Estructura y Dinámica de la Hacienda Pública: Bienes, Ingresos y Deudas


La Hacienda Pública y su Composición

La hacienda pública nacional expresa la composición económica financiera de la administración pública de un país. Está constituida por todos los bienes de la nación, las rentas o ingresos públicos y por las deudas de la nación, que conforman el activo, pasivo y patrimonio de la nación, reflejados en el balance general del país.

Bienes Nacionales

La hacienda pública está integrada por tres grandes grupos de bienes nacionales: los bienes de dominio público, los bienes de dominio fiscal y los bienes de dominio patrimonial.

Bienes de dominio público

Se refiere a todos aquellos bienes que pertenecen a la nación por derecho de país. Pueden ser de origen natural o de uso público, están asociados al territorio de un país.

Estos bienes se consideran que son todos aquellos que encierran características de inalienables e imprescriptibles, en el sentido que no pueden embargarse ni vencen con el tiempo. Son necesarios para el desarrollo y la existencia de la comunidad. El Estado no puede desprenderse de esos bienes. Por lo general, estos bienes no producen una renta estimable, por cuanto son bienes que benefician a la sociedad.

Es importante señalar que en algunos casos, el Estado ha otorgado algunos de estos bienes en comodato o concesión lo que le podría producir un pequeño beneficio monetario.

Constituyen bienes del dominio público los siguientes:

  • Las plazas, calles, puentes, caminos, puertos y faros.
  • Mar territorial, lagos, playas, ríos.
  • Museos, bibliotecas públicas, hemerotecas, observatorios
  • Las frecuencias radioeléctricas, el espacio territorial, etc.

Bienes de dominio fiscal

Son todos aquellos bienes que por sus características naturales, industriales o comerciales, producen una renta estimable al fisco nacional. Son bienes alienables y prescriptibles, en el sentido que pueden embargarse y tienen un período de vencimiento en el tiempo.

Los bienes de dominio fiscal pueden agruparse de la siguiente manera:

  • Dominio fiscal territorial: corresponde a los bienes naturales territoriales que pertenecen al país y que le podrían proporcionar un beneficio al gobierno, tales como: tierras, bosques, minas, islas, la caza y la pesca.
  • Dominio fiscal industrial: comprende a la explotación mercantil de las empresas industriales del Estado, tales como VENALUM, SIDOR, CVG, PDVSA, etc.
  • Dominio fiscal comercial: se refiere a la explotación mercantil de las empresas del Estado, tales como bancos, mercal, PDVAL, CANTV, Electricidad, etc.

Bienes de dominio patrimonial

Son los bienes que pertenecen a la nación por ser propiedad de los organismos públicos, derivados de sus actividades funcionales. Forman parte del patrimonio de la nación. Estos bienes pueden enajenarse, es decir que pueden ser factibles de operaciones comerciales de compra venta. Están representados por bienes tales como: bienes muebles, inmuebles, acciones, participaciones en empresas, depósitos bancarios, equipos, maquinarias, vehículos, computadoras y otros activos financieros.

Las Rentas o Ingresos Públicos

Los primeros vestigios de la existencia de ingresos destinados a fines comunes, se presenta en los pueblos agricultores. Son pueblos que no pueden desplazarse por su actividad en la tierra, viéndose obligados a especializar a su gente, unos trabajan la tierra y otros en la defensa de su gente y sus bienes en la guerra, los cuales necesitaban de medios para subsistir y de armamento, que tenían que proveerse del patrimonio común.

La necesidad de una hacienda colectiva, se hace indispensable en los pueblos industriales o sociedades manufactureras, no solo para atender el gasto en el que incurrían las milicias que van a la guerra o que defienden sus propiedades, sino debido a la necesidad que estos pueblos tienen de construir vías de comunicación y de pagar una administración de justicia. En la historia de la humanidad se han utilizado diversas concepciones para identificar los aportes que han hecho los asociados a sus gobiernos a fin de que estos puedan dar satisfacción adecuada a las necesidades colectivas.

En un principio los ingresos de los gobiernos provenían del botín de guerra, de las contribuciones de los pueblos aliados, de las ayudas de los súbditos, de las donaciones, de las conquistas y de los derechos y privilegios inherentes al poder.

