Arquitectura Hispanomusulmana: Características Generales
A) Elementos del Arte Árabe
La arquitectura es la principal manifestación de este arte. No crean un estilo propio, sino que adaptan los ya existentes a sus necesidades, aportando una gran brillantez decorativa. Los materiales constructivos utilizados son el mampuesto y, principalmente, el ladrillo; la piedra se utiliza raramente. Los muros se recubren con yeso, prestándose a muchos efectos decorativos. Empleo del pilar de ladrillo y la columna. Hasta el siglo XIV no se crea un tipo de columna propio, que aparece por vez primera en la Alhambra. Se utiliza prioritariamente el arco de herradura, añadiéndose después el de herradura apuntado, el lobulado, etc. Las cubiertas, de madera principalmente y de bóveda y cúpula, siendo característica la bóveda de mocárabes. Lo más característico del arte árabe es su exuberancia decorativa, en la que faltan las representaciones humanas y animales. Son composiciones geométricas.
B) Edificios Más Representativos
La Mezquita: Es el edificio típico de la arquitectura árabe, constituido por un gran patio con fuente central y una gran sala de oración orientada a La Meca, cuyo muro del fondo es la quibla, en el que se abre el mihrab. Junto al mihrab se halla el almimbar; al exterior destacan los minaretes o alminares.
El Palacio: Posee una parte pública y otra privada.
Evolución del Arte Hispanomusulmán
Se pueden diferenciar cuatro etapas:
Primeros Califas (Siglos VIII-X): Tras la invasión de la Península, se adoptan las formas utilizadas por los visigodos. Se utiliza el aparejo de sillería a soga y tizón, aprovechando los fustes y capiteles visigodos. El arco característico es el de herradura semicircular, aparecen los arcos lobulados, que se entrecruzan. En relación con las cubiertas, se utilizan las bóvedas de cañón, arista, gallonada y esquifada. En la decoración, aparecen los motivos geométricos de lacería y la decoración vegetal. El edificio fundamental de este período es la mezquita de Córdoba. Esta mezquita se construyó sobre el solar de una antigua iglesia visigoda, de ahí que muchos elementos de esta fueran utilizados en la construcción de la mezquita.
- Se comenzó a construir en el 786 con Abderramán I. En ese momento, su planta se organiza en 11 naves longitudinales, pilares sobre columnas enlazados con arcos de medio punto en la parte superior y con arcos de herradura en la parte media.
- En el 833, con Abderramán II, se llevó a cabo la ampliación de la cabecera, donde se introducen capiteles islámicos.
- Al siglo X corresponden las reformas más importantes de la mezquita, que se va quedando pequeña debido a la importancia que va adquiriendo la ciudad de Córdoba. Hacia mediados del siglo, Abderramán amplía el patio y construye el alminar que está dentro de la torre-campanario actual.
- Más tarde, en el 961, con Alhaquén II, se vuelve a ampliar la cabecera con arcos lobulados. En el arco del mihrab y en la bóveda se colocan bellos mosaicos bizantinos.
- Ya a finales del siglo X, Almanzor amplía la mezquita en sentido lateral añadiendo 8 naves más.
- A la última etapa del arte califal corresponde el palacio de Medina Azahara.
Reinos de Taifas (Siglo XI): Las estructuras se empobrecen, utilizándose el ladrillo y la mampostería recubiertos con yeso, los capiteles se alargan y el arco de herradura solo se utiliza en el mihrab. Edificios característicos son: el palacio de la Aljafería de Zaragoza, gran parte de la muralla de Toledo y la mezquita de las Tornerías.
Dinastías Africanas (Siglos XII-XIII): Son los almohades los principales artífices del cambio estilístico, empleando el ladrillo en las estructuras y el pilar como soporte, dejando la columna para fines decorativos. Utilizan principalmente el arco de herradura apuntado. La cubierta preferida es la bóveda de mocárabes.
Período Nazarí (Siglos XIV-XV): Durante esta etapa se acentúa el sentido estético de la arquitectura árabe; la pobreza constructiva se «oculta» con una gran riqueza decorativa. Se crea un tipo original de soporte: la columna de basa ática y fuste liso rematado con varios collarinos. El arco típico es el de herradura peraltado y angrelado. Dentro de las cubiertas, la más destacada es la bóveda de mocárabes. El edificio más importante y característico es la Alhambra de Granada, que se caracteriza por su riqueza decorativa. Llama la atención la austeridad en el exterior de la fortaleza, que contrasta con la riqueza decorativa del interior. Es característica la columna de fuste cilíndrico y el capitel de dos cuerpos. Se emplea el arco de medio punto peraltado. Son importantes las salas de mocárabes. El palacio se articula en una serie de partes: de la parte militar aún queda parte de la muralla; de la parte oficial, el Cuarto de Comares y el Patio de los Arrayanes; y de la parte privada, el Patio de los Leones.