Empirismo y la Ilustración: La Razón y la Experiencia


Características del Empirismo

En un sentido amplio, se puede considerar empirista a toda filosofía que sostenga que el origen y el valor de nuestros conocimientos dependen de la experiencia. En un sentido más estricto, se defiende que la experiencia es además el límite de nuestros conocimientos. Como corriente filosófica, el empirismo tiene lugar en los siglos XVII y XVIII, siendo conocido como empirismo moderno o empirismo británico.

En muchos aspectos, se puede considerar el empirismo como un movimiento contrapuesto al racionalismo. Fue desarrollado por Thomas Hobbes, John Locke y George Berkeley, siendo radicalizado y llevado hasta sus últimas consecuencias por David Hume. Las principales características del empirismo británico son:

  • La primera preocupación intelectual gira en torno al problema del conocimiento.
  • La experiencia es el origen de todos nuestros conocimientos; nuestra mente es como un papel en blanco.
  • En general, se entiende por experiencia el conocimiento obtenido a través de los sentidos.
  • Los empiristas niegan la existencia de conocimientos innatos o ideas innatas.
  • El conocimiento humano está limitado por la experiencia; no podemos conocerlo todo.
  • Nuestro conocimiento o percepción es conocimiento de las ideas.
  • El empirismo, tomado como saber, se basa en el modelo de la física que se sustenta en la experiencia, mientras que el racionalismo se basa en las matemáticas.
  • El empirismo critica la metafísica por entenderla como una elaboración mental y especulativa.
  • Los empiristas muestran una gran preocupación por los problemas humanos a la luz de la razón como última instancia.

Panorámica de la Ilustración

El Concepto de Razón

La idea central de la Ilustración es la confianza plena en la razón para lograr un estado general de justicia, felicidad y bienestar.

Razón Autónoma

Es el rasgo primordial de la razón, del cual derivan los demás. No se admite ninguna autoridad externa que le dé órdenes o limite sus investigaciones. Cualquier cosa ha de ser justificada ante un tribunal de la razón. La razón se libera así del yugo de las instancias que se han presentado a lo largo de la historia como fuente de legitimación:

  • La autoridad: Nada es verdad porque lo diga una persona poderosa e influyente.
  • La tradición: Nada es verdadero o aceptable porque se venga realizando desde tiempos lejanos.
  • La fe: Nada es verdad porque lo establezca un dogma religioso.

Solo hay que aceptar, pues, la autoridad, la tradición y la creencia razonable.

Vocación Práctica: La Razón como Guía para la Vida Privada y Pública

Se aplica la razón a todos los dominios humanos. En armonía con esa voluntad polivalente, surgen formas de expresión de ideas filosóficas nuevas. Todo lo que se pretenda que sea creído o aceptado debe ser justificado racionalmente. Se pone en cuestión todo lo heredado; solo sobrevivirá aquello que justifique racionalmente su existencia. Solo vale la fuerza de los argumentos.

Razón Crítica

Este rasgo de la razón es una consecuencia de lo anterior: cuando no se dan los requisitos de racionalidad, ésta debe ejercer la crítica contra cualquier instancia que pretenda suplantar o paralizar el ejercicio de la razón.

Pero la práctica no solo es hacia fuera, sino que también recae sobre la propia razón; es decir, es tarea de la razón fijar los límites de su capacidad.

Esta actitud es la Ilustración: la razón posee límites en el plano epistemológico: la sensación.

En el plano ético, los sentimientos; pero es la propia razón la encargada de establecer tales límites y delimitarlos.

Razón Analítica y Empírica

La Ilustración defiende que la experiencia constituye el insoslayable punto de partida. La auténtica razón comienza cuando analiza lo empírico, la que vindica una razón completamente reconciliada con la experiencia.

La Naturaleza

La naturaleza es el referente último de toda explicación. Puede hablarse de optimismo y fe en la naturaleza: es una especie de máquina perfecta que lo hace todo bien. También la razón tiene su naturaleza, la misma para todos, que se desarrolla en el tiempo, tanto a nivel individual como de especie. Respecto a la naturaleza física, es necesario aludir al materialismo como corriente que surge en la Ilustración. Por su parte, el naturalismo no solo introduce fuerza en la materia, sino que solo puede admitir que puede tratarse de fuerzas no mecánicas, sino vivas. No obstante, ambas corrientes coinciden en considerar lo natural como la referencia frente a lo sobrenatural.

El Deísmo

De acuerdo con lo expuesto al hablar de la razón ilustrada, la única religión legítima ha de ser erigida sobre el fundamento de la razón. Se llama deísmo a la religión que asume este desafío, basándose exclusivamente en la razón. Una religión racional corregiría de raíz esta deriva. Esta religión racional se enfrenta a la tarea de afrontar el problema del mal. Ideas básicas del deísmo: Dios existe y es el creador del mundo; no es posible conocer la esencia de Dios; la creación del mundo por Dios no es fruto de un acto libre, sino necesario; una vez creado el mundo, Dios no vuelve a intervenir en él. Fueron deístas Locke, Rousseau y Montesquieu.

Crítica a la Tradición

Los ilustrados manifiestan una actitud de rechazo total a la tradición, entendida como el conjunto de hábitos, valores e ideas sin pasar por el tribunal de la razón. La obra Cartas persas de Montesquieu viene a resultar un ejercicio interesante de relativismo cultural.

La Historia como Objeto Preferente del Estudio

Pierre Bayle derrumba el providencialismo y constata los meros hechos históricos como el único fundamento histórico para el análisis de la historia. La crítica a la tradición constituye uno de los ejes fundamentales de sus obras. Sus obras tienen un enorme valor porque mostró de qué manera se encuentra y establece los hechos históricos. La concepción compartida es que la historia no es obra del capricho o del azar, ni obedece a ningún ciego destino o una intervención providente de Dios, sino que sigue unas leyes. La Ilustración inicia así una manera de abordar la historia que es la que hoy se acepta como válida.

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