En la medida que los Estados y los gobiernos fueron evolucionando, fueron creciendo sus necesidades y se fue expandiendo el gasto público, lo cual requirió de otras fuentes que le permitieran obtener los recursos para atender sus crecientes necesidades de estado.

Clasificación de los ingresos públicos

a. Ingresos por contribuciones: Antiguamente se acostumbraba que los particulares le dieran donaciones a los estados. En la actualidad, aunque escasamente hay personas que dejan beneficios para universidades, hospitales, fundaciones benéficas, etc. En este caso, se consideran las ayudas que reciben los países por desastres, catástrofes y terremotos.

b. Ingresos contractuales: Se refiere a todos aquellos ingresos que perciben los entes gubernamentales por la celebración de contratos por la venta y utilización de bienes públicos, tales como minas, puertos, aeropuertos, navegación, etc.

c. Ingresos ordinarios obligatorios: Son los ingresos que recibe el Estado periódicamente y que están establecidos en los presupuestos públicos. Son ingresos percibidos por el poder coercitivo y compulsivo del Estado. Se subdividen en dos grupos:

  • Ingresos de derecho privado: Ingresos recibidos por el gobierno por la explotación del dominio fiscal territorial, industrial y comercial. El Estado tiene la titularidad sobre los bienes que producen dichos ingresos. Los ingresos provienen de venta de bienes y servicios, tasas por servicios, concesiones, comodatos, etc.
  • Ingresos de derecho público: Son los ingresos percibidos por el Estado, mediante el ejercicio del poder de coerción, según el principio de soberanía fiscal. Entre estos podrían señalarse los siguientes: los impuestos, contribuciones, multas y sanciones, etc.

d. Ingresos extraordinarios: Son los ingresos que obtiene el Estado de manera ocasional, no periódica. Pueden originarse por eventos no esperados o imprevistos, tales como endeudamiento, devaluación de la moneda, indemnizaciones, diferenciales cambiarios, política monetaria, etc.

Los impuestos

El impuesto es un tributo obligatorio exigido por el Estado a las personas naturales y jurídicas para atender necesidades del servicio público, sin contraprestación o compensación directa alguna que beneficie al agraviado.

El impuesto proviene de la soberanía fiscal y financiera del Estado y es obligatorio para los ciudadanos, su destino es el pago de los servicios que el Estado presta a la sociedad y quien lo paga no puede esperar ninguna compensación.

Es importante hacer un comentario sobre la diferencia entre el impuesto y las tasas, ya que algunos autores consideran que éstas son una forma de impuesto. Al respecto, debe aclararse que el impuesto es una contribución obligatoria que no implica una retribución o compensación por parte del Estado, para con quien la paga, mientras que la tasa es de carácter voluntario, pues solamente se paga en virtud de la demanda de un servicio, es decir, por el uso y disfrute de servicios prestados por entes públicos, tales como servicios de correo, pago por estampillas, papel sellado, tasas de salida de aeropuertos, parques públicos, etc., de ello se desprende que las tasas no son impuestos, sino pagos por servicios prestados por entes del Estado, que implican una retribución a cambio del pago.

Sólo cuando las necesidades públicas y sobre todo las de los ejércitos permanentes aumentaron en tal proporción que ya fueron insuficientes las primitivas fuentes de ingresos, vinieron los tributos obligatorios sobre las personas, negocios, propiedades y consumos.

El impuesto en la forma moderna es un resultado del enorme aumento de los gastos públicos, del aumento de la riqueza y del esfuerzo universal y constante por alcanzar las normas de justicia tributaria.

La concepción moderna, le asigna a los impuestos una orientación social, una obligación inherente a la persona humana de contribuir de acuerdo con sus posibilidades económicas, no solo para el sostenimiento de la administración, sino también para todo cuanto pueda realizarse en beneficio de la comunidad. El fin que se busca con los impuestos es fiscal, buscar recursos económicos para atender a las necesidades de la sociedad.

Los impuestos pueden afectar directa o indirectamente a los agentes económicos de un país. El impuesto directo es el que grava el patrimonio y la renta personal del contribuyente por medio de una tarifa previamente establecida. El gravamen se establece sobre la persona, el capital y la renta.

