Europa y el Mundo a Finales del Siglo XIX: Auge de las Grandes Potencias e Imperialismo


La Gran Guerra: El Estallido de la Contienda

Francia: El Segundo Imperio

En 1851, el presidente de la República, Luis Bonaparte, dio un golpe de Estado, se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III e instauró el Segundo Imperio.

Este régimen era una síntesis de liberalismo y orden. Su prestigio se basaba en la herencia dinástica y en una política exterior agresiva. Entre 1851 y 1870, Napoleón III intervino en todas las crisis entre las grandes potencias.

La Unificación de Alemania

Tras el fracaso de 1848, el nacionalismo alemán se dividió en dos:

  • Los partidarios de la Gran Alemania, agrupada en torno a Austria, potencia católica cuyo monarca había sido emperador del Sacro Imperio hasta 1806.
  • Los que preferían una Pequeña Alemania dirigida por Prusia, potencia protestante, excluyendo a Austria.

El canciller prusiano Otto von Bismarck logró la unificación a través de una serie de guerras.

El Proceso de Unificación Alemana

La unificación se logró mediante guerras con los Estados vecinos:

  • Guerra de los Ducados (1864), que enfrentó a Austria y Prusia contra Dinamarca por la posesión de los ducados de Schleswig y Holstein, de habla alemana.
  • Guerra austro-prusiana (1866), a propósito de la administración de estos ducados. Prusia se impuso tras una corta campaña, en la que demostró su superioridad militar y consiguió la unificación del norte de Alemania.
  • Guerra franco-prusiana (1870-1871). El fortalecimiento de Prusia incrementó la rivalidad con Francia. Los prusianos vencieron a Napoleón III en la batalla de Sedán e invadieron Francia. La paz se firmó en enero de 1871.

El rey de Prusia, Guillermo I, fue proclamado káiser en el propio palacio de Versalles. El Segundo Reich o Imperio alemán tendría una estructura federal. Alemania se anexionó dos provincias francesas de lengua alemana, Alsacia y Lorena.

Reino Unido

Entre 1837 y 1901 gobernó Victoria I. La Inglaterra victoriana ostentó la indiscutible hegemonía económica a nivel mundial y expandió su enorme imperio por ultramar. Tan solo encontró competidores a finales del siglo XIX en Alemania o en nuevas potencias extraeuropeas como Estados Unidos o Japón.

Imperio Alemán

El Káiser Guillermo II

Después de la unificación, Alemania se transformó en una gran potencia. El imperio se organizó en torno a Prusia y Guillermo I. El canciller Bismarck se convirtió en árbitro de las relaciones internacionales europeas entre 1870 y 1890.

Francia

Tras la caída de Napoleón III se proclamó la Tercera República. La aprobación de la Constitución en 1875 dio paso a una época de prosperidad, estabilidad y desarrollo cultural. Se ampliaron los derechos civiles (sufragio universal masculino) y se legalizó el movimiento obrero.

Grandes Imperios

Además de las potencias occidentales, pervivían en el centro y este de Europa el imperio austrohúngaro, el ruso y el otomano, que se encontraban en un claro estado de decadencia. Además de su estructura política, económica y social, que había evolucionado muy poco a lo largo del siglo XIX.

El Nuevo Imperialismo

A partir del siglo XV, los europeos construyeron grandes imperios coloniales en ultramar, sobre todo en América. Este primer colonialismo entró en crisis tras la independencia de Estados Unidos. A comienzos del siglo XIX, la mayoría de estas colonias ya se había emancipado.

Aunque la nueva fase de expansión colonial comenzó hacia 1830, fue a partir de 1870 cuando los imperios alcanzaron su apogeo, asegurándose el dominio económico y cultural (y, en muchas ocasiones, también el control político directo) sobre el resto del mundo.

Las Causas Económicas

La Revolución Industrial proporcionó a los europeos los medios necesarios para afianzar su poder sobre el conjunto de la humanidad gracias a su superioridad técnica, organizativa y económica, sin que las sociedades tradicionales pudieran defenderse con éxito salvo que se transformaran en profundidad. Pero, además, había importantes motivos económicos que impulsaban la expansión colonial:

  • Las colonias suministraban a la metrópoli materias primas y mano de obra barata para extraerlas; a su vez, eran también mercados (que aquella aseguraba mediante medidas proteccionistas) para sus manufacturas.
  • Los europeos, que acumulaban el 60 % de las reservas de oro de todo el mundo, buscaban territorios donde poder invertir su excedente de capital para obtener la máxima rentabilidad.

Pero las redes del colonialismo se extendían también a países soberanos que adeudaban grandes capitales a los europeos, como el Imperio otomano o el chino, lo que permitía a las potencias acreedoras imponerles la política aduanera o monetaria. Europa era como un inmenso banco que cobraba las rentas de todo el planeta.

Las Potencias Centrales

De su lado entraron el Imperio otomano y Bulgaria. Los rusos atacaron a los turcos desde el Cáucaso, mientras que los aliados alentaban la rebelión de los árabes del imperio. En el interior del Imperio otomano, la persecución de las minorías cristianas que simpatizaban con los aliados desembocó en el genocidio de más de un millón y medio de civiles armenios.

El Bando Aliado

Sus principales incorporaciones fueron Italia y Rumanía. La entrada de la primera se esperaba decisiva, pero solo sirvió para abrir un nuevo y sangriento frente en su frontera nororiental con Austria.

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