España en la Posguerra: Autarquía, Aislamiento y Transición (1939-1975)


La España de Posguerra: Autarquía y Aislamiento (1939-1950)

En 1939, España era un país arruinado. Diezmada demográficamente, el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población. La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en la Italia mussoliniana y consolidado en la Alemania de Hitler: el intervencionismo del Estado.

El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para mejor controlar la exangüe industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior.

El Fracaso de la Autarquía

Los años de la posguerra marcaron una tremenda regresión en el terreno económico. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de una vuelta atrás histórica: el sector primario volvió a superar el 50 por ciento de la renta nacional.

Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje.

Fin de la Autarquía y Apertura Internacional (1950-1959)

El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que, desde los inicios de los años cincuenta, se produjera un giro en la política económica. Se aplicó una cierta liberalización, aunque tímida. Estas medidas trajeron una cierta expansión económica. Finalmente, en 1954 se superó la renta por habitante de 1935. Se ponía fin a veinte años perdidos en el desarrollo económico español.

La Guerra Fría y el consiguiente cambio en la política internacional norteamericana propiciaron que, desde 1951, comenzara a llegar ayuda económica estadounidense.

El Plan de Estabilización de 1959

El incipiente desarrollo trajo, sin embargo, una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco, tras veinte años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959.

El Fin del Aislamiento y los Acuerdos con Estados Unidos

Se puede afirmar que el inicio de la Guerra Fría salvó al régimen de Franco. La hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional norteamericana. En el interior eran los tiempos de la histeria anticomunista propiciada por el senador McCarthy. En 1950, la ONU, a instancias de EEUU, recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio, España recibió una ayuda económica, aunque no comparable a la que recibieron otros países europeos con el Plan Marshall. También en 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede.

Cambios Legislativos Insuficientes

A fin de mejorar su imagen exterior y demostrar un talante aperturista, el régimen aplicó pequeños e insuficientes cambios legislativos, que no cambiaron para nada su esencia dictatorial:

  • Ley de Prensa de 1966: Aprobada por el entonces ministro de Información, Manuel Fraga. Aunque levantó algo la presión de la censura, no significó ningún avance significativo.
  • Ley Orgánica del Estado de 1966: Última de las Leyes Fundamentales del Movimiento que no trajo ningún cambio de interés.
  • Sucesión de Franco: En 1969, Franco designó como su sucesor a Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, “a título de Rey”.

El Inmovilismo Político de los Años 60 y el Auge de la Oposición

Aunque hubo profundos cambios económicos y sociales en este período, estos no se dieron en la política, lo que traería a su vez nuevos problemas al régimen:

  • La renovación y modernización de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II propició el alejamiento progresivo de Franco.
  • Resurgimiento de las tensiones nacionalistas: en 1959, un grupo de jóvenes abandonaron el PNV y crearon ETA, Euskadi ta Askatasuna, (Patria Vasca y Libertad), nueva organización nacionalista radical que optó unos años después por usar tácticas terroristas.
  • Aumento de los conflictos laborales desde 1961. Las reivindicaciones de las huelgas fueron pasando poco a poco de cuestiones laborales (salarios, jornada de trabajo) a la denuncia política (libertades sindicales y políticas).

Crecimiento de la Oposición al Régimen

Los cambios sociales y la proximidad de la muerte del dictador facilitaron la extensión de las actividades de oposición a la dictadura. Diversos movimientos de protesta confluyeron en el período final del franquismo:

  • El movimiento obrero, organizado esencialmente en torno a CC.OO. y alentado por el PCE, pasó de las reivindicaciones laborales a la concienciación política antifranquista.
  • Los movimientos nacionalistas se reforzaron en diversas capas sociales de Cataluña. En el País Vasco, junto a un cada vez más influyente PNV, ETA fue acrecentando su protagonismo con sus acciones terroristas.
  • Participando en la medida de lo posible de un contexto internacional marcado por la protesta juvenil, el movimiento estudiantil se extendió y las protestas estudiantiles alcanzaron una importante repercusión social.
  • El Concilio Vaticano II favoreció la extensión de movimientos católicos de base críticos con el franquismo que colaboraban con los partidos de oposición y el movimiento obrero. Incluso, sectores influyentes de la Iglesia Católica mostraron una creciente lejanía respecto a la dictadura.

En definitiva, sin poder derrumbar al régimen franquista, los movimientos de oposición consiguieron crear una amplia red social de contestación a la dictadura que afloraría tras la muerte de Franco y que fue clave para la transición a la democracia.

Muerte de Franco y Transición a la Democracia

La vida del dictador terminó en un contexto complejo y conflictivo:

  • El enfrentamiento con la Iglesia llegó a extremos que hubieran sido inconcebibles unos años antes. Ante la amenaza de expulsar de España a Añoveros, obispo de Bilbao que había publicado una pastoral defendiendo la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco, el Vaticano contestó con la advertencia de que tal expulsión significaría la ruptura del Concordato y la excomunión de quien lo llevara a cabo.
  • En septiembre de 1975, tras un juicio militar, fueron condenados a muerte y ejecutados cinco militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico – organización terrorista creada dos años antes) y de ETA. De nuevo, hubo grandes protestas internacionales.
  • El rey marroquí Hassan II organizó la Marcha Verde, reclamando el Sahara occidental español. En el momento en que se iniciaba la agonía de Franco, el gobierno cedió y, violando el mandato de la ONU, España cedió su antigua colonia a Marruecos y Mauritania.

Finalmente, tras tres meses y medio de enfermedad, Franco murió el 20 de noviembre de 1975.

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