Casona, Max Aub, Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
Rasgos: Incorporan formas dramáticas vanguardistas. Hacen un teatro poético más depurado; sin embargo, también intentan acercar más el teatro al pueblo (La Barraca, de Lorca; el Teatro del pueblo, de Casona; las Misiones Pedagógicas subvencionadas por el Gobierno de la República). Renuevan el teatro cómico: Jardiel Poncela y Mihura (considerado precedente del teatro del absurdo de Ionésco).