El Teatro Español de 1900 a 1939: Del Teatro Comercial a la Vanguardia


En este período destaca la poca renovación en el teatro español respecto al europeo y mundial, salvo por las figuras de Valle-Inclán y García Lorca que justifican por sí solas el teatro de todo el siglo.

1. Teatro comercial y de éxito

Teatro hecho a gusto de la burguesía y del público que paga para divertirse, con leves toques críticos, humor y sentimentalismo, es el que predomina durante las dos primeras décadas del siglo. Estas obras apenas han soportado el paso del tiempo.

  • Jacinto Benavente da con la clave del éxito y repite la fórmula sin descanso. Sus textos presentan problemas poco conflictivos y diálogos elegantes e ingeniosos. Obras: Señora ama, La malquerida, Los intereses creados. Fue Premio Nobel.
  • Comedia costumbrista: mezcla aspectos de la zarzuela y del género chico. Alternan diálogos con partes musicales. Ambiente pintoresco, personajes típicos, lenguaje avulgarado y humorístico y conservadurismo ideológico.
  • Cultivado por Carlos Arniches, autor de sainetes (La señorita de Trevélez), los hermanos Álvarez Quintero, que ambientan sus obras en una Andalucía tópica e irreal (Malvaloca) y Pedro Muñoz Seca, que, con el astracán, busca la comicidad a toda costa (La venganza de don Mendo).
  • Teatro poético en verso, de asunto histórico y conservadurismo ideológico, cultivado por Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa, José María Pemán

2. Teatro renovador y marginado

Por su innovación no goza del favor del público y muchas de sus obras no son estrenadas.

  • Teatro en el 98. Unamuno utiliza el drama para reflejar los problemas que le obsesionan (Fedra, El otro); Azorín es crítico y autor teatral, con obras muy estáticas.
  • El grupo del 27 depura el teatro poético, incorpora formas de vanguardia y acerca el teatro al pueblo: Salinas escribe casi todo su teatro en el exilio. Alberti escribe teatro vanguardista antes de la guerra (El hombre deshabitado), pero su obra más importante es en el exilio (El adefesio, Noche de guerra en el Museo del Prado). Miguel Hernández escribe un auto sacramental (Quién te ha visto y quién te ve) y teatro social en verso a la manera de Lope (El labrador de más aire).
  • Alejandro Casona es dramaturgo y desarrolla su teatro en España (La sirena varada) y en el exilio (La dama del alba), en el que combina humor y lirismo.
  • Max Aub es novelista y dramaturgo muy renovador, que desarrolla su mejor obra dramática en el exilio sobre el nazismo o la guerra (San Juan, No).

3. La obra de Valle-Inclán

Gran originalidad y fuerza de su teatro. No puede adscribirse solo al 98. Por su innovación fue teatro para leer. Crea un género propio: el esperpento.

  • Primera etapa: teatro modernista a estilo de sus novelas.
  • Segunda etapa: ciclo mítico con las Comedias bárbaras (Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata). Ambientadas en una Galicia rural y mítica, dominada por las pasiones, con acotaciones casi narrativas, ambiente tétrico, crítica religiosa y técnicas como la animalización. Obra más importante: Divinas palabras.
  • Tercera etapa: esperpento. Dentro de este grupo se encuentran las farsas (personajes grotescos y caricaturescos con los que se critica la situación de la España isabelina): Farsa italiana de la enamorada del rey, Farsa y licencia de la reina castiza. El primer esperpento es Luces de bohemia, obra maestra con la que critica la situación de la sociedad española a través de la deformación de la realidad y de los numerosos personajes, el empleo del humor, la riqueza del lenguaje, el diálogo ágil, las acotaciones literarias y los continuos cambios de espacio. Otras obras esperpénticas se agrupan en Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, La hija del capitán y Las galas del difunto).

4. El teatro de García Lorca

Teatro verdaderamente poético. Es recurrente el tema del deseo imposible y la frustración. Teatro de destinos trágicos, encarnados en mujeres. Hay variedad de géneros.

  • Inicios: piezas menores y teatro para guiñol. Primer éxito con Mariana Pineda, y después dos pequeñas piezas maestras: La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. Temas de la insatisfacción y el amor desigual.
  • Teatro vanguardista: coincide con su crisis personal y estética y con su viaje a Nueva York. Crea las “Comedias imposibles”: El público, Así pasen cinco años, con estética surrealista y técnicas audaces. Tardaron mucho en subir a escena.
  • Plenitud: Lorca aúna el rigor estético y el acercamiento con el público. Trilogía rural: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba. Rasgos comunes: mujer protagonista, ambientación en el campo andaluz, problemas de índole sexual, final trágico, clima denso y dramático, unión de verso y prosa y de realismo y poesía. Estos títulos se convierten en obras maestras. Además, compone Doña Rosita la soltera (sobre la espera inútil del amor) y Comedia sin título (inacabada, de carácter revolucionario).

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