1.1.1. CONCEPTO DE LÉXICO
Se llama léxico o vocabulario al conjunto de unidades léxicas (palabras y locuciones) de una lengua.
El último Diccionario de la Real Academia Española de 2014 (actualizado en 2019) incluye más de 93000 entradas. Sin embargo, es preciso distinguir el léxico de una lengua del léxico mental o conocimiento que de esta tiene cada hablante. El léxico mental comprende:
- Vocabulario activo o productivo (el que el hablante usa).
- Vocabulario pasivo o receptivo (el que el receptor es capaz de interpretar).
En general, el vocabulario pasivo es más amplio que el activo y se estima que el vocabulario pasivo puede oscilar entre las quince mil y las treinta mil palabras por hablante, mientras que el activo, entre seis mil y veinte mil.
1.1.2. EL LÉXICO DEL CASTELLANO
En la configuración del léxico del castellano concurren diversos factores, que tienen que ver con el origen de la lengua, con las aportaciones recibidas de otras lenguas a lo largo de la historia y con la creación de nuevas palabras: El castellano es una lengua ROMánica o romance, procedente del latín. A lo largo de los siglos, el latín vulgar o hablado en la Península Ibérica experimenta una lenta transformación. El castellano ha recibido también préstamos o aportaciones de otras lenguas. Capítulo especial merecen los neologismos o palabras de reciente creación o incorporación.
1.1.2.1. PALABRAS PROCEDENTES DEL LATÍN
Las palabras castellanas procedentes del latín pueden organizarse en cuatro grupos: palabras patrimoniales, cultismos, semicultismos y latinismos.
Palabras patrimoniales: Son aquellas que se han empleado ininterrumpidamente en el habla oral, y han experimentado sucesivas transformaciones a lo largo de los siglos. Ej.: nebula>niebla, flamma>llama.
Cultismos: Son palabras recuperadas tardíamente del latín escrito; al no haber estado vivos en el habla oral, solo han experimentado las transformaciones necesarias para acomodarse a la estructura fonética y morfológica del castellano: rectu>recto, consultare>consultar.
Semicultismos: Son palabras de procedencia latina, empleadas en la lengua hablada, que no completaron su evolución fonética. Saeculu>siglo (en vez de *sejo, como oculu>ojo).
Dobletes etimológicos: se produce un doblete etimológico cuando de una voz latina se obtienen dos términos en castellano computare>contar, computar; digitu> dedo
Latinismos: son voces o expresiones latinas que se emplean en castellano. Ejemplos: alter ego: “otro yo”
1.1.2.2. PRÉSTAMOS
Se denomina préstamo a cualquier elemento que una lengua toma de otra y que asume como propio.
Principales préstamos del castellano
Palabras prerromanas (izquierdo, zurdo, pizarra).-Helenismos: voces de origen griego que llegaron a nosotros a través del latín-Germanismos: muchos de ellos llegaron en la época visigoda, son términos como espía, ropa, arenga…-Arabismos: durante el largo período de contacto entre el árabe y las lenguas habladas por los árabes peninsulares: alcázar, almacén, albaricoque, álgebra, albañil…-Galicismos: términos procedentes del francés que se incorporan durante la Edad Media (linaje) -Anglicismos: empiezan a entrar en la mitad del Siglo XX. Ej.: escáner, chequeo, rally (rali)-Italianismos: muchas pertenecen al arte y a la cultura (novela, cuarteto, terceto).-Americanismos: procedentes de las lenguas amerindias (cacahuete – catalanismos vasquismos galleguismos lusismos
En el concepto de préstamo se plantean algunos problemas: Tipos de préstamos Por su grado de adaptación: -Préstamos no adaptados (extranjerismos o xenismos): conservan la grafía de la lengua original. Ej.: pizza –Préstamos adaptados (asimilados o integrados): son aquellos que han sufrido una transformación hasta asimilarse a la fonología y morfología de la lengua receptora. Por ejemplo:
medalla (it.
Medaglia
) -Préstamos en proceso de adaptación: conservan grupos fónicos extraños al sistema de acogida, pero han experimentado cierta transformación, como puede ser la pérdida de alguna grafía (fútbol de football
1.1.2.3. NEOLOGISMOS
El neologismo se define como vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua
Con elementos ya existentes en la lengua: combinando, por ejemplo, el prefijo des con la palabra acuerdo, se obtiene desacuerdo.
Mediante préstamo de una lengua extranjera, ya sea en forma original (handicap “desventaja”) o con una forma adaptada (filin, del inglés feeling “sentimiento”)
De lo anterior, se deduce:
Que todo préstamo, en el momento de su adopción, es un neologismo.
Que, cuando con el tiempo, se convierte en préstamo integrado deja de considerarse neologismo: a nadie se le ocurre decir hoy que tráfico (tomado del italiano) o zapato (tomado del turco) son neologismos.
No todos los neologismos son préstamos, ya que también se forman con elementos propios, como por ejemplo videoconferencia, que resulta de la uníón de dos palabras que ya existían.
El lenguaje periodístico y el científico son pródigos en neologismos, creando así constantemente nuevos términos, enriqueciendo nuestra lengua: eurodiputado, ocupa, virus, gusanos (informáticos), ADN. Son neologismos, pero con el paso del tiempo dejan de serlo.