Cultura y Sociedad: Primer Parcial
1. Función del Periodismo en la Relación Sociedad y Mundo Carcelario (Siglo XIX – Años 30)
A lo largo del texto «La imaginación del castigo», el periodismo cumple la función crucial de revelar y comunicar a la sociedad lo que acontecía dentro de los establecimientos carcelarios. Existía un interés público en conocer lo que sucedía tras los muros de las prisiones. La labor periodística experimentó una transformación significativa con el tiempo:
- Fase Inicial (Finales del Siglo XIX): Las primeras visitas periodísticas tenían un enfoque más científico. Se construía una imagen del preso como un ser monstruoso, enfatizando su sufrimiento y condiciones de vida precarias. Se utilizaba un lenguaje trivial, a veces jocoso, y se recurría a estereotipos físicos basados en la apariencia de los detenidos.
- Evolución (Hacia los años 30): Los periodistas adoptaron una perspectiva más humanista. Comenzaron a mostrar compasión por el sufrimiento de los detenidos, creando lazos de empatía con los lectores. Se presentaba a los presos como individuos marcados por sucesos desafortunados, como crímenes pasionales, entre otros.
La construcción de la Penitenciaría Nacional generó una ambivalencia moral. Se celebraba la modernidad de la edificación, pero se criticaba la aplicación de penas consideradas anticuadas, que infligían sufrimiento a los detenidos.
La abolición de la pena de muerte generó un debate público y propició que el periodismo se centrara en las historias de vida de los reclusos, mostrándolos como personas que sufrían y que habían tenido experiencias vitales difíciles.
2. Evolución del Castigo: De Damiens a los Jóvenes Delincuentes de París
El castigo de Damiens, quien sufrió tortura física y humillación pública frente a la iglesia, en una plaza, bajo un régimen monárquico absolutista, ejemplifica una forma de castigo arcaica. El poder, emanado de Dios, se manifestaba a través del castigo ejemplar, buscando infundir miedo en el pueblo y mantener la sumisión. Este tipo de castigo evolucionó debido a:
- Influencia de las ideas de la Ilustración y las Revoluciones.
- Promulgación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
- Movimientos que promovían la igualdad y la fraternidad.
Estos factores condujeron a un castigo más «refinado», enfocado en la esfera espiritual y racional del individuo. Las cárceles, con su estricta organización horaria y rutinas, simbolizadas por el tambor, buscaban generar un sufrimiento psicológico en los detenidos.
3. La Visión del Castigo Durante el Peronismo
El periodo peronista representó una reivindicación de la figura del preso. La concepción del castigo cambió radicalmente, enfocándose en el encierro con un trato más humano. Se buscaba que el detenido viviera de la mejor manera posible durante el cumplimiento de su condena. Roberto Pettinato, con experiencia previa en el sistema carcelario, impulsó una serie de reformas significativas:
- Abolición del uniforme carcelario: Se eliminó el traje a rayas, considerado denigrante para la persona.
- Cierre de la cárcel de Ushuaia: Esta medida generó gran alivio entre los detenidos, quienes ya no sufrirían las duras condiciones climáticas y laborales de ese penal.
- Implementación del peculio por accidente de trabajo: Se otorgó una compensación económica a los presos que sufrieran accidentes laborales, reconociendo su vulnerabilidad.
- Supresión de grillos: Se reemplazaron los grillos por esposas, buscando un trato más digno.
- Fomento de actividades físicas y vínculos familiares: Se promovió la práctica de deportes, la creación de canchas y piscinas, la organización de fiestas y reuniones, y se permitieron las visitas íntimas. Se implementó un régimen atenuado para facilitar la transición de la cárcel a la vida en libertad.
- Se menciona en el texto la vulneración de los derechos de los presos políticos.
- Profesionalización del servicio penitenciario: Se organizó el servicio penitenciario con una jerarquía similar a la policial, ofreciendo oportunidades de progreso y beneficios al personal.
El peronismo se enfocó en la vida del detenido como ningún otro gobierno lo había hecho antes, generando en los presos la esperanza de un cambio positivo y una mejor reinserción social.