EL TEATRO A PARTIR DE 1936
El Siglo XX español estuvo sin ninguna duda marcado por el conflicto acaecido en la Guerra Civil. Esta se dio cuando un grupo de militares encabezados por Franco se rebelaron contra la República, dando lugar a una guerra cruel y cainita que desembocaría en una dictadura dirigida por el Gobierno General de Franco. En esta etapa España se vio aislada tanto económica como culturalmente, lo que tuvo grandes repercusiones. En los años 50 se inició la recuperación económica, en los 60 se dio un desarrollo en esa misma faceta y finalmente en 1975, tras la muerte de Franco, el rey Juan Carlos I líderó la transición hacia la democracia. Todos estos acontecimientos se vieron reflejados en el teatro de la época.
TEATRO DE POSGUERRA(1940-1950)
Teatro comercial
Buscan entretener al público y educarlo en la virtud y temas intrascendentes (celos, infidelidades…) Sus protagonistas son de la alta burguésía. Construcción y cualidades estéticas perfectas. Triunfa Jacinto Benavente con Su amante esposa y autores adictos al régimen, como Luca de Tena con Don José, Pepe y Pepito. Edgar Neville destaca en comedias amables con El baile.
Teatro de humor
De humor renovado, intelectual, de situaciones absurdas. Busca la crítica hacia la sociedad española. Jardiel Poncela busca romper con lo tradicional en lo cómico; se basa en situaciones ridículas e irónicas (Los ladrones somos gente honrada, Eloísa está debajo de un almendro).Miguel Mihura, de reconocimiento tardío, también rompe con lo tradicional proporcionando una comicidad insólita venida de asociación inverosímil de situaciones y exageraciones (Tres sombreros de copa, Melocotón en almíbar).
TEATRO DEL EXILIO
El teatro del exilio español tuvo una sorprendente fecundidad y se considera que el teatro de la posguerra español tuvo mayor repercusión en el exilio que en el propio país. Destacamos a Rafael Alberti (Noche de guerra en el museo del prado), con una literatura inteligentemente autocrítica. A su vez, destacamos el mérito de Margarita Xirgu y de Alejandro Casona (La dama del alba, Los árboles mueren de pie).
EL TEATRO SOCIAL DE LOS AÑOS 50 Y 60
Teatro preocupado e inconformista. Coincide con cierta relajación de la censura y con un público más joven, que demandan obras críticas con los problemas de España.
Sus temas son: opresión, emigración por falta de horizontes, injusticia social. Rasgos esperpénticos, símbolos y lenguaje de sainete.
Antonio Buero Vallejo: el estreno de Historia de una escalera le llevó a los escenarios, algo que era impensable para un republicano. Con esta obra se inicia un teatro existencial. Defiende la libertad, la justicia, la verdad ante cualquier opresión mediante símbolos y alegorías.
Buero Vallejo utiliza técnicas novedosas inmersivas, rompe con las técnicas realistas tradicionales y hace aparecer nuevas formas escénicas. Con El tragaluz observamos rupturas de tiempo. En En la ardiente oscuridad encontramos símbolos complejos.
Alfonso Sastre: busca la renovación del teatro español. Escuadra hacia la muerte muestra el conflicto entre un cabo (autoridad) y soldados (libertad) A partir de 1965, escribe tragedias con humor negro y elementos esperpénticos, La taberna fantástica. A su vez, es el mayor teorizador de teatro de protesta y denuncia en su obra Drama y Sociedad.
Otros autores son Carlos Muñiz con El tintero y Lauro Olmo con La camisa.
TEATRO LOS 60
En este teatro, vanguardista, destaca la teoría de Artaud, que defendía que el teatro debía ir más allá del guión, dándole gran importancia a otros elementos como el maquillaje y la puesta en escena. Coincidiendo cronológicamente con el social, es de entretenimiento y evasivo. Triunfan Alfonso Paso con Vamos a contar mentiras y Antonio Gala con Los campos del Edén. Se rompe con la tradicional división público-actores.
Fernando Arrabal: Sus obras se encuentran a medio camino entre el esperpento, el teatro absurdo y el Surrealismo. Innovador; creó el Movimiento Pánico, que concilió lo absurdo e irónico con lo surrealista. Los temas frecuentes en sus obras son la religión, la sexualidad, la política, el amor y la muerte. Destacamos de este autor El cementerio de automóviles y El arquitecto y el emperador de Asiria.
Francisco Nieva: conecta con el teatro de lo absurdo pero sin su pesimismo, pues hay esperanza de salvación. El tema esencial es la represión de la sociedad.
Tres tipos de teatro: furioso (pérdida de coherencia), de farsa y calamidad (elementos mágicos e imaginarios); y de crónica y estampa (cierto Realismo). Destacamos Pelo de tormenta y Sombra y quimerade Larra.
Por último, en esta etapa tuvo un gran desarrollo el teatro independiente, destacando Els Joglars, el TEU de Murcia y Los Goliardos.
TEATRO A PARTIR DE LOS 70
La censura (que actuaba de forma imprevisible) empezó a ser más permisiva, por lo que dio lugar a obras más innovadoras respecto a temas, enfoques y técnicas escenográficas. Se utilizan técnicas vanguardistas, como símbolos, para criticar a la dictadura. Es un espectáculo total, con participación del espectador.
En los años 70 destacan a su vez Fernando Fernán Gómez(Las bicicletas son para el verano) y Sanchís Sinisterra(¡Ay, Carmela!) y José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro).