El gallego entre 1900 y 1936
A pesar del poder político que ejercía un control continuo para oponerse a la recuperación plena de los idiomas distintos del español, en ausencia de cualquier uso oficial en la escuela, en esta época se producen algunos éxitos en la lucha por la recuperación del gallego y en contra de la asimilación a la que parecía condenado.
En 1906 se funda la Real Academia Galega, pero esto era en el plano simbólico, ya que en la práctica su trabajo era nulo. Un factor que motivó los resultados de esta fase de cultivo fue el auge del gallego en el lenguaje literario, el ensayo y la prensa, pero sobre todo en el lenguaje oral formal y en actos públicos. En varios ámbitos, como el literario, el gallego ha expandido sus áreas de uso; se desarrolló la prosa narrativa y la poesía, y se escribieron importantes ensayos y textos de divulgación, además de traducir textos extranjeros, en gran parte gracias a la revista Nós.
Nacen en este tiempo la Irmandade da Fala, el Partido Galeguista y el Seminario de Estudos Galegos, que son organizaciones monolingües en gallego. Para sus miembros, la lengua es un signo de identidad. Estas organizaciones, plenamente nacionalistas, comenzaron la lucha por la cooficialidad del gallego y su introducción en los ámbitos administrativo, judicial y educativo.
En 1936, durante la República, se ganó el plebiscito para la aprobación del primer Estatuto de Autonomía de Galicia, que reconocía al gallego como cooficial con el castellano, pero no llegó a tener vigencia, ya que la legalidad republicana fue abolida por el ejército que ganó la Guerra Civil en ese mismo año. Esto supuso un gran paso atrás y un periodo de silencio para la lengua y la cultura gallegas.
El gallego entre 1936 y 1975
Después de que las tropas franquistas ganaran la Guerra Civil española (1936-39), la dictadura militar establecida por los vencedores (con una ideología basada en el nacionalismo español extremo) llevó a cabo una fuerte represión contra la intelectualidad gallega y el gallego perdió todas las oportunidades para acceder a los ámbitos oficiales y al uso público. Es en la dictadura cuando la escuela se convierte en un gran instrumento de poder y la cultura gallega solo puede sobrevivir en la Iglesia y en el exilio americano.
A pesar de todo esto, tras el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial, el gallego se fue recuperando poco a poco. La continuación del movimiento galeguista se centró en un plan cultural de recuperación. Fueron de gran ayuda en este proceso la Editorial Galaxia (1950) y la revista Grial. En esta época se produjo un éxodo de la población rural que, unido a la castellanización por la opresión política, fueron las causas de la desaparición del gallego en las zonas urbanas. En los años 60 y 70 aumentó la actividad política ilegal, con la creación de nuevos partidos políticos nacionalistas como el PSG y también la UPG, y asociaciones culturales con el fin de divulgar la lengua y la cultura gallegas. El resultado de todo esto fue que en los años 70 surgió un fenómeno nuevo: gente que había aprendido el castellano como primera lengua comenzó a defender el gallego. Así, el gallego llegó primero a la radio gallega, a los periódicos y, de forma oficial, a la Universidad.
Galicia de 1975 al presente: Marco legal
Con la muerte de Franco en 1975 y tres años después, las Cortes aprobaron una Constitución democrática que sigue vigente hoy. En ella se establece que el gallego es cooficial con el castellano en Galicia. El gallego obtiene reconocimiento oficial en 1981 en el Estatuto de Autonomía, que establece que el gallego es el idioma propio de Galicia y que nadie podrá ser discriminado por el uso de este idioma.
En 1983 entra en vigor la Ley de Normalización Lingüística, que regula su uso en la administración y los servicios. El gallego se convirtió en la lengua oficial de la Administración autonómica (Xunta de Galicia y sus delegaciones). Es la lengua vehicular en la enseñanza obligatoria en los niveles primario y secundario, donde al menos dos asignaturas deben ser siempre en gallego. En la universidad las normas tienen validez únicamente en gallego.
En septiembre de 2004 el Parlamento aprobó el Plan General de Normalización Lingüística (con cerca de 450 medidas para potenciar el gallego) y, un año más tarde, la Xunta recomienda que la educación en Europa se imparta principalmente en gallego.
La situación es totalmente diferente en la administración estatal y otras instituciones (administración del Estado y Poder Judicial). En la Iglesia se permite su uso en las misas, pero la mayoría de los párrocos, al ser foráneos, no lo utilizan.
Cualitativamente, el gallego está presente hoy en ámbitos en los que hace años era impensable (político, institucional, cultural y universitario). Parece que su uso en relación con determinados productos comerciales tiene prestigio. Cuantitativamente, la situación es negativa, ya que el número de hablantes está disminuyendo a pasos agigantados. Se reconoce su uso por casi la mayoría de los encuestados, pero el número disminuye con la edad de los encuestados. Hasta hace poco era el único idioma del país, pero hoy ya no lo es.