El Teatro y la Narrativa Española Previo a 1939: Un Estudio Detallado


El Teatro Español Anterior a 1939

El teatro español, sometido a los condicionamientos del público en lo comercial, lo ideológico y lo estético, se caracterizaba por su pobreza e inmovilismo. No se apostaba por las novedades. Por ello, nuestro teatro ignoraba en general la renovación del teatro europeo. Había mucho teatro, y de éxito, pero de escasa calidad y nada original.

Pervivieron en el primer tercio de siglo:

  1. La comedia burguesa.
  2. El sainete de ambiente madrileño o andaluz, que evolucionó hacia otras formas como la tragedia grotesca o el astracán.
  3. El espíritu modernista finisecular desdeñó el teatro poético y simbólico que presentaba una visión idealizada de la historia y utilizaba el verso como vehículo principal del lenguaje dramático.

Los intentos renovadores más serios vinieron de los hombres del 98 y, en los años treinta, de los poetas de la generación del 27, como García Lorca. Los diferentes grupos y tendencias del teatro español anterior al 39 pueden agruparse en los siguientes apartados:

1. Teatro Comercial

1.1. La Comedia Burguesa

Seguidora del Realismo decimonónico. Su principal representante es Jacinto Benavente. Su primera obra (El nido ajeno) fue bien recibida por los jóvenes intelectuales y se limitaba a censurar pequeños vicios de la burguesía, sin hacer críticas totales. Sus mejores obras son Los intereses creados y La Malquerida.

1.2. El Teatro en Verso

Ideológicamente conservador y tradicional, con constantes alusiones a las perdidas glorias del Imperio español. Destacan Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina y los hermanos Machado.

1.3. El Teatro Cómico

Heredero de los entremeses y del costumbrismo, refleja el ambiente pintoresco, tópico y superficial de distintas regiones españolas. Destacamos a los hermanos Álvarez Quintero, Carlos Arniches, creador de la tragedia grotesca, y Pedro Muñoz Seca, inventor del astracán.

2. Teatro de Innovación

Muchos son los autores que pretendieron hacer un teatro diferente en estos años, y en la mayoría de los casos cosecharon un rotundo fracaso con sus obras.

2.1. El Teatro de los Autores del 98

Estos autores pretendían hacer un teatro que sirviera como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales. Harán un teatro intelectual y complejo que enlazará con las tendencias filosóficas y teatrales más renovadoras del panorama occidental de la época. Técnicamente, intentarán romper definitivamente con las formas realistas de la representación, aspecto en el que destaca Ramón del Valle-Inclán.

Valle-Inclán

Su producción es variada e incluye novelas, cuentos, poesía, teatro… En todos esos géneros que cultiva se observa una evolución paralela al cambio ideológico por el que pasa de un Modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica, basada en una feroz distorsión de la realidad.

Su obra teatral suele agruparse en 3 ciclos:

  • El mito: obras ambientadas en un “espacio galaico” atemporal y regido por fuerzas primarias. Destacan: Comedias bárbaras y Divinas palabras.
  • La farsa: obras situadas en un espacio más ‘ridículo’, propio del siglo XVIII. Destacan: La marquesa Rosalinda y Farsa y licencia de la reina castiza.
  • El esperpento: El esperpento es una técnica que representa la realidad española a partir de hechos exagerados y burlescos. Representa una realidad deformada con la que se intenta criticar la sociedad española. Comprende cuatro de sus obras: su obra maestra Luces de bohemia y la trilogía Martes de carnaval.

2.2. El Teatro en la Generación del 27

Aunque la mayor parte de la producción del 27 está constituida por poesía, varios componentes de la generación se vieron tentados por el teatro. Son interesantes las obras escritas por Salinas, Rafael Alberti, Miguel Hernández y Alejandro Casona. En los años treinta se producen intentos renovadores de la mano del teatro cómico, con autores como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.

