Enseñar y Aprender en el Aula Inclusiva y Dinámica


En el Punto de Partida: Los Conocimientos Previos

Los alumnos tienen multitud de estímulos, por eso debemos:

  • Partir de los conocimientos previos.
  • Crear un espacio inclusivo dentro del aula.
  • Permitir la expresión del alumnado.
  • Favorecer la concentración.
  • Entender el aprendizaje como un proceso personal de donación de sentido a los estímulos que se nos presentan.

Planificación Continua: Intuición e Improvisación

La planificación se conoce como un proceso continuo ligado a la práctica. Factores que afectan a la planificación:

  • La asignatura a impartir.
  • La edad de los alumnos.
  • La experiencia previa en la materia.
  • Condiciones ambientales de la clase.
  • Recursos.
  • Estado de ánimo del profesor y los alumnos.

Todos ellos requieren al maestro buenas dosis de intuición en la interpretación de los acontecimientos que ocurren en el aula, así como capacidad de improvisación instantánea ante las posibles sorpresas que surgen de manera natural en todo grupo humano.

Ejercicios preoperatorios para aumentar las posibilidades de éxito:

  • Prever posibles conexiones entre elementos: ¿cómo influye el contexto en el comportamiento de un niño?, un niño vuelve a clase después de una muerte…
  • Detectar contradicciones: ¿de qué otra manera se entiende un tema?
  • Adoptar el punto de vista del niño: ¿qué sentido tiene un contenido para el niño?
  • Evaluar el impacto emocional: ¿cómo se sienten los alumnos ante un hecho?
  • Evitar nuestro juicio: Buscar más información o apoyo externo ante una situación de incertidumbre sobre un alumno.

De la Diferencia al Aprendizaje

La variedad de contenido y tareas constituye un elemento importante para mantener la atención del grupo. El ritmo es elevado y demanda mayor esfuerzo, que se compensa con una actitud de apoyo y refuerzo. Esto implica superar concepciones previas a la atención a la diversidad, basadas en la etiquetación de los alumnos.

El maestro inclusivo pone atención en lo que puede hacer para atender a todo el grupo, organizando el aula de forma que todos puedan avanzar conjuntamente, y el fracaso se convierte en responsabilidad del profesor.

La Participación en el Aula Diversa

El aula inclusiva es aquella en la que los alumnos participan en el currículum y en toda la comunicación escolar, como un elemento de prevención de la exclusión. Es frecuente la agrupación por capacidad. Dichas agrupaciones alimentan los procesos de exclusión y adopción de los roles asignados por los docentes.

Obstáculos a la participación (elementos de exclusión):

  • Presencia de profesores auxiliares o de apoyo en el aula.
  • Recursos materiales deficientes.
  • Aulas demasiado grandes.
  • Currículum ajeno a las experiencias de los niños.
  • Mala preparación de las clases.
  • Lenguaje poco comprensible.

La organización de actividades cooperativas en el aula aumenta las posibilidades de participación y de aprendizaje de todos los alumnos, especialmente de aquellos con altas capacidades, los que proceden de culturas diferentes y presentan alguna discapacidad.

La metodología cooperativa necesita de la participación de todos los miembros del grupo para dar por finalizada la tarea. Deben trabajar conjuntamente para conseguir el éxito común. Aspectos clave en la metodología cooperativa de Johnson y Johnson:

  • Interdependencia positiva: todos los miembros del grupo se sienten conectados para la consecución de un objetivo común. Para que el grupo tenga éxito, tiene que haber éxito individual.
  • Responsabilidad individual: cada miembro del grupo tiene la responsabilidad de demostrar sus aportaciones.
  • Interacción cara a cara: los miembros del grupo se encuentran próximos y mantienen un diálogo que promueve el progreso continuo.
  • Manejo de habilidades sociales: utilización de destrezas de interacción que hacen que los grupos funcionen con eficacia (ej., respeto de turnos).
  • Evaluación continua del proceso: Los miembros del grupo valoran sus esfuerzos de colaboración y la mejora en la consecución de sus objetivos.

Hacia un Lenguaje Común entre Docentes

Una práctica muy positiva para la mejora del propio quehacer como docente consiste en la observación tanto de la propia actividad concreta como la de los otros compañeros. La formación de equipos de trabajo en los que se observe, analice, dialogue y evalúe la práctica diaria es una dinámica útil en la que se crea un lenguaje compartido y una fuente de ayudas mutuas para el profesorado. Para ello, se cuenta con diferentes técnicas de registro, donde la grabación por vídeo y la propia visualización es una actividad muy productiva. Se trata de una iniciativa cooperativa empleada también en diversas profesiones ajenas a la educación que de nuevo genera beneficios para la mejora del aula inclusiva.

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