Este impuesto tiene como principal característica la de no ser trasladable en la cadena de comercialización. Es uno de los sistemas tributarios más modernos, como uno de las más avanzadas conquistas democráticas.

Otra de sus características es la de establecer una estrecha vinculación entre el Estado y la persona y en épocas de depresión económica conserva cierta estabilidad, es decir su recaudación no se ve tan afectada. Entre estos impuestos se señalan: impuesto sobre la renta, impuesto sobre sucesiones, impuesto de evite y azar, impuesto al capital y propiedad, etc.

El impuesto indirecto grava por lo general a las transacciones mercantiles, tales como las importaciones, los consumos y la transmisión de la propiedad, su característica es la de ser trasladable, es decir, se trasladan al precio de los bienes y servicios que se comercializan en el mercado.

A diferencia del impuesto directo, el indirecto carece de flexibilidad y es el primero en afectarse en épocas de crisis y depresión. En cambio en tiempos de bonanza alcanza los más altos niveles de recaudación. Entre estos impuestos se señalan los siguientes: aranceles, IVA, impuesto a las ventas, impuestos a los licores y cigarrillos, impuestos municipales, etc.

Caso: Los paraísos fiscales

Los grandes capitales que no pueden justificar su origen presionan para que se desarrollen formas que les permita mover y utilizar esos grandes recursos. Es así como nacen los paraísos fiscales que son centros financieros que gozan de baja vigilancia y control de los movimientos de capitales.

Los paraísos fiscales surgen por el afán de los capitales de evitar el pago de impuestos y su función es ocultar el origen de los granes depósitos bancarios. Los bancos nacionales crean filiales conocidas como OFF SHORE, para realizar operaciones que no se reflejen en su contabilidad.

Los paraísos fiscales conllevan grandes riesgos para los inversionistas que en muchos casos adquieren títulos hipotecarios sin garantía emitidos por las instituciones off shore sin control del Estado, generando la quiebras de las instituciones que adquieren esos títulos.

La elusión

La elusión es una forma de evadir o evitar el pago de los impuestos. Por lo general, los impuestos no son siempre aceptados económicamente, por lo que están obligados a pagarlos. Esta situación conlleva a la aparición de los siguientes fenómenos: La evasión, remoción y la traslación, como formas de elusión del impuesto.

La evasión es la forma de eludir el impuesto, ocultando o alterando la obligación tributaria causada formalmente, por lo que se paga en menor cuantía la obligación a la debida, disminuyendo el recaudo para el fisco. Para que el fisco nacional pueda recuperar la parte evadida, debe diseñar adecuadas estrategias de fiscalización y recaudación.

La remoción y la traslación son formas de eludir el pago de un impuesto sin que necesariamente disminuya su recaudación ni se afecte la equidad fiscal, por lo que la evasión es violatoria de la ley, estas dos formas de elusión no violan las leyes impositivas.

La remoción del impuesto, se configura cuando el contribuyente potencial cambia de actividad económica o de consumo para evitar el gravamen sobre determinada materia imponible. El agente económico se dedica a otra actividad menos gravada o que este exenta de impuesto, en el caso de los impuestos directos; o disminuye el consumo de los bienes gravados o consume menos artículos que están pechados o exentos del impuesto, en el caso de los impuestos indirectos.

La remoción se convierte en un problema grave, cuando debido al exceso de presión fiscal se produce emigración de personas o fuga de capitales, de esta manera buscan salirse de la presión impositiva en perjuicio de la economía.

La traslación de un impuesto es otra forma de eludir la carga fiscal, por el traspaso de su importe hecho por el sujeto obligado a otro u otras personas, no es ilegal, ya que no disminuye la recaudación del tributo, es el caso de los impuestos indirectos. De acuerdo con la dirección que tome la traslación (adelante o atrás), será progresiva o regresiva. La progresiva va del productor al consumidor y se traduce en una restricción de la oferta o aumento de los precios. La regresiva, va del consumidor al productor y se traduce en una disminución de la demanda o reducción de los precios.

La traslación progresiva también va del oferente al demandante, del empresario o industrial a sus clientes, afectados directamente por el impuesto. Se convierte en traslación sucesiva o continua, cuando el tributo es descargado sobre un tercero por aquel sobre el cual fue trasferido, y del tercero al cuarto y así sucesivamente.

