Evolución y Factores de la Agricultura en España: Población, Explotación y Técnicas Agrarias


Factores Humanos de Carácter Socioeconómico en la Agricultura Española

La Población Agraria

La población agraria ocupada española ha descendido en picado durante las últimas décadas. En 1960, España tenía un 35% de población activa en este sector, mientras que hoy en día está por debajo del 5% (4,5 en 2007). Además, es una población envejecida (más del 50% tenía entre 40 y 64 años en el año 2007). No obstante, existen diferencias territoriales entre las bajas cifras de población agraria de Madrid y País Vasco, en torno al 1%, y los valores más altos de Extremadura, Murcia y Galicia, superiores al 8%. Por su parte, el envejecimiento rural es más acusado en las comunidades del interior peninsular.

La causa principal de esta situación ha sido el éxodo rural ocurrido entre 1960 y 1975. Estuvo motivado por la mecanización de las tareas agrarias y la atracción ejercida por la industria y los servicios urbanos, que provocaron el despoblamiento de las áreas rurales más atrasadas de la montaña y del interior peninsular. Desde 1975, la crisis económica desaceleró el éxodo rural e incrementó la actividad agraria a tiempo parcial.

Tendencias Demográficas Actuales en el Sector Agrario

Desde la década de 1990 se observan dos tendencias demográficas:

  • Un continuo descenso demográfico y envejecimiento en las áreas rurales más desfavorecidas. Los motivos son el crecimiento natural negativo, la emigración, la jubilación de muchos agricultores mayores y los planes de prejubilación y de abandono de la actividad, que afectan, sobre todo, a las explotaciones menos rentables y a una parte de las trabajadas a tiempo parcial.
  • Una cierta recuperación y rejuvenecimiento de las áreas rurales más dinámicas. Está relacionada con el asentamiento de inmigrantes para realizar tareas agrarias; con las nuevas actividades residenciales, industriales y de servicios en zonas rurales periurbanas y turísticas, y con las subvenciones destinadas a evitar el despoblamiento rural y a instalar a jóvenes agricultores.

Sistema de Propiedad, Tenencia y Explotación de la Tierra

La estructura agraria viene dada por el sistema de propiedad, explotación y tenencia de la tierra.

  • Las explotaciones agrarias: El espacio agrario se organiza en parcelas y explotaciones agrarias. Las parcelas son tierras con unos límites precisos pertenecientes a un propietario. Las explotaciones son el conjunto de parcelas trabajadas por un mismo productor agrario, independientemente de si están separadas entre sí o no, y de si son de su propiedad o no.
  • La propiedad es un concepto jurídico que se refiere al dueño de la tierra. En España dominan los valores extremos y son escasos los tamaños medios.
  • El régimen de tenencia es el grado de dominio del explotador sobre la tierra. La tenencia es directa cuando el propietario y el empresario son la misma persona e indirecta cuando hay una separación entre ambos y el propietario cede el derecho de uso de la tierra a cambio de un porcentaje de la cosecha –aparcería– o del pago de una renta –arrendamiento–.

Transformaciones Recientes de las Explotaciones Agrarias

Las transformaciones recientes de las explotaciones agrarias españolas afectan a su tamaño físico y al régimen de tenencia.

