El Reinado de Isabel II: Moderantismo, Expansión y Crisis (1856-1868)
Vuelta al moderantismo (1856-1868) La Unión Liberal fue el partido que lideró la vida política durante los últimos años del reinado de Isabel II, alternándose en el poder con los moderados de Narváez. Esta etapa puede dividirse en:
De 1856 a 1863: El Gobierno de O’Donnell y Narváez
O’Donnell restaura la Constitución de 1845, aunque, para limitar su moderantismo, aprueba el Acta Adicional. Sin embargo, el hecho de continuar con la desamortización le enfrenta con la reina y dimite. Le sustituye Narváez y los moderados, que anulan el Acta Adicional e intentan modificar la Constitución para hacerla más moderada. Su actitud represiva obliga a la reina a destituirlo y volver a nombrar a O’Donnell. Durante este periodo se desarrollan:
- Un nuevo intento de sublevación carlista.
- Sublevaciones campesinas contra la desamortización de las zonas comunales, contra el sistema de Quintas y el impuesto sobre el consumo.
- El desarrollo de una política exterior expansionista, situándose en cuatro zonas: expedición a la Conchinchina (Vietnam), expedición junto con Francia a México, intento de reincorporación de la Isla de Santo Domingo y la Guerra de Marruecos.
De toda esta política exterior no se consiguió recuperar el prestigio español internacional. Esto, sumado a los enfrentamientos personales, provocó la caída de O’Donnell.
Castilla-La Mancha en el Siglo XIX: Guerras Carlistas y Desamortización
El territorio de Castilla-La Mancha en la época de Isabel II La Primera Guerra Carlista se inició en Talavera de la Reina en 1833. Los carlistas realizaron invasiones en La Mancha y en los Montes de Toledo, aunque la amenaza carlista más seria provino de las tropas del General Cabrera, que amenazó Guadalajara, Cuenca y Albacete. Las regencias de Mª Cristina y Espartero, nacido en Granátula de Calatrava, abrieron el camino hacia las reformas liberales en nuestra comunidad. También en 1833 se realizó una nueva reforma territorial y administrativa, sentándose las bases de la actual división provincial española. De esta forma, Toledo y Cuenca cedieron muchos territorios a otras provincias. Guadalajara y Ciudad Real aumentaron su superficie, mientras que Albacete apareció como nueva provincia. La desamortización de Mendizábal afectó principalmente a la provincia de Toledo, que también se vio afectada por la desamortización civil de Madoz.
Oposición al Régimen Franquista y Castilla-La Mancha bajo la Dictadura
Oposición Política al Régimen Franquista
La oposición política al régimen franquista y Castilla-La Mancha bajo la dictadura franquista. A partir de 1960, la oposición política y social al régimen se incrementó y empleó nuevas formas de lucha, especialmente en el interior del país. Esta oposición se realizó desde diversos ámbitos, unos ya existentes y otros nuevos.
En cuanto a la protesta del mundo obrero, se produjo un aumento de huelgas, apoyadas por aquellos sindicatos no reconocidos por el régimen, como Comisiones Obreras (CC.OO.), que surgió entre 1962 y 1966 en varias regiones españolas y dentro de la propia organización sindical vertical del franquismo. Estas huelgas se intensificaron a partir de 1967, sobre todo en País Vasco, Asturias, Barcelona y Madrid, sobre todo en el sector metalúrgico. A las reivindicaciones de carácter laboral se incorporaron, además, las de contenido político. Esto hizo que CC.OO. se aproximara al PCE. Junto a CC.OO. destacan otros sindicatos como Unión Sindical Obrera (USO). La UGT no recuperó parte de su influencia hasta 1976. La protesta universitaria también fue en aumento, más relevantes tras 1965.
Crisis del Reinado de Isabel II y el Pacto de Ostende (1864-1868)
De 1864 a 1868: Estos últimos años del reinado de Isabel II demuestran un desgaste de la Unión Liberal. Los partidos progresista, democrático y republicano reclaman un cambio de régimen. Pero como no pueden participar en la vida parlamentaria, recurren a la sublevación desde todos los sectores. Por un lado, el sector estudiantil provocó disturbios y enfrentamientos en la conocida como Noche de San Daniel, donde mueren nueve personas. Por estos sucesos, Isabel II cesa a Narváez y coloca de nuevo a O’Donnell. En 1866 se producen pronunciamientos como el de Madrid, encabezado por Prim, y la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil. El ejército realiza una represión. Ante las críticas, sustituye a O’Donnell por Narváez. En agosto de 1866, los partidos progresista, demócrata y republicano firman el Pacto de Ostende, en el cual acuerdan derrocar a Isabel II y convocar cortes constituyentes por sufragio universal, donde se decidirá la nueva opción de gobierno: monarquía o república. A este pacto se le uniría un año más tarde la Unión Liberal con el General Serrano tras la muerte de O’Donnell, con la condición de respetar la monarquía. Esto conlleva al enfrentamiento con la reina en un conflicto militar, el cual acabará con el reinado de Isabel II.