El Teatro Español: Transformaciones desde 1936


Evolución del Teatro Español: De la Posguerra a la Innovación

El Teatro Posterior a 1936

La fecha de 1936 es clave para el desarrollo del teatro español. El auge del teatro español fue disminuyendo debido a la guerra y por inconvenientes económicos e ideológicos. Durante la guerra, el teatro se pone al servicio de las causas en conflicto. En la parte republicana se creó el Consejo Nacional de Teatro, presidido por Antonio Machado, y también se crean las Guerrillas del Teatro, compañías móviles (de pueblo en pueblo) de agitación política que llevaban a las fábricas o al frente espectáculos en los que la diversión iba unida a la enseñanza. Los dramaturgos de este bando fueron Alberti, Max Aub y Miguel Hernández. Hicieron un teatro de urgencia que tiene interés como documento histórico, pero que carece de calidad literaria. En el bando nacional se creó la Comisión de Teatros Nacionales y el Teatro de la Falange, y se montaron dramas y zarzuelas. Los autores que colaboraron en las producciones de este bando fueron José María Pemán, Agustín de Foxá y Juan Ignacio Luca de Tena. Las obras de estos autores fueron representadas cuando acabó la guerra.

Teatro de Posguerra

Tras la guerra hay autores que han muerto: Lorca y Miguel Hernández; algunos que se han exiliado: Alberti y Max Aub. Aparecen condicionamientos ideológicos, la censura es muy fuerte y la política empresarial se orienta para hacer un teatro que guste al público. Poco a poco van apareciendo en ambientes universitarios compañías independientes que harán un teatro innovador dentro de los límites de la censura.

En los años 50 cobran importancia los teatros de censura y los llamados CEU, grupos de teatro universitario. Podemos dividir el teatro que se hace en España a partir de los 40 en dos tendencias:

  • El teatro comercial, con la Alta Comedia y el Teatro Humorístico.
  • El teatro innovador, con autores como Buero Vallejo y Sastre, que realizan el Teatro Realista y el Teatro Independiente durante los años 60.

El Teatro en el Exilio

El teatro en el exilio se desarrolla fundamentalmente en México y Argentina, presenta diferencias estéticas con el cultivado en España. El interés artístico lleva a los autores a incorporar elementos vanguardistas en sus obras, destacando Rafael Alberti, que cultiva un teatro político con la presencia de ciertos elementos poéticos, destacando su obra Noche en el Museo del Prado, y Alejandro Casona, con un teatro de evasión, alejado de las circunstancias históricas, destacando La Dama de Alba. Cabe señalar fundamentalmente que se creó un centro de formación de actores en Montevideo dirigido por la famosa actriz Margarita Xirgu.

El Teatro Comercial en España

Durante este periodo triunfa entre el público y hay varias tendencias:

  • La llamada Alta Comedia Neo-Benaventiana: Es un teatro que llega al público a través de comedias bien hechas y de temas amables en las que el ambiente de posguerra no se ve reflejado en ningún momento. Presenta las mismas características que el teatro de Jacinto Benavente, es decir, son obras divididas en tres actos que mezclan dosis de humor con la ternura, presentando decorados de tipo realista que reproducen, en general, salones de casas de clases burguesas. Los temas tratados suelen centrarse en cuestiones amorosas que sirven como excusa para defender los valores imperantes de la familia y el matrimonio. Entre los autores que dominan esta tendencia destacamos a José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo y Juan Ignacio Luca de Tena.

  • El Teatro de Humor: Sobresale gracias a una serie de autores que cultivan la comedia de humor tradicional, con planteamientos muy similares a los de la Comedia burguesa, y otro grupo que apuesta por un humor rupturista centrado en lo inverosímil y en lo absurdo. Dentro de este grupo de comedia rupturista podemos distinguir tres modalidades:

    • La Comedia Disparatada de Jardiel Poncela (años 40) y Miguel Mihura (años 50). El teatro de Jardiel Poncela es un teatro que huye de la realidad y parte de situaciones absurdas e incluso fantásticas con la finalidad de conseguir el humor a través de temas imaginativos que se entrelazan en ocasiones en la comedia policiaca con el uso de un lenguaje lleno de recursos cómicos como, por ejemplo, los juegos de palabras, el equilibrio y el chiste. Entre las obras más importantes están Cuatro corazones con freno y marcha atrás y Eloísa está debajo del almendro, de Jardiel Poncela, y Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura, una obra representativa porque incluye rasgos del Teatro Vanguardista.
    • La Comedia Comercial Realista de Alfonso Paso, que se da sobre todo en la década de los 60.
    • La Tendencia Neoastracán, que serían las obras continuadoras del Teatro de Muñoz Seca.

El Teatro Renovador o Innovador

Hay dos hitos que marcan su inicio: el estreno de la obra de Antonio Buero Vallejo, Historia de una escalera, que inicia una tendencia basada en el compromiso con la realidad social, siendo una obra bastante simbólica con personajes marginados; y que en torno a los años 50, un grupo teatral universitario estrena una obra que se llama Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre, que trata sobre el enfrentamiento entre el principio de autoridad y el deseo de libertad. Estos dos hechos, junto con el estreno de dos obras extranjeras, cambiarán definitivamente el curso del teatro español, existiendo varias tendencias:

  • El Teatro Realista: Al igual que en literatura y poesía, se acentúa la tendencia social durante los años 50. Es un teatro que pretende oponerse al teatro evasivo y hacer un teatro en y para España que aborde temas como las injusticias sociales, la explotación del hombre por el hombre, las condiciones infrahumanas del proletariado, la hipocresía moral en las clases altas… Es, a fin de cuentas, un teatro centrado en el ser humano, marginado y humillado. El lenguaje es más directo, violento, sin eufemismos. Es un teatro que presenta dos posturas enfrentadas: los buenos y los malos, las víctimas y los verdugos. Como autores representativos destacamos a Lauro Olmo, con La Camisa; Carlos Muñiz, con una obra como El tintero; y Martín Recuerda.

  • El Teatro Experimental: Surge a finales de los 60 y principios de los 70 en una serie de autores que cuestionan tanto los personajes de la comedia convencional como del teatro realista, influidos por la estética del teatro de lo absurdo y las técnicas experimentales del teatro europeo y americano, buscando nuevas fórmulas originales y provocadoras para manifestar su disconformidad con el sistema. Las características de este teatro innovador son: los autores se presentan como creadores de espectáculo, incluyéndose en sus obras la farsa, la expresión corporal, la danza, la comedia musical o incluso elementos de circo. Otro rasgo de este teatro es que muchos personajes tienen valor simbólico que sirve para enmascarar a personajes próximos y situaciones actuales. El lenguaje utilizado encierra una especie de parábola que va más allá de lo que se ve representado en escena. Este teatro se desarrolla a través de grupos de teatro independiente como TEI, Els Joglars, Tábano, Los Goliardos y Els Comediants. Como autores más importantes tenemos a Antonio Gala, Francisco Nieva y Fernando Arrabal, que hace un tipo de teatro de lo absurdo.

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