La traslación regresiva va de la demanda a la oferta, de los clientes y trabajadores a los cuales fue transferido al empresario.

El monopolio de Estado

El Estado puede ejercer dos formas de monopolio económico, el monopolio fiscal y el monopolio administrativo. El monopolio fiscal es el derecho exclusivo que el Estado se reserva para producir, explotar y comercializar un determinado bien o servicio, su objetivo primordial es obtener una renta.

Entre alguno de los monopolios más conocidos destacan: el de cigarrillos, licores destilados, salinas, loterías, gaceta oficial, imprenta nacional y municipal.

Los monopolios han sido objeto de críticas porque perturban el libre juego de la oferta y la demanda y de la libre competencia. Por lo general esta actividad aumenta la burocracia. Tienen fines netamente fiscales, no obstante en apariencia algunos se aplican con propósitos de restringir el consumo nocivo para la salud, como el alcohol y cigarrillos, pero en la práctica, el Estado los fomenta a fin de aumentar el rendimiento de las empresas para obtener una mayor recaudación.

En cuanto al monopolio administrativo, corresponde a los organismos encargados de realizar labores orientadas al bienestar de la sociedad y que tienen como fin un interés público, sin que reporten ganancia alguna al tesoro nacional, ya que los fondos obtenidos por la prestación de servicios se reinvierten para mejorar el servicio que se presta a la comunidad.

El Estado proporciona una serie de servicios a la comunidad que tienen que ver con la esencia y existencia de Estado, relacionadas con el movimiento de las personas, defensa, seguridad, identidad, nacionalidad, etc. En este sentido se mencionan las siguientes funciones de servicios a la ciudadanía: Expedición de cédulas y pasaportes de identificación, expedición de patentes de invención y autoría, registros de marcas, expedición de licencias y programas educativos, venta de explosivos, armas, municiones y portes de armas, licencias de conducir vehículos, placas de vehículos, licencias de salud, ejercicio de la medicina y odontología, certificado de ejercicio del derecho, etc.

Deudas de la nación

Las deudas de la nación corresponden a todas aquellos pasivos u obligaciones que adquiere el Estado con otros agentes económicos internos o externos. Pueden ser deudas directas y deudas indirectas.

Las deudas directas corresponden a las contraídas por:

  1. La república: Deudas reconocidas por la Asamblea Nacional de acuerdo a lo establecido en Ley de Crédito Público.
  2. El Tesoro Nacional: Compromisos por cancelar a través de la tesorería, según las ordenes de pago por la ejecución del presupuesto.
  3. El Ejecutivo Nacional: Deudas por acreencias no prescritas y otras obligaciones reconocidas por el Ejecutivo Nacional, según lo indicado en Ley de Administración Financiera y Hacienda Pública Nacional.

Las deudas indirectas son aquellas contraídas por los organismos o entes del Estado o los gobiernos locales, pero que representan obligaciones para la nación.

La política fiscal en modelos: Estáticos y dinámicos

Modelos estáticos

Según los clásicos, en los procesos económicos y sociales de un país, la hacienda pública debe tener un comportamiento neutral de tal manera que el equilibrio estático de la política fiscal permitiría la igualdad entre los ingresos y gastos presupuestados.

En este sentido señalan que la economía del gasto público y la menor sustracción posible de la ganancia del sector privado conducen al principio del equilibrio mecánico o estático del presupuesto. El Estado no puede gastar más de lo recauda, lo que lógicamente conlleva a que el presupuesto no debe liquidarse con déficit. Por otra parte, el Estado tampoco podía recaudar más de los gastos indispensables, por lo que el superávit no era admitido.

En el caso de que los gastos del Estado fueran superiores a los ingresos fiscales, debían reducirse y si éstos eran superiores a los gastos, debían rebajarse las cargas fiscales.

El impuesto se tenía como una carga y por lo tanto como un elemento perturbador de la economía, así mismo el gasto se tenía como una carga y un elemento perturbador. El gasto se consideraba destructor desde un punto de vista estrictamente económico.

