El Teatro Vanguardista Español
El Novecentismo y el Teatro Experimental
Antes de la Guerra Civil, el teatro vanguardista estuvo representado en España principalmente por el Novecentismo, con figuras tan relevantes como Jacinto Grau y, sobre todo, Ramón Gómez de la Serna. Posteriormente, surgieron autores como Fernando Arrabal y Francisco Nieva, quienes pertenecieron al Teatro Experimental.
Este teatro se caracterizó por ser crítico, innovador y anticonvencional en sus formas. Sin embargo, esta ruptura con las convenciones teatrales tradicionales lo alejó del público mayoritario, lo que le supuso numerosas dificultades para salir adelante. Fernando Arrabal, ante los obstáculos encontrados en España, decidió proseguir su obra en el extranjero.
Características del Teatro Vanguardista
En un intento por conectar con la vanguardia escénica, se crea un teatro abierto a la escena mundial, que rompe con los anteriores modelos realistas y se plantea sobre unos presupuestos estéticos y puramente dramáticos o escenográficos. La falta de éxito comercial de este teatro se debe a que no es aceptado por la sociedad, el mundo empresarial o el propio Estado. Algunas de las características que lo definen son:
- Temas sociales y existenciales de formalización distinta.
- Destrucción interna del personaje.
- Personajes tipo.
- Acción de lenguajes simbólicos.
- Incorporación en el texto de elementos que no se corresponden con la acción.
- La acción se constituye en ceremonia o ritual.
- Se rompe la cuarta pared y el público se convierte en parte de la representación.
- Se recupera el aspecto lúdico.
- Montajes complejos e innovadores.
Fernando Arrabal: Un Teatro en Constante Evolución
Fernando Arrabal se separó a finales de los años 50 de la estética realista. Debido al fracaso de su primera obra, se exilió en París, donde su producción es más conocida. La obra de Arrabal es muy amplia y resulta difícil de encuadrar en un solo movimiento debido a su carácter polifacético.
El Teatro Pánico
Dentro de su Teatro Pánico encontramos la obra Pic-Nic, un alegato contra la guerra. Arrabal comenzó escribiendo teatro infantil absurdo e ingenuo, siendo Pic-Nic la obra más representativa de esta etapa. La obra trata sobre dos soldados que disparan durante la guerra hasta que un proyectil los elimina.
Su teatro implicaba en su momento una revolución total. Arrabal se refiere al Teatro Pánico como una manera de ser presidido por la confusión, el humor, el terror, el azar y la euforia. De ahí el título de una de sus obras: Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión.
En Fando y Lis, Arrabal muestra la inocencia y la bondad de unos personajes que viven al margen de la sociedad y de toda realidad. En esta obra, desarrolla el tema mítico del laberinto y narra la historia de dos desvalidos que marchan a Tar. Tras un incidente, Fando mata a Lis y, después de los honores fúnebres, los cuatro personajes emprenden un camino.
El cementerio de automóviles escenifica el conflicto entre la inocencia, la bondad y el orden que imponen las artificiosas convenciones. La obra está ambientada en un cementerio de coches donde algunos seres conviven mientras son reprimidos por la policía.
Teatro Político, Teatro de la Serenidad y Otras Influencias
En su Teatro Político encontramos obras como La aurora roja y negra o Y pusieron esposas a las flores. Estas obras reflejan su comportamiento político tras el encarcelamiento durante el régimen franquista.
En su Teatro de la Serenidad destacan Breviario de amor de un halterófilo o Apokalyptico. En estas obras, Arrabal busca en lo interior la sexualidad y la presencia de lo místico.
Arrabal fue influenciado por autores clásicos como Quevedo, Goya y Valle-Inclán, así como por corrientes vanguardistas como el Surrealismo. En su estilo se observan obras caracterizadas por incluir parábolas y alegorías sobre la condición humana, con diálogos absurdos pero poéticos. Además, es un teatro provocador con temas como el sexo o la locura presentes en todo momento.
Ruptura y Evolución: Teatro Furioso
Su afán de renovación constante le llevó a una ruptura en la que la inspiración surrealista, junto con sus lecturas de Beckett, forjaron su concepción del teatro: las situaciones absurdas e inverosímiles, su naturaleza maldita.
Primero, un teatro de farsa y calamidad, con un argumento entramado, cierta intriga, lineal, con la magia y el sueño como ideales propios del héroe romántico. En esta etapa se incluyen obras como Malditas sean coronada y sus hijas, Tórtolas, crepúsculo… y telón o La señora tártara.
Posteriormente, desarrolla su Teatro Furioso, que posee una acción esencial y concentrada, es de carácter coral y se caracteriza por la rapidez de la acción, la retórica burlona y la sorpresa. Destacan Pelo de tormenta y Es bueno no tener cabeza. En todas ellas se advierte una prodigiosa mezcolanza de elementos populares, el teatro romántico, la ópera, etc., en un ambiente de verbena y fiesta.
Conclusión
Fernando Arrabal, junto con Francisco Nieva, representa la máxima expresión del Teatro Experimental español. Su obra, alejada de los convencionalismos y en constante evolución, se convirtió en un punto de referencia para generaciones venideras, alcanzando así la categoría de clásico.