Estudio de las Tendencias Sociales: Dirección y Proyección en el Tiempo


Tendencias Sociales según William F. Ogburn

Originalmente, la palabra tendencia hacía referencia a la dirección que toma un río; aunque este tenga varias curvas, siempre lleva una dirección general. Más adelante, comenzó a utilizarse esta palabra para expresar el curso que toman los acontecimientos, es decir, movimientos sociales como el sufragio femenino o el movimiento sindicalista. Otra palabra que también se entiende como sinónimo de tendencias es historia, o según algunos sociólogos: historia natural, para quitar importancia a héroes y grandes acontecimientos y dársela a los procesos. Al igual que la palabra evolución implicaba una sugerencia de mejora, como la evolución de la familia. El fenómeno de las tendencias sociales es un término mejor, más preciso, menos general y, por lo tanto, más apropiado para el uso científico.

Aplicación Estadística y Series Temporales

En la primera y segunda década del siglo XX, las tendencias comenzaron a usarse científicamente con la aplicación estadística y el ajuste de curvas de datos. Por ejemplo, la representación de la producción de lingotes de hierro registrada anualmente durante años, llamadas series temporales, permitió observar si hubo aumentos o disminución en algunos periodos breves, como la depresión económica o la guerra. Esta representación se hacía mediante un gráfico de barras verticales y daba lugar a la línea de la tendencia. Este método fue importante, sobre todo, para medir los ciclos económicos, ya que indicaba los altibajos de las condiciones económicas.

Naturaleza Científica y Objetividad

La naturaleza científica del estudio de las tendencias sociales se manifiesta por el hecho de que las definiciones de las tendencias son impersonales, carecen del dramatismo de las personalidades heroicas y no tienen implicaciones morales. Por ejemplo, si la tasa de natalidad disminuye, para unos puede ser lamentable y para otros es deseable, pero la línea de la tendencia no dice nada al respecto.

Adopción del Término y Estudios Relevantes

La palabra tendencia empezó a ser aceptada en 1933, debido a la publicación de varios estudios que realizó el Comité Presidencial para la Investigación sobre Tendencias Sociales. Los estudios, llamados Recent Social Trends, se empezaron a usar por los estudiantes en universidades e institutos. No todos los estudios de tendencias se basaban en la medición de las líneas de tendencias ni en las estadísticas; también se utilizó la medición cuando había datos cuantitativos, por ejemplo, crimen, familia o educación. Si no existían datos, se valoraba el concepto de la línea de tendencia. Por ejemplo, las tendencias en la religión podían describirse, pero no medirse y, aunque no sean precisas, son útiles como aproximación.

Riesgos y Limitaciones en la Interpretación

El uso popular del término de tendencias sociales es la descripción verbal. Sin embargo, cuando no existe medición estadística, el riesgo de hacer constataciones erróneas sobre las tendencias basadas en impresiones e ilustraciones es mayor. También existe la dificultad de distinguir entre la fluctuación en torno a la tendencia y la propia tendencia.

Duración y Estabilidad de las Tendencias

¿Cuánto tiempo debe pasar para llamar tendencia a un movimiento? Lo correcto es no determinar una tendencia a menos que se hayan producido en la serie temporal varios ciclos de fluctuación en torno a la línea de tendencia. Para que lo entendamos, un ciclo es una fluctuación que se mueve por encima o por debajo de la tendencia y luego se vuelve a remontar. Las líneas de tendencias son más estables si se construyen desde cinco o más ciclos. Si un ciclo promedia los tres años, entonces el periodo necesario sería quince años, aproximadamente. En algunos casos, durante muchos siglos se han producido algunas tendencias, aunque no existieran mediciones. Por ejemplo, la investigación científica ha sido ascendente durante cuatrocientos años.

Cambios Bruscos y Proyección Futura

La característica más importante de las tendencias es que raramente cambian su dirección de manera brusca y rápida. Un cambio brusco es el que se produce en menos de quince o veinte años. Por ejemplo, la sustitución del vehículo de caballos por el automóvil no se produjo rápidamente, o la inmigración a los EE. UU. Los cambios más radicales que se han producido ocurrieron en Inglaterra durante la guerra.

A raíz de esto, podemos decir que la proyección de una línea de tendencia hacia el futuro tiene fiabilidad y nos dice, con cierta probabilidad, cómo será el futuro.

Advertencias al Proyectar Líneas de Tendencias

  • La tendencia pasada debe tener cierta duración.
  • El registro de unos pocos años no es suficiente; si se tuviesen pocos años en cuenta, el error sería muy grande.
  • Cuanto más lejos se lleva la proyección, mayor es el error.

La proyección no es una predicción de cómo serán en realidad las series temporales, es solo una predicción de cómo serán las líneas de tendencia, no de las fluctuaciones en torno a esa línea de tendencia.

Aplicaciones Prácticas y Limitaciones de la Proyección

Cuando se requieren predicciones exactas, por ejemplo, la industria aérea (compra de aviones), la proyección de líneas de tendencia no satisface los requisitos. También hay miles de casos en los que no se requiere tanta precisión. En estos casos, las proyecciones de tendencias pueden ofrecernos la información que nos preocupa.

Conclusiones sobre el Significado de las Tendencias Sociales

  1. El conocimiento de las tendencias sociales nos sugiere estabilidad en la sociedad, aun cuando existan periodos de cambios sociales grandes y rápidos. Nos da seguridad; se debe disipar el temor de que en cualquier momento se pueda romper la base.
  2. En las tendencias sociales hay una suerte de inevitabilidad, es decir, un individuo no puede cambiar por su propio esfuerzo la dirección de una tendencia social, ni mucho ni rápidamente. Un conocimiento de las tendencias nos impide creer en cuentos de hadas.

Las tendencias sociales son difíciles de acelerar; lo normal es que sigan su curso. El éxito más probable es para los que se mueven a favor de una tendencia, que para los que se oponen a ella. Debemos seguir nuestros principios, tanto si están a favor como en contra de las tendencias sociales. Pero si nuestros principios nos dictan oponernos a las tendencias sociales, es necesario entender el gran esfuerzo que ello conlleva. No se debe partir de un deseo utópico; hay que ver con claridad qué tendencias existen, así nos podemos acercar de forma más realista a la planificación.

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