Modelo dinámico

El modelo dinámico de la política fiscal señala que el presupuesto se equilibra de acuerdo a la situación coyuntural de la economía. El equilibrio entre los ingresos fiscales y el gasto, solamente se puede producir cuando la economía se encuentra en una relativa estabilidad. De acuerdo a esta concepción, mientras no se de esta situación, el presupuesto debe ejecutarse en desequilibrio, esto es con déficit o superávit fiscal.

En períodos de auge con inflación, el desequilibrio se debe ejecutar con superávit a fin de restringir las disponibilidades monetarias de la economía privada y lograr la estabilidad. Este desequilibrio se consigue aumentando los impuestos o disminuyendo el gasto público. En períodos de depresión, el desequilibrio se ejecuta con déficit, el cual debe ser cubierto principalmente con deuda externa o emisiones monetarias, a fin de aumentar la capacidad de compra de la economía y lograr recuperar la economía. Este desequilibrio se obtiene aumentando el gasto público o disminuyendo los impuestos.

El superávit financiero corresponde a una brecha inflacionaria de la economía privada por exceso de disponibilidades monetarias, por lo que es necesario que el gobierno absorba parte de ellas sin que entren al circulante, de modo que los ingresos superen a los gastos.

Ante la imposibilidad concreta para lograr el pleno empleo en una situación económica de relativo y permanente estancamiento con inflación o estanflación, la situación de los presupuestos públicos de los países capitalistas contemporáneos aun desarrollados, es la del déficit sistemático generador principal de inflación, que se busca contener con medidas de política económica de índole monetaria.

La economía Keynesiana

En los años 30 los países desarrollados estaban sufriendo una gran crisis económica que se conoció como la gran depresión. En 1936 Keynes pública su libro “Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero”. La idea básica era que una demanda agregada insuficiente era la causa del desempleo. La ciencia económica oficial estaba basada en el concepto de equilibrio entre la oferta y demanda. La nueva propuesta de Keynes se basaba en otro equilibrio, entre ingresos y gastos, entre renta y demanda agregada.

El uso continuado de las recetas Keynesianas provoco con el paso del tiempo el aumento del peso del Estado en las economías occidentales con perdidas de posición relativas para la empresa privada. Además la política fiscal resulto inerme ante la crisis de los años 70, con la coexistencia de desempleo e inflación.

Keynes consideraba que la inestabilidad de la demanda agregada era el origen de los problemas de diferentes tipos y concibió la política fiscal como el instrumento universal capaz de resolver todo. La inflación sería así, consecuencia de un exceso de demanda que podría ser resuelto extrayendo mediante impuestos parte de las rentas familiares. Pero la preocupación principal en los años 30 no era la inflación sino la deflación y el desempleo .Fue aquí donde keynes puso en acento, recomendando el aumento de los gastos públicos, aunque fuera en trabajos inútiles.

La producción potencial es el total de bienes y servicios que una economía en situación de pleno empleo es capaz de producir. Depende exclusivamente de los factores productivos, capital y trabajo, y de los conocimientos tecnológicos de que se disponga. Se considera que la producción potencial se consigue mediante un uso normal de esos factores productivos. Puede haber temporalmente una utilización a un ritmo más fuerte, mediante la que se consiga una producción algo superior a la potencial y puede que haya situaciones de desempleo de los factores en las que la producción del país será inferior a la potencial.

La producción real es la que efectivamente se produce y se vende. Coincide por tanto con la renta total que perciben los productores. Pero la producción real depende de la demanda agregada y no de la producción potencial. Si se esta produciendo más de lo que la demanda del mercado puede absorber, habrá en las empresas una acumulación no deseada de inventarios y la producción se contraerá. Si se esta produciendo menos de lo demandado, subirán los precios lo que alentará al aumento de la producción.

Como la producción real depende de la demanda agregada, puede que coincida o no con la producción potencial. Si un exceso de demanda agregada determina una producción real por encima de la potencial, el necesario mayor ritmo en la utilización de los factores productivos provocará tensiones inflacionarias.

Por el contrario, si la producción que es capaz de absorber la demanda agregada es inferior a la producción potencial habrá una infrautilización de los factores productivos, es decir, paro o desempleo. En consecuencia siguiendo con el modelo keynesiano, la demanda agregada es la variable que determinará la situación de inflación o paro de la economía.