  • Tamaño físico de las explotaciones: Tradicionalmente, ha predominado los valores extremos y la escasez de las dimensiones medias.
    • Minifundio (menos de 10 ha): Representa el 67,6 del total (2007) y reúne solo el 9,9% de la superficie agrícola utilizada. Predomina en el norte de la Península y en la Comunidad Valenciana. En unos casos se trata de minifundios tradicionales trabajados a tiempo parcial, que generan bajos ingresos; en otros son explotaciones modernas, hortofrutícolas o bajo plástico, trabajadas a tiempo completo y mucho más rentables.
    • Latifundio (más de 100 ha): Representa el 4,9% del total (2007) y reúne el 58,0% de la superficie agraria utilizada. Predomina en Andalucía y Aragón. En el caso de los latifundios tradicionales ha supuesto desinterés del propietario, escasa inversión, cultivo extensivo, bajos rendimientos y empleo de gran número de jornaleros. Se dan sobre todo en el valle del Guadalquivir, Extremadura y al sur de Castilla-La Mancha. Las causas son el desigual reparto de la tierra desde la Edad Media (Reconquista, reparticiones y repoblamiento) y las desamortizaciones durante el siglo XIX. Las consecuencias son la existencia de numerosos jornaleros hasta hace pocas décadas, el desempleo agrario y la emigración, pero a cambio este tipo de propiedad suele ofrecer unos altos rendimientos, aunque el reparto de la riqueza sea muy desigual. Hoy día, muchos latifundios se han convertido en empresas capitalistas de altos rendimientos.
    • Mediana propiedad (De 10 a 100 ha): Se localiza en Andalucía oriental, Murcia, el País Vasco, Navarra y algunas zonas de Castilla y León. Predomina entre la que se dedica a huertas y regadío, pero también existe en lugares con un reparto equitativo y equilibrado de la tierra. Consecuencias: rendimientos de tipo medio.
  • Régimen de tenencia: En España la propiedad directa está en torno al 70% y la propiedad indirecta disminuye la aparcería y aumenta el arrendamiento, esto está en relación con el mayor nivel económico de los agricultores.
  • En la actualidad se mantienen los tamaños extremos, aunque ha disminuido el número de explotaciones y ha aumentado su tamaño medio. Las causas han sido el éxodo rural de la década de 1960, que favoreció la venta o el arrendamiento de propiedades y la política agraria de la Unión Europea, que desde la década 1990 ha fomentado las prejubilaciones y los abandonos voluntarios de la actividad agraria. Así, en 2007, el tamaño medio de las explotaciones era de 32,0 hectáreas, cifra aceptable, aunque inferior a la media europea. Además, cada explotación está constituida todavía por un alto número de parcelas, unas 10, en muchas ocasiones separadas entre sí, aunque la situación ha mejorado con la concentración parcelaria.

Factores Técnicos en la Agricultura Española

Técnicas de Producción y Sistemas Agrarios

Al conjunto de técnicas aplicadas sobre un espacio se le denomina sistemas agrarios.

Las técnicas de producción agraria y los sistemas agrarios han experimentado un progreso notable desde la década de 1960; convirtiéndose en una agricultura avanzada, caracterizada por una gran mecanización, consumo masivo de fertilizantes y energía, uso de semillas y razas selectas, piensos para la ganadería, etc.

  • La mecanización ha aumentado considerablemente desde 1950, incrementándose el número de tractores, cosechadoras, motocultores, etc., e incluso está por encima de las necesidades, dado el tamaño de las explotaciones, porque cada familia prefiere disponer de su propia maquinaria y está poco extendido el cooperativismo agrario. Es decir, hay una mecanización por encima de las necesidades reales. Las máquinas son, además, de mayor potencia.
    • El consumo de fertilizantes ha crecido también, especialmente en los regadíos, mucho más exigentes: de todas formas, su utilización es más baja que en otros países comunitarios (superamos hoy los 100 kg de fertilizantes por Ha, pero Francia supera los 200, el Reino Unido los 300 y Alemania los 400), aunque esta cifra no es nada despreciable si tenemos en cuenta la gran importancia de los secanos con cultivos extensivos.
    • La superficie regada se ha ampliado a lo largo del siglo XX, doblándose en número de hectáreas regadas. El regadío permite una agricultura intensiva de altos rendimientos, pero también causa ciertos problemas, como la utilización inadecuada de las aguas superficiales, la sobreexplotación de los acuíferos, el aumento en el consumo de fertilizantes y una creciente conflictividad por el uso del agua con otras actividades.
    • El barbecho ha disminuido por la generalización del barbecho semillado o medio barbecho, consistente en reducir el periodo de descanso mediante la siembra de una cosecha primaveral que se recoge antes del verano; también contribuye a su reducción la utilización de fertilizantes y la extensión del regadío. Sin embargo, esta tendencia tropieza hoy con las exigencias de la política comunitaria, que, para conceder ayudas a ciertos cultivos excedentarios, como los herbáceos, exige dejar en barbecho, además de la superficie normal en cada zona, otra superficie adicional, que se remunera.
    • La actividad agraria ha ido incorporando distintos avances tecnológicos: selección de semillas y de razas ganaderas, cultivos transgénicos, utilización de pesticidas, mejora de los piensos y empleo de nuevas técnicas, como el acolchado, el enarenado, el invernadero y los cultivos hidropónicos.

El resultado de todos estos avances ha sido la progresiva intensificación y el aumento de los rendimientos, que han hecho desaparecer prácticamente el sistema tradicional, basado en el policultivo y el autoconsumo, a favor de la especialización y de la venta en el mercado (sistema avanzado). Así podemos ver como en los años 80, la agricultura española fue la segunda del Mercado Común en incremento de la productividad por persona, después de Alemania.

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