ROMANIZACIÓN:
La romanización fue un proceso de transformación gradual de todos los habitantes de los pueblos peninsulares en ciudadanos del imperio romano, que fueron asumiendo las costumbres, organización política, jurídica y social romanas, así como su lengua, el latín.
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La organización política y administrativa:
La primera medida administrativa que introdujeron los romanos fue la división del territorio en provincias. A lo largo de su dominio, los romanos fueron fragmentando el espacio hispánico hasta llegar, en la época del Bajo imperio (S. III d.C), a dividir Hispania en 5 provincias: Tarraconensis, Cartaginensis, Baetica, Lusitania y Gallaecia. En el año 385 se creó la provincia Balearica, que se desgajó de la Tarraconensis.
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Las provincias eran consideradas territorios sometidos y explotados en beneficio de Roma. Estaban gobernadas por un pretor, asesorado y vigilado por una asamblea. A su vez, las provincias fueron divididas en conventos jurídicos, en los que había un centro para la administración de justicia. Al frente de la hacienda provincial estaba un cuestor, cuya primera ocupación era hacer un censo de los contribuyentes y de sus pertenencias para recaudar los impuestos. // Las vías de comunicación:
Para controlar el territorio, los romanos trazaron una red de comunicaciones. Con este objetivo, mejoraron las rutas existentes antes de la conquista y construyeron otras nuevas, creando una red de calzadas que abarcaba toda la Península. Con el tiempo, estas vías de comunicación se convirtieron en verdaderos ejes comerciales. La Vía Augusta fue la calzada romana más larga de Hispania, iba desde los Pirineos a Cádiz bordeando el Mediterráneo hasta Cartago Nova, desde donde se adentraba en la Bética para terminar en Cádiz; se unía con la Vía Domitia, que discurría por la costa sur de las Galias hasta Italia. La Vía de la Plata enlazaba el noroeste de la Península con Onoba (Huelva), a través de Emerita Augusta (Mérida), importante puerto fluvial a orillas del Guadiana.
Las ciudades hispanorromanas:
Las viejas ciudades fenicias y griegas se revitalizaron y muchas ciudades indígenas se transformaron, convirtiéndose en centros de las nuevas instituciones.
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Las > eran las ciudades fundadas por los romanos. De las que destacaron: Barcino (Barcelona), Caesar Augusta (Zaragoza) o Valentia (Valencia). En Hispania fueron surgiendo ciudades de plano regular, como Emerita Augusta (Mérida), Tarraco (Tarragona) o Hispalis (Sevilla). En la provincia Baetica se desarrolló un importante proceso de urbanización.
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En el curso de la romanización, las ciudades indígenas se convirtieron en ciudades romanas, de tal forma que fue desapareciendo el régimen político-administrativo prerromano. Estas ciudades podían ser: estipendiarias, conquistadas por la fuerza, estaban sometidas a un pretor y obligadas a pagar un tributo anual (estipendio); federadas, conservaban sus derechos, pero tenían que prestar auxilio a Roma y facilitar víveres; inmunes, disfrutaban de autonomía y por un privilegio especial, estaban exentas de pagar impuestos.
// Organización económica:
Debido al aumento de la producción agrícola y al desarrollo del comercio se produjo un importante crecimiento demográfico. // La posesión de la tierra era un símbolo de prestigio y de riqueza en Roma. Julio César repartió tierras agrícolas entre los colonos. La ocupación originó una explotación intensiva de sus recursos. // Se produjo un importante crecimiento de la agricultura, la construcción de canales para convertir en regadío tierras de secano y la generalización del uso de utillaje agrícola más moderno (arado romano, trillo con ruedas). Además de técnicas de abono y rotación de cultivos. // La actividad pesquera se incrementó gracia a la industria de salazones. La producción artesanal se realizaba en pequeños talleres, donde se elaboraban objetos cerámicos, orfebrería, trabajo con vidrio y mosaicos. // Completaba la economía la exportación de minerales, así como la venta de esclavos que provenían de las derrotas de las tribus indígenas. // La organización social:
La sociedad estaba formada por población libre y población esclava. // Entre los libres había diferentes grupos. El primero era el orden senatorial, constituido por senadores y grandes propietarios. Seguía el orden encuestre, integrados por aquellos que ocupaban puestos intermedios al ejército o en la administración. A continuación, estaban los decuriones, que eran los habitantes más ricos de las ciudades y, por último, la plebe, constituida por los artesanos. // Los esclavos no tenían ningún derecho ni podían acceder a la propiedad. La mayoría de ellos eran antiguos prisioneros de guerra. Sus descendientes heredaban su estatus. Realizaban trabajos duros, en las minas y el campo, aunque había un grupo privilegiado que se dedicaba al servicio doméstico. // El legado a la cultura de Roma:
En primer lugar cabe citar el patrimonio arquitectónico y artístico. Acueductos (Segovia), murallas (Lugo), puentes (Alcántara), etc., // Menos visibles pero también eficaz fue la fundación de nuevos emplazamientos de población que con el tiempo llegaría a ser núcleos urbanos. Dichos núcleos formaron una red intercomunicada a través de numerosas vías o calzadas. // Pero la herencia más importante ha sido la Lengua y el derecho. El latín llegó a casi todos los rincones de Hispania y de él derivan las actuales lenguas españolas. El derecho romano ha sido una de las fuentes que han conformado la base de las relaciones personales y contractuales en la historia española.