Los ciclos económicos

Por lo general, se distinguen cuatro fases en los ciclos económicos: expansión- cima – recesión y fondo. Cuando las crisis son muy prolongadas se dice que hay una depresión, pero si es poco prolongada es recesión. SCHUMPETER clasifico los ciclos en largo, medio y corto. Hay razones externas e internas que explican la existencia de los ciclos. Las externas son los ciclos o eventos políticos y las del ciclo tecnológico. Las internas están influidas por el modelo del acelerador.

La teoría del ciclo político dice que los eventos o procesos electorales en los sistemas democráticos y el poder de los gobiernos para estimular la economía, provocan ciclos económicos de duración similar a la de los períodos legislativos. La teoría del ciclo tecnológico dice que la existencia de los ciclos largos(Kondratieff) por existir momentos en los que la conjunción de algunos descubrimientos científicos claves, permiten la aparición de un grupo de nuevos tecnologías, lo que estimula la inversión, la demanda, el empleo, etc.

Los avances en los medios de comunicación son claves en los ciclos históricos: los ferrocarriles (siglo XIX), los automóviles (principios de siglo XX) y los aviones (a partir de la 2da.guerra mundial). Actualmente estamos en la fase ascendente de un nuevo ciclo largo provocado por la tecnología informática.

El modelo del acelerador es una explicación de los ciclos económicos basada en la teoría keynesiana del multiplicador. La inversión fluctúa en mayor medida que el consumo, debido a que pequeños aumentos en el consumo provoca aumentos en la inversión en porcentajes elevados, el consumo debe continuar aumentando, si el consumo se estanca la inversión disminuye. La inversión varía más ampliamente que el consumo, es más volátil.

La inversión alta produce aumento del consumo, pero lo contrario, el consumo alto no produce aumento de la inversión. Para que haya inversión es necesario que el consumo este creciendo. Para que la inversión crezca es necesario que el crecimiento del consumo se este acelerando. Como el consumo no puede acelerarse indefinidamente, un estancamiento, aunque sea a un nivel elevado contraerá las inversiones produciendo el paso a la fase recesiva.

La curva de LAFFER

Cuando el gobierno de un país desea incrementar su capacidad de recaudación sube los impuestos. No obstante, los impuestos pueden actuar como desestabilizadores automáticos. Un aumento de los impuestos produce una disminución de la renta disponible y por tanto de la producción, por lo que se produce una disminución de la base imponible sobre la que se aplica el impuesto. Por el contrario, es posible que una disminución en el tipo impositivo provoque aumento de la renta, del consumo, de la producción y finalmente, una mayor recaudación, entonces los impuestos actúan como estabilizadores automáticos.

En el primer caso, produce un efecto renta que mide las consecuencias derivadas de la disminución de la capacidad adquisitiva de los contribuyentes. En el segundo caso, hay un efecto sustitución que mide los cambios en las decisiones que toman productores y consumidores como consecuencia del impuesto.

Estas ideas pueden representarse en la curva de LAFFER, que relaciona niveles de recaudación con el aumento de impuestos.

Recaudación

Y2——————

Y1——-

Y3————————————

t1t2t3Tipo de impuesto

Si se mide el aumento de impuestos a través de un tipo representativo t, tendría una curva como la señalada. Cuando el impuesto es “t1”, la recaudación al aplicar ese tipo de impuesto a la renta será una cantidad positiva mayor que cero (“y1”). Si se aumenta el tipo impositivo “t2”, la recaudación seguirá creciendo, pero aun ritmo menor hasta un máximo en “y2”. A partir de ese punto, cualquier intento del gobierno para aumentar el tipo de impuesto, se traducirá en un descenso de la cantidad recaudada. Para “T3” la recaudación cae hasta “y3”. Si se insiste en aumentar los impuestos llegará un momento que la recaudación será cero.

Eso se debe a que un impuesto excesivamente alto, propicia el fraude y la evasión fiscal hacia paraísos fiscales. También puede llevar a los trabajadores a sustituir trabajo por ocio.

Para un tipo impositivo alto, el efecto sustitución puede superar el efecto renta. La curva de LAFFER se ha convertido en una bandera para las corrientes defensoras del liberalismo económico que defiende la disminución de la presión fiscal.

