Evolución de la Poesía Española del Siglo XX: Modernismo, 98, Vanguardias y Generación del 27


La Poesía Española del Siglo XX: Un Recorrido por sus Etapas Clave

La poesía española del siglo XX, hasta el estallido de la Guerra Civil, puede dividirse en dos grandes etapas: la primera abarca los movimientos modernista y noventayochista, y la segunda, el novecentismo y las vanguardias, incluyendo la generación del 27.

Modernismo: Búsqueda de la Belleza y Nuevas Formas

El término «Modernismo» se refiere a una serie de tendencias artísticas europeas y latinoamericanas que revolucionaron el arte de finales del siglo XIX y principios del XX. Como rechazo a la literatura burguesa y realista de la segunda mitad del siglo XIX, buscaban nuevas formas y la belleza ornamental. Surgió en Hispanoamérica, con el poeta Rubén Darío, y pasó por dos etapas:

  • Un Modernismo canónico, más esteticista, sensorial e influido por el parnasianismo francés.
  • Un modernismo tardío o postmodernismo, menos esteticista, más íntimo, con cierto compromiso social y humano, e influido por el simbolismo.

Esta última tendencia fue la que llegó fundamentalmente a los escritores españoles, bajo la forma de un modernismo más tardío y simbolista.

Entre los temas fundamentales de ambas tendencias modernistas se encuentran: la crisis espiritual, la evasión, el cosmopolitismo, el aristocratismo y el sentimiento amoroso.

Generación del 98: La Crisis de España y la Regeneración Nacional

El movimiento noventayochista, considerado en general como la versión española del Modernismo, presenta características propias que lo diferencian. Es un movimiento exclusivamente español, con un marcado carácter socio-político. Este grupo de autores, la Generación del 98, reaccionó ante la crisis del 98, tras la pérdida de las últimas colonias, y la crisis económica, política y social de la nación, unida a una crisis de ideas que se manifestó en la tambaleante ‘idea de España’.

En los versos de Machado y de Unamuno se denunció el atraso y la miseria del campesino castellano, reivindicando la necesidad de regeneración nacional. En cuanto a la estética, la poesía de este grupo limaba los excesos modernistas, mostrando una depuración formal: léxico menos retórico y versos más cortos.

Novecentismo y Vanguardias: Hacia una Nueva Poesía Intelectual

Alrededor de 1914, surgió en España una nueva generación de artistas e intelectuales, formados en universidades y con vocación europeísta. Influenciados por las vanguardias europeas, reaccionaron contra el sentimentalismo en el arte, proponiendo un nuevo concepto de literatura y de poesía intelectual. Se les conoce como novecentistas o Generación del 14.

Estos fueron los primeros pasos hacia un vanguardismo que tuvo sus primeras manifestaciones propias en torno a 1920 con el Ultraísmo, que supuso la ruptura con los excesos verbales del Modernismo y la incorporación en la lírica del mundo contemporáneo y urbano. Se eliminaron del poema los elementos narrativos o sentimentales, realzando la importancia de la metáfora, el humor y la sorpresa. En definitiva, el concepto del arte por el arte.

Rehumanización del Arte y la Poesía Impura

Poco a poco, los ideales de pureza de las primeras vanguardias se fueron abandonando. Tras los cambios sociales del momento, el nuevo contexto provocado por la proclamación de la República y la influencia del surrealismo francés, la poesía española sufrió un proceso de rehumanización del arte. Si en las primeras vanguardias se hablaba de poesía pura, ahora se reivindicaba una poesía impura que sirviera para liberar al hombre, como proponía el psicoanálisis de Freud, y de su alienación social, como proponía el marxismo.

Así, en los primeros años 30 se volvió a una poesía de denuncia y de contenidos sociales, expresada mediante la escritura automática, el versículo y la libertad en la creación de imágenes. Lo onírico y lo irracional se reivindicaron como material poético.

La Generación del 27: Cumbres de la Poesía Española

Los poetas que protagonizaron este panorama fueron los del llamado Grupo del 27, reunidos en torno a la Residencia de Estudiantes de Madrid. Elevaron el género poético a cumbres difícilmente superadas. Se dieron a conocer en la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Casi todos ellos tenían poemarios escritos antes de 1930, en los que combinaban magistralmente lo culto con lo popular y la tradición con la vanguardia.

En torno a 1930, el grupo sufrió la influencia del Surrealismo francés y de la poesía social y comprometida de Pablo Neruda, quien visitó Madrid en 1935 y lanzó su manifiesto “Sobre una poesía sin pureza”. En esta línea de poesía rehumanizada se ubican los primeros poemarios de Cernuda, los primeros de Vicente Aleixandre, de García Lorca y de Alberti. En un lugar aparte se encuentra la lírica amorosa de Salinas.

El Trágico Final y el Legado de la Generación del 27

El estallido de la Guerra Civil española truncó la evolución poética de esta generación, posicionada al lado del bando republicano. García Lorca fue asesinado ese mismo año, el joven Hernández murió en la cárcel en 1942 y el resto de poetas de la Generación del 27 se vieron obligados al exilio. Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso se quedaron en el llamado «exilio interior» y fueron los encargados de, esquivando la presión de la censura, apadrinar a los poetas de las siguientes generaciones, que se habían quedado huérfanos de modelos en ese panorama de devastación cultural que dejó la guerra.

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