Federico García Lorca

El autor más destacado es Federico García Lorca, que impulsa el teatro total en el que importa tanto la poetización del lenguaje como los recursos escénicos visuales, acústicos y escenográficos. Su teatro está presidido por la lucha entre el principio de autoridad y el de libertad, de la que resulta el tema dominante en su obra: la represión, la frustración, bien metafísica, bien social, y que casi siempre encarna en mujeres, cuyos deseos, preferentemente amorosos y sexuales, son irrealizables. Su obra se puede dividir en varios bloques:

  • Las farsas: hay dos para teatro de guiñol y otras dos trágicas sobre amores imposibles.
  • Teatro surrealista: pertenecen Así que pasen cinco años y El público. El surrealismo le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. La más importante es El público, donde defiende la realización del deseo homosexual y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente.
  • Piezas granadinas: Mariana Pineda y Doña Rosita la soltera.
  • Tragedias de ambiente rural: Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro.

La Narrativa Española Hasta 1939

La narrativa anterior al 39 presenta 3 generaciones: la generación del 98, el novecentismo y la generación del 27.

La Novela de la Generación del 98

En 1902 publican en España autores significativos como Azorín, Unamuno, Baroja y Valle-Inclán, los cuales inician un camino marcado por los siguientes rasgos:

  • Denuncia de los males de España: el caciquismo, el hambre y la ignorancia…
  • Pesimismo ante la situación histórica y ante el desmoronamiento de los valores sociales y espirituales.
  • Influencia de la filosofía: los planteamientos existencialistas de Kierkegaard y Schopenhauer.
  • El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo casticista.
  • Renovación estética o del estilo mediante:
    1. El subjetivismo: se persigue la expresión de la realidad interior.
    2. Concepción totalitaria: la novela es un género multiforme, en el que tienen cabida también la reflexión filosófica, el ensayo, el lirismo…

Unamuno

Miguel de Unamuno trata temas como la intrahistoria y el concepto de España, la conciencia trágica de la existencia y la sed de eternidad. Estos temas se plasman en sus nivolas, caracterizadas por la desnudez narrativa, una máxima presencia del diálogo y el monólogo, ausencia de descripciones y sin apenas referencias espaciales ni temporales. Entre sus obras destacan: Amor y pedagogía, Niebla y San Manuel Bueno, mártir.

Valle-Inclán

Dos estilos definen su obra: modernismo y esperpento. Los años iniciales están marcados por la tendencia modernista y representados por las cuatro Sonatas. De esta primera época también es la trilogía de La guerra carlista. Entre las obras marcadas por el esperpento destaca Tirano Banderas.

Azorín

En las novelas de Azorín la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo y captan la impresión del instante. Ejemplo de novela impresionista son La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo. Más tarde escribe Don Juan y Doña Inés, en las que se describe minuciosamente el ambiente y la sensibilidad de los personajes.

Pío Baroja

Sus novelas se caracterizan por los siguientes rasgos:

  1. Novelas centradas en un personaje activo y otro pasivo.
  2. Acción y diálogos abundantes.
  3. Marcada presencia del narrador a través de comentarios y reflexiones.
  4. Descripciones impresionistas a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y psicológicos.
  5. Cierto desaliño expresivo.

Su producción narrativa se suele organizar en grupos de tres novelas que siguen un tema común:

  • Primera etapa: Son trilogías. La lucha por la vida (destaca La busca), La tierra vasca (destaca Zalacaín el aventurero), La raza (destaca El árbol de la ciencia), El mar (destaca Las inquietudes de Shanti Andía).
  • Segunda etapa: Memorias de un hombre de acción.
  • Tercera etapa: Desde la última vuelta del camino.

Novela Novecentista (Generación del 14)

Comparten con la Generación del 98 la preocupación por el problema de España, pero abandonan el subjetivismo en busca de una postura más neutra e intelectual.

1. Gabriel Miró

Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso, que son la representación de un mundo casi desaparecido, que el autor pretende rescatar.

2. Ramón Pérez de Ayala

Destacan.

3. Ramón Gómez de la Serna

La base de su producción literaria es la greguería. Destacan El torero Caracho, El Novelista y El doctor inverosímil.

La Novela Hacia 1927

Destacan otros dos grupos de autores. El primero está formado por novelistas republicanos que padecieron el exilio: Benjamín Jarnés, Juan Chabás, Rosa Chacel… estos autores, en sus primeras obras, practican una novela en línea con el arte deshumanizado que planteaba Ortega y Gasset. El segundo grupo (nuevo romanticismo) plantea una novela social muy comprometida con la ideología revolucionaria: José Díaz Fernández.

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