En general podemos decir que la curva de LAFFER quiere demostrar que el gobierno debe tomar en consideración el tamaño de la economía para establecer los niveles de impuestos porque una alta presión impositiva puede hacer que la economía colapse porque no esta en capacidad de pagar más impuestos o que los agentes busquen la forma de no pagar los elevados impuestos.

Aplicación de la política fiscal

Los gobiernos por lo general aplican las recetas keynesianas en sus políticas fiscales, para alcanzar los siguientes objetivos: lograr el pleno empleo, controlar la demanda y controlar el déficit o superávit fiscal.

La política fiscal es una política económica que usa el gasto público y los impuestos como variables de control para mantener la estabilidad de la economía mediante déficit o superávit. Los keynesianos (seguidores de la política fiscal) sugieren dos formas de control para la aplicación de la política fiscal:

  1. Variación del Gasto público: El gobierno gastando más estimula la producción, lo que aumenta el empleo y sirve de dinamizador para el crecimiento del PIB.
  2. Variación de los impuestos: El Estado al bajar o subir los impuestos aumenta o disminuye las disponibilidades de ingresos, lo que afecta aumentando o disminuyendo el consumo y el ingreso nacional.

Si aumenta la renta de los consumidores (al bajar los impuestos) puede haber una propensión marginal al consumo o al ahorro. La teoría keynesiana dice que por efecto del multiplicador puede haber un estimulo al consumo. La propensión marginal al consumo o al ahorro es la proporción o porcentaje que los consumidores dedican a gastar o a ahorrar por cada unidad de ingreso adicional.

Suponiendo que la propensión marginal al consumo es 0.8, o sea que por cada 100 de ingresos los consumidores gastan 80% de sus ingresos. ¿Cuánto aumenta el producto nacional por el gasto?. Formula de calculo: Var.P = 100/(1-0.8)= 500. Una inversión inicial de 100 hace aumentar el producto nacional en 500, por el efecto multiplicador del gasto.

La política fiscal propuesta por JOHN MAYNAYD KEYNES señala que puede haber equilibrio económico aunque exista mucho desempleo. El Estado debe resolver el paro, controlando la demanda agregada.

En ese sentido se podrían aplicar dos tipos de políticas fiscales:

  1. Política fiscal expansiva.
  2. Política fiscal restrictiva.

Política fiscal expansiva

Cuando el objetivo es estimular la demanda agregada porque la economía esta en recesión y necesita un impulso para expandirse. Como resultado se tiene un déficit, con inflación.

Se aumenta el gasto público para estimular la producción y reducir el paro. Se bajan los impuestos para aumentar la renta disponible, lo que produce un mayor consumo y una mayor inversión de las empresas, produciéndose un desplazamiento de la demanda agregada en sentido expansivo. Al haber mayor gasto y menores impuestos el presupuesto público genera déficit.

Política fiscal restrictiva

Cuando el objetivo es frenar la demanda agregada porque la economía esta en período de excesiva expansión, hay necesidad de frenarla (por la alta inflación que se crea), como resultado se tiene superávit.

Se reduce el gasto público para desestimular la producción. Se suben los impuestos para que no se consuma tanto, las empresas invierten menos y así la demanda agregada se reduce y su curva se desplaza hacia la izquierda. De esta forma al haber menos gasto público y mayores impuestos el presupuesto público se coloca en superávit.




Precio

Política expansiva

—————curva de demanda

Política

Restrictiva

P2P1p3Producción

Es importante señalar que para que la política fiscal funcione se debe tener en cuenta los ciclos económicos. El caso de recesión (efecto expulsión) se aplica una política fiscal expansiva, aumentando el gasto público o se bajan los impuestos. Para financiarse el gobierno se endeuda emitiendo títulos de deuda pública, haciendo que sus precios bajen y de esta manera haciéndolos rentables.

No obstante, la inversión pública aumenta en detrimento de la privada, lo que podría afectar la producción de bienes y servicios. Si los títulos públicos los compran extranjeros, fortalece el valor de la moneda pero podrían bajar las exportaciones, porque se harían más costosas para los compradores extranjeros, lo que no es muy favorable en una situación de recesión.

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