Consejo Social: Creación de un Consejo Social que debe constituir una pieza clave de la estructura del servicio público (…). Su base de partida serán las asociaciones representativas de la sociedad española, no estatales y sin afán de lucro, inscritas previamente en un registro del Consejo Audiovisual de España, que propondrán y votarán a 9 de sus 11 miembros. Entre sus competencias estará: regular y controlar el derecho de acceso general y específico, dar el visto bueno a los informes sobre el cumplimiento del servicio público en función de los compromisos del contrato programa.
Propone al Parlamento cinco de los miembros del Consejo de Administración..
Consejo de Administración: Un Consejo de Administración que se constituye como un auténtico consejo de control externo del servicio público, de sus presupuestos y programaciones, de los nombramientos de sus directivos y de la totalidad de la gestión. Compuesto por un mínimo de nueve y un máximo de doce miembros, con reconocida experiencia profesional acreditada(con dedicación exclusiva y estrictas incompatibilidades profesionales políticas y empresariales) Entre sus competencias estará: Eligen a la persona que ocupará la Presidencia cada seis meses, con voto de calidad en caso de empate; eligen a la persona que ocupe la Dirección General; supervisan y dan el visto bueno al mandato marco y al contrato programa; y aprueban el informe semestral del servicio público. Ahora, después de numerosas batallas, la oposición en el Congreso ha conseguido aprobar una ley (5/2017 de 29 de Septiembre) que promete hacer regresar a RTVE al pluralismo, mientras que en Cataluña, ERC y la CUP parecen sentirse cómodos con una visión unidimensional del mundo, sin que la oposición haya conseguido revertir la contrarreforma.
Consejo de Informativos: Proponemos recuperar y reforzar a los consejos de informativos como instrumento esencial de la independencia informativa del servicio público, de su pluralismo político y social, y de su defensa respecto a toda presión externa, gubernamental o privada. Elegidos por un censo estricto de profesionales de la información audiovisual, con voto vinculante de su dictamen sobre la designación de los directores de informativos y con capacidad de denuncia pública de las violaciones del Estatuto de Informativos.
Algunas desviaciones del servicio público: Informaciones que no se centran en lo importante Difusión de rumores Intereses empresariales: dar prioridad absoluta al interés por conseguir audiencia en detrimento de otras obligaciones de programación
Alterar la realidad para adecuarla al éxito de la emisión Prolongación interesada de los “seriales informativos” (desapariciones, escándalos políticos..) Teniendo la información, esta se lanza en distintos días para mantener la audiencia durante ese tiempo. No informar a la población de acontecimientos importantes, empobreciendo su conocimiento Exaltar lo accidental a través del espectáculo: lo cotidiano observado sólo como campo abonado de espectáculo y drama Ante el tedio de lo cotidiano (poco televisivo) se acude sistemáticamente al recurso de lo espectacular, de lo marginal, de lo escandaloso Dar prioridad a los intereses partidistas del grupo político en el Gobierno. Negar los recursos mínimos a los programas identificados como de servicio público Condenar programas de interés a los peores lugares de la parrilla de programación sin tener en cuenta la audiencia a la que se destina Se utiliza este tipo de programas como forma de castigo a los profesionales (García Matilla llega a hablar de apartheid) Se utilizan los conceptos de «educativo» o «cultural» como cajón de sastre en el que incluir espacios sin destinatarios definidos Se elude dar acceso al medio a grupos sociales representativos.
Algunas funciones básicas del servicio público: atribuyen las siguientes funciones básicas a la televisión pública: Función de garantías democráticas (especialmente defensa del pluralismo), Función política de estímulo a la participación ciudadana, Función cultural, Función de garantía de la identidad, Función de calidad de la programación y de los contenidos, Función educativa, Función social y de bienestar social, Función de equilibrio territorial, Función económica y de desarrollo, Función de motor de la industria audiovisual, Función de innovación y experimentación creativas, Función humanista y moralizadora, Función divulgadora y socializadora del conocimiento, Función estratégica de desarrollo de las comunicaciones Función de garantía del acceso universal, para todos Función de producción de la información socialmente necesaria, Función de guía y mediación ante la multiplicidad de la oferta de información, Función de equilibrio y de freno a los nuevos oligopolios comunicación– telecomunicaciones, Función de motor de los procesos de convergencia entre el sector de la comunicación y otros sectores sociales cultura, educación, salud, bienestar social, etc.
ORGANIZACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN TELEVISIVA
La programación televisiva constituye una unidad discursiva global, por encima de las unidades particulares que la integran. La acción de la programación es introducir la coherencia para que la uníón de microdiscursos se comprenda como una unidad global. Esta globalidad es la que da la identidad corporativa de un canal y la que lo diferencia del resto. Programación como obra unitaria perteneciente a la empresa o entidad programadora. El profesional individual tiene un margen de libertad, pero siempre sujeto a la planificación de la empresa (relación delicada en el aspecto periodístico por cuestiones obvias de autonomía e independencia profesional). Un programa de televisión no está terminado cuando el realizador lo entrega. Al salir al aire es posible que quede semánticamente modificado: por la continuidad (promociones, sumarios, interrupciones, suspensiones…) por su inclusión en otros programas más amplios (contenedores) por su relación con la publicidad.
-Estilos de continuidad. La continuidad da unidad y coherencia a lo emitido. Es la presencia de la emisora la que da homogeneidad a todo lo que ofrece. Es la plasmación de la personalidad de la empresa. Mediante varios niveles: Selección-compra de programas en el mercado. El elenco (actores, presentadores, colaboradores, etc.) como prototipos de la narrativa televisiva (culto a la personalidad…) Recursos con los que enlaza unos programas con otros. Cortinillas y demás recursos de empaquetado (por ejemplo, los banners de próximo programa o de “esta noche”) Autopromociones: anuncios de programas que considera de mayor nivel para su audiencia (ya sea en spots autónomos o anunciados en otros programas de la cadena, incuso en informativos), a los que se suman programas específicos.
-Modelos básicos de programación de la información en las cadenas de televisión: 1. En cadenas generalistas, de manera intermitente y continuada. Formato básico: el noticiario (telediario, telenoticias), mezclado con otros (reportajes, debates…) La información ha adquirido tal relieve que es la que impone determinados horarios y la que adquiere prioridad frente a otro tipo de contenidos. Tal prioridad lleva incluso, si es urgente, a interrumpir cualquier programa (incluso definitivamente) para transmitir la noticia producida. 2. En las cadenas informativas generalistas como la CNN, Fox News, o 24 horas, etc. Se da una combinación de diversos tipos de formatos informativos : relatos de acontecimientos en directo, reportajes en diferido, magazines mixtos y cada cierto tiempo espacios de balance global (con últimas horas) de todo lo expuesto. 3. En las cadenas informativas especializadas se da información según diversos formatos: información de bolsa, de economía en general, deportes, etc. 4. Autoprogramación: 4.1.: Información y VOD (video bajo demanda), PVR, Botón rojo, etc. ¿el cambio definitivo en la tradicional forma de entender la programación? ¿cómo afectará a la televisión en continuidad? 4.2.: Información en Internet: consumo de espectadores en canales, tanto convencionales (por ejemplo, “RTVE a la carta”) como otros medios nativos de Internet, periodísticos o no periodísticos (por ejemplo, youtube…)
-Algunas tendencias presentes y futuras en televisión: 1. Nuevas formas de tv: Canales y plataformas IPTV, user generated content (UGC), agregadores furtivos, vídeos en websites, websites de contenidos audiovisuales, web sites de cadenas de TV, videoblogs, vídeos en redes sociales, podcasts TV, video on demand, etc. 2. Cambia el concepto de emisión/programación: Del broadcasting (emisión abierta) a narrowcasting (emisión restringida) y al egocasting (autoprogramación). 3. Nuevas formas de ocio audiovisual: disponibles en una red neutral (Internet) sobre la base de programas indexados y “tag-etizados” (etiquetados). 4. Se cuestiona la cadena de valor tradicional de la televisión: se produce una transformación que afecta a la estructura económica tradicional de las industrias culturales. 5. Batallas y posicionamiento entre los grandes actores en Internet (Google, Yahoo, Youtube, Amazon, iTunes…), y con las empresas de contenido. (llama la atención que estos grandes triunfadores no produzcan contenidos) 6. Poder de los usuarios, no sólo a nivel de producción de contenidos, sino de sus recomendaciones y de sus hábitos para modificar usos y consumos (¿interactividad? ¿redes sociales? ¿comunidades de fans?, etc.) 7. Nuevas tecnologías de televisión: tanto en captación (cámaras 360º, por ejemplo) como en edición (software multimedia) y distribución/conectividad (Internet, Periscope, streaming, dispositivos móviles, etc.) que están derivando en nuevos lenguajes/géneros (documentales interactivos, por ejemplo) y nuevas rutinas de trabajo.