Escuelas Filosóficas: Escolástica, Idealismo, Teoría Crítica, Racionalismo y Fenomenología


Escolástica

Indica el método usado en los estudios de filosofía y teología en las escuelas monásticas y en las universidades.

Se le asignan dos funciones: un cometido instrumental, como auxiliar de la fe y la teología; y otro autónomo, para tratar sus propios asuntos. El pensamiento escolástico reposa sobre dos pilares: la razón y la autoridad. Se trata del ejercicio de la actividad racional para llegar a la verdad religiosa. En caso de contradicción, la fe religiosa tiene primacía sobre la razón.

La escolástica estudió los temas filosóficos más importantes (lógica, ontología, teoría del conocimiento, etc.) si bien las preocupaciones fundamentales de los autores escolásticos fueron: la existencia y naturaleza de Dios, las relaciones entre filosofía y teología, entre la razón y la fe. Tomás de Aquino es el representante más destacado del movimiento escolástico. Guillermo de Ockham impulsó una nueva forma de escolasticismo, al establecer la autonomía del mundo sensible y del mundo divino.

Además de una escolástica cristiana, se dio una escolástica árabe y una judía.

La escolástica continuó siendo la filosofía europea dominante hasta el siglo XV, cuando cedió el paso al humanismo renacentista y, posteriormente, al racionalismo y al empirismo.

Idealismo

El idealismo tiene varios sentidos:

  • Que conocemos las ideas, no las cosas.
  • Que no existen las cosas, sino las ideas.
  • Que el pensamiento es prioritario sobre la realidad.

El idealismo filosófico es una teoría metafísica sobre la naturaleza de la realidad y hay diferencia entre apariencia y realidad. El idealismo mantiene que la realidad es consecuencia de la actitud cognoscitiva del sujeto. El conocimiento de la realidad depende de los actos de nuestra conciencia. El rasgo más fundamental del idealismo es tomar como punto de partida el yo.

En Descartes consiste en establecer toda evidencia en el «cogito». En Kant, con su idealismo trascendental, afirma que la mente impone a la realidad externa características que son consecuencia de la propia naturaleza de la mente. Hegel sitúa en el centro de su pensamiento al Espíritu absoluto y considera la realidad como un producto de la razón.

Teoría Crítica

Movimiento filosófico y sociológico alemán, llamado también Escuela de Frankfurt, surgido para hacer una reflexión crítica sobre la sociedad postindustrial. Max Horkheimer expuso su teoría crítica en la que quería cambiar la realidad a favor de un mundo que atienda las necesidades y capacidades de la persona. Para ello, llama la atención sobre la opresión y la explotación que no se pone de manifiesto; explica su origen; y plantea una situación liberada de la alienación actual.

La Escuela de Frankfurt ha querido ofrecer una clarificación racional sobre la estructuración que ha alcanzado la sociedad industrializada, explicado todo ello desde la razón técnico-instrumental. La teoría crítica se considera una nueva Ilustración al servicio de la liberación de la opresión económica, política e individual.

El miembro más significativo es Habermas, quien argumenta que las ciencias dependen de presupuestos ideológicos y de intereses. En contraste con esto, Habermas propone el ideal de una comunicación libre de todo dominio e interés.

La teoría crítica critica la configuración actual de sociedad como inadecuada y contraria a las exigencias y fines de la razón.

Racionalismo

Escuela filosófica que se desarrolla en los siglos XVII y XVIII. Sus máximos representantes son Descartes, Spinoza y Leibniz, aunque como actitud epistemológica podemos remontarlo a la filosofía de Platón y a la mayéutica socrática. El racionalismo, a diferencia del empirismo, entiende que el instrumento epistemológico fundamental es la razón y desconfía del conocimiento adquirido por la vía sensible, ya que puede resultar engañoso. Defiende el conocimiento a priori, es decir, sin experiencia sensible, y la existencia de ideas innatas que el individuo posee en su interior desde el momento de su nacimiento. Por eso, defiende la introspección como método de conocimiento. Descartes, a través de su duda metódica universal, buscará una verdad que resulte innegable sobre la que fundamentar toda su filosofía. Para Descartes, tal como establece en su Discurso del método, esa verdad es la propia existencia del sujeto como sustancia pensante, lo que expresa su conocida frase, “cogito ergo sum”.

Fenomenología

Movimiento filosófico fundado por Edmund Husserl. Busca una filosofía que empiece de cero. La fenomenología aspira al conocimiento estricto de los fenómenos, entendiendo por fenómenos las cosas tal y como se muestran y se ofrecen a nuestra conciencia. El lema es “volver a las cosas mismas” y su perfección se halla en saber mirar.

El método fenomenológico consiste en reducir la realidad a condición de fenómeno, consta de 3 fases:

La “epojé” o reducción fenomenológica

Consiste en dejar en suspenso cualquier juicio sobre los objetos.

La “Reducción eidética”

Consiste en captar la pura esencia de algo en la conciencia pura del sujeto que conoce (prescindir de los elementos empíricos y obtener sus formas).

La “Reducción trascendental”

Consiste en reducir a un nivel superior lo eidético. Primero con la desaprobación de la ciencia y luego encontrando el mundo de la realidad vivida, la cual la ciencia no engendra. Así, esta reducción nos lleva a la vida cotidiana.

El tema más característico de la fenomenología es la conciencia: ámbito en el que se muestra la realidad, los fenómenos. Por eso, una importante tarea es la descripción de las vivencias a partir de las cuales el existencialismo recogerá el análisis como punto de partida de su filosofía.

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