Estrategia Competitiva de la Empresa
Lo primero es determinar dónde estamos. Hay que conocer la estructura del mercado donde compite la empresa y las oportunidades y amenazas de su entorno. Hay que valorar los recursos disponibles y sus puntos fuertes y débiles en capacidades tecnológicas, organizativas y financieras.
Lo segundo es decidir dónde queremos llegar, lo que implica establecer la visión y misión de la empresa. La visión es lo que queremos en un futuro y la misión incluye valores éticos que orientan el propósito de la empresa hacia la sociedad.
La tercera cosa es establecer cómo queremos ir. Como existen distintas estrategias, habrá que elegir cuál es la estrategia competitiva de la empresa, la forma de competir con otras empresas para lograr los objetivos y, por último, precisar cuándo, cómo y con qué recursos llegar. Una vez definida la estrategia, hay que implantarla mediante planes parciales para las distintas áreas de la empresa. Estos planes deben recoger los recursos que se destinan y las responsabilidades.
Elección de la estrategia
La estrategia competitiva persigue la búsqueda de una posición favorable en un sector determinado. La base para lograrlo es conseguir algún tipo de ventaja competitiva que permita a la empresa obtener mejores resultados que sus competidores.
Las empresas deben tomar decisiones de diferente naturaleza e importancia. Se distinguen:
- Decisiones estratégicas: Implican a toda la organización y con ellas se pretende encauzar la vida de la empresa a largo plazo. En caso de error, es difícil de subsanar.
- Decisiones tácticas: Tratan de desarrollar decisiones estratégicas a través de los diferentes planes parciales. En caso de error, es más fácil subsanar.
Obtención de Ventajas Competitivas
- Liderazgo en costes: Una empresa tiene esta ventaja cuando produce con unos costes inferiores a los de sus competidores manteniendo una calidad aceptable. Esta ventaja en costes permite a la empresa rebajar sus precios y aumentar su cuota de mercado.
- Diferenciación: Pretende lograr que el servicio ofrecido se perciba en el mercado como exclusivo. Así, los clientes están dispuestos a pagar más para obtener ese producto.
- Segmentación de mercados: Es la elección de una parte del mercado en la que la empresa se especializa, satisfaciendo las necesidades de un sector limitado, siendo más eficaz.
Responsabilidad Medioambiental
No todos los efectos que genera la empresa en el entorno son buenos. Generan bienes, servicios, riqueza… Pero también consumen energía y recursos naturales a un ritmo superior al que pueden generarse y producen residuos, contaminando a un ritmo superior del que soporta la naturaleza.
La preocupación por el medio ambiente se ha traducido en una presión a las empresas para que sean más responsables con su entorno natural y más comprometidas con un desarrollo sostenible. Se responsabiliza a las empresas, junto al crecimiento demográfico y a ciertos hábitos de consumo, de ser las que causan el deterioro medioambiental.
Todo ello se traduce en cambios en el entorno empresarial: la aparición de un consumidor ecológicamente más responsable, la promulgación de leyes medioambientales y la concentración de ciudadanos que lo tienen en cuenta. Ante estos cambios, hay empresas que adoptan una actitud positiva y creen que la responsabilidad medioambiental les hace perder competitividad. Desde una actitud estratégica, el medio ambiente se considera como una parte fundamental del entorno empresarial y, con esta actitud, se convierten los riesgos en oportunidades para que el factor ambiental no afecte negativamente a las empresas que no han reaccionado.
Economías de Escala
Todas las empresas buscarán siempre su dimensión óptima, que les permita producir con el mínimo coste posible como consecuencia de las denominadas economías de escala que se obtienen al disminuir el coste medio.
Las razones de estas economías son:
- Aspecto productivo: La gran dimensión posibilita un alto grado de mecanización y permite aprovechar y mejorar las ventajas de la división del trabajo y la especialización, con la consiguiente mejora en la destreza y habilidad de los trabajadores, además de usar equipos polivalentes, automatizar los procesos y emplear robots con máquinas con gran capacidad para realizar simultáneamente varias tareas.
- Aspecto comercial: La gran empresa reduce costes en sus compras al hacerlas a gran escala, ya que consigue mejores precios de sus proveedores. Unido a las ventajas en el aspecto productivo, le permite disponer de más recursos para promoción y publicidad. Al dedicar más recursos al conocimiento del mercado, está en mejores condiciones de renovar sus productos en función de la demanda.
- Aspecto financiero: Las grandes empresas tienen más posibilidades de acceso a las diferentes fuentes financieras y obtienen mejores condiciones, ya que su tamaño las convierte en clientes preferentes.
En conclusión, la gran empresa presenta ventajas económicas que le permiten abaratar sus costes y disminuir los precios.