Espectáculos en la Antigua Roma
El Circo
El circo era un recinto alargado con gradas para los espectadores y una pista (arena) dividida por un muro central (spina). El circo más antiguo e imponente de Roma era el Circo Máximo, con un aforo de más de 385,000 espectadores.
Los juegos comenzaban con un desfile inaugural (pompa) por las calles de Roma, desde el Capitolio hasta el Circo Máximo, encabezado por el magistrado que ofrecía los juegos. Al llegar al Circo Máximo, declaraba inaugurado el espectáculo. Estos juegos solían incluir las siguientes competiciones:
- Ludus Troianus: Simulacro de batalla entre jóvenes de la aristocracia.
- Exhibiciones ecuestres: Acrobacias a caballo realizadas por jinetes expertos (desultores).
- Carreras pedestres: Los participantes daban vueltas a la pista del circo durante horas.
- Carreras de carros: El plato fuerte de los juegos. Los carros eran tirados por dos, tres o cuatro caballos. Cada carrera consistía en dar siete vueltas a la pista alrededor de la spina central.
Estos espectáculos de carros enloquecían a la multitud, dividida en apasionadas facciones identificadas por un color: los verdes, los azules, los rojos y los blancos. Bajo estos colores latían diferentes tendencias políticas y sociales: los azules solían representar a la aristocracia, mientras que los verdes eran seguidos masivamente por las clases populares. Los aurigas podían convertirse en auténticas estrellas si conseguían muchas victorias, al igual que algunos caballos, a los que el público conocía y animaba.
El Anfiteatro
El anfiteatro se dividía en:
- Subterráneo: Galerías con salas para los gladiadores, un foso y jaulas para los animales.
- Arena: Óvalo central donde tenían lugar los espectáculos.
- Cávea: Graderío dividido en tres sectores.
En el anfiteatro se ofrecían tres tipos de espectáculos: combates de gladiadores, luchas de fieras salvajes y combates navales.
Los combates de gladiadores se convirtieron en el espectáculo preferido por los romanos. Los gladiadores se entrenaban en escuelas especiales, propiedad de un empresario (lanista), que los alquilaba o vendía al organizador de los juegos. Había varios tipos de gladiadores, según su indumentaria y armas.
Los espectáculos de animales salvajes (venationes) consistían en la exhibición de animales exóticos, luchas entre fieras y luchas entre hombres y bestias.
Los combates navales o naumaquias eran simulacros con navíos.
El Teatro
El teatro en Roma fue menos representativo que en Grecia. Las tragedias y comedias eran apreciadas sobre todo entre las clases cultas, pero el pueblo llano prefería variantes como el mimo o la pantomima. Los actores (esclavos y libertos) se agrupaban en compañías (greges), dirigidas por el dominus gregis, que interpretaba los primeros papeles y hacía de agente. Las funciones teatrales se realizaban en festivales religiosos. La algarabía durante las representaciones debía ser impresionante.
Durante los festivales solían representarse cada día una tragedia y una comedia, con mimos y otras diversiones entre actos. Excepto los mimos, las mujeres romanas solían acudir al teatro.
Hume y el Empirismo
Para Hume, el conocimiento se divide en ideas e impresiones. Los conocimientos vienen de la experiencia sensible (percepción). Las impresiones son fuertes, intensas y vitales, mientras que las ideas son imágenes débiles de las impresiones (recuerdos y razonamientos). La relación entre estos es el principio de copia.
Las percepciones se dividen en complejas, simples, sensaciones y reflexiones. La veracidad de la idea depende de su vinculación con la impresión. Para organizar la mente se usa la imaginación y la memoria (asociación de las ideas): por parecido, por continuidad espacio-temporal y por causalidad (se experimenta y se guarda en la memoria).
Las cuestiones de hecho nos llegan por la experiencia, pero la experiencia es limitada y solo da conocimientos particulares y probables (información parcial sobre la realidad).
Crítica de Hume
Crítica del concepto metafísico de inferencia causa-efecto: La causa es una conexión necesaria entre dos elementos (conjunción constante). Puede ser contradictoria, pero la repetición constante crea creencia. La ciencia empírica deja de dar conocimientos universales y necesarios; solo probabilidades. La causa es un concepto vacío sin impresión.
Crítica de la sustancia material: No proviene de ninguna impresión, por lo tanto, no es válida de fundamento mental.
Crítica de la sustancia de Dios: No proviene de ninguna impresión, por lo tanto, no es válida de fundamento mental.
Fenomenismo: La única realidad está en nuestros conocimientos y contenidos mentales derivados de las impresiones, sin importar su origen.
Escepticismo: La teología aporta solo creencias, la metafísica está vacía (no pertenece a ninguna impresión); solo creencias.
Emotivismo moral: Falacia naturalista: no podemos basar la moral en la experiencia ni en la razón. La moral se basa en los sentimientos de aprobación y bienestar, en la utilidad que demos a la sociedad y el reconocimiento que nos den.