El teatro anterior a 1936 tenía la máxima de servir como espectáculo, ser representado, estaba condicionado por lo comercial, ya que pretendía agradar al público que acudía a las salas, es decir la clase media-alta constituida por la burguésía. El teatro pretendía dar una respuesta a las peticiones del público, esto trajo dos consecuencias, por un lado, ideológicamente, el teatro no iba más allá de la capacidad autocrítica del público, y estéticamente se encontró una resistencia a las formas tradicionales, a las cuales les costaría llegar a escena.
Ambas consecuencias dieron como resultado una respuesta de los autores dramáticos, que se dividíó en aquellos que se resignaron a que sus obras queden relegadas a una lectura minoritaria, teatro innovador, y aquellos que resignaron las condiciones impuestas, teatro que triunfa.
El teatro que triunfa fue continuador de las formas tradicionales del S.Z.XIX, se puede clasificar en comedia burguesa cuyo máximo representante es Jacinto Benavente, el teatro en verso, donde destaca Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina y el teatro cómico, con Carlos Arniches a la cabeza.
Por su parte, el teatro innovador, aportó nuevos enfoques ideológicos desde el punto de vista técnico. Se habla de los impulsos renovadores de la generación del 27 con Lorca como representante y las experiencias teatrales de final de siglo con la generación del 98, donde destaca Valle
Inclán.
El dramaturgo, poeta y novelista Valle Inclán, evoluciona ideológicamente de posiciones conservadores a posiciones muy críticas, igual ocurríó en su literatura, ya que pasó del Modernismo canónico al expresionismo de los esperpentos.
Divinas palabras en cambio, desarrolla la miseria y la marginalidad gallegas, con borrachos, jugadores, tullidos, brujas, un enano hidrocéfalo queda huérfano y al amparo de unos familiares que lo tratan con crueldad y lo exhiben por turnos en ferias. El enano, rodeado de personas que lo emborrachan para entretenerse, acaba muriendo cruelmente.
Su segunda etapa, las farsas, aporta a Valle Inclán las raíces teatrales y las posibilidades festivas de las máscaras y el carnaval. Los bufones, disfