El valor divino de lo humano: Un análisis de la narrativa cristiana


El Valor Divino de lo Humano en la Narrativa Cristiana

La Atracción de las Historias

En las narraciones se percibe una realidad que se asemeja a nuestra propia historia. Las historias nos atraen porque en ellas descubrimos el valor divino de lo humano. Las personas nos formulamos ¿quién soy? Saber quién soy es detectar mis compromisos, reconocer que mi vida es rica y significativa o, que la estoy malgastando en cosas que no tienen mucha importancia; recordar la posibilidad de que puedo tomar un camino equivocado que conduzca a no vivir una vida plena.

Elementos Comunes en la Estructura de un Relato

Existen elementos comunes en la estructura de cualquier relato:

  • El protagonista (papel principal de la historia).
  • Alguien que da una misión al protagonista.
  • Los obstáculos que va a encontrar en el camino.
  • El fin de esa misión, que si se realiza favorecerá a otras personas y el protagonista será un héroe.
  • Ayuda de los amigos o de aquellos de los que no esperaba nada.

Personajes Principales en el Cristianismo

En el esquema del cristianismo intervienen dos personajes principales:

  • Dios: Que toma la iniciativa de amar al ser humano. Esta iniciativa nace desde una libertad radical, porque Dios no tiene necesidad del hombre ni de lo creado. Todo su amor es pura gratuidad.
  • El Ser Humano: Dios creó al ser humano libre para que lo ame con libertad. Dios respeta la libertad de cada persona. No quiere esclavos, sino hijos. De ahí el drama de la Salvación: Dios sale al encuentro de cada ser humano y le propone la misión más alta. Dios busca una relación amorosa interpersonal.

Dios quiso que la historia de Salvación entre Él y los hombres se construyera en torno a un hecho: la alianza, esto es: el pacto que Dios hizo con Noé y Abraham y que después renovó con Moisés en el monte Sinaí.

Dios Sale al Encuentro: La Creación

Transmisión de la Palabra de Dios

La palabra de Dios se nos transmite por medio de la tradición apostólica (transmisión del mensaje de Cristo llevada a cabo, desde los inicios del cristianismo, por la predicación, el testimonio, las instituciones, el culto y los escritos inspirados. Se realiza de dos modos: con la transmisión viva de la Palabra de Dios (tradición) y con la Sagrada Escritura) y la Sagrada Escritura.

Antiguo y Nuevo Testamento

El Antiguo Testamento es testimonio del amor salvífico de Dios y fue escrito para preparar la llegada de Cristo al mundo. En él se narra la historia de la relación de Dios con Israel, así como las Revelaciones dadas a los profetas y otros textos de carácter sapiencial. El Nuevo Testamento no sustituye al Antiguo sino que lo lleva a cumplimiento.

La Creación en el Génesis

La Biblia se inicia con el relato de la Creación: Al principio creó Dios el cielo y la Tierra. La Creación se presenta como un hecho novedoso y fruto del amor de Dios. Creó todo de la nada, lo material y lo inmaterial. Eso significa que el fondo de todo lo real es positivo porque surge gratuitamente de su amor. Esta Creación de la nada subraya la omnipotencia de Dios: Él hace que las cosas sean. Es un dar absolutamente generoso: si Dios necesitara lo creado se trataría de un ser imperfecto y no podría ser Dios. El Señor crea libremente y crea libertades: lo creado no es parte de Dios, sino verdadero por sí mismo.

Teología del Cuerpo

El Génesis narra la Creación del ser humano de dos modos distintos: se afirma que el hombre y la mujer son imagen de Dios y reciben una misión común: la fecundidad y el trabajo de la tierra y la Biblia señala la complementariedad entre los sexos para el mantenimiento mutuo y la procreación. Estos textos fundamentan una Teología del cuerpo: el ser humano es creado con su condición sexual, que lo define como persona varón o mujer.

Verdad Histórica y Lenguaje Bíblico

La Iglesia defiende que algunos de los asuntos narrados sí responden a la verdad histórica. Es lo que ocurre con la Creación directa del ser humano por parte de Dios o con el monogenismo (teoría antropológica que plantea el origen único de la especie humana). La Iglesia católica sostiene que la Biblia usa un lenguaje que no es científico ni pretende serlo. Se adapta a los modos narrativos de la zona y época de su composición.

Ciencia y Fe

La ciencia presenta sus hipótesis sobre el origen del universo, pero estas no son determinantes para las verdades reveladas. El científico solo puede trabajar desde el momento en el que ya había algo (necesita los cuerpos materiales para tener objeto de estudio). La doctrina del big bang (teoría que intenta explicar el origen del universo a partir de una gran explosión inicial) no es una confirmación de la Creación del universo ya que el orden de sus investigaciones (científicas y experimentales) es distinto al orden de la Teología (revelado y especulativo) pero no la contradice. La teoría biológica de la evolución no excluye las verdades de fe. No debe confundirse la evolución con el evolucionismo, corriente reduccionista que pretende la utilización de la ciencia para algo ajeno a ella: la negación de cualquier instancia distinta a la materia para explicar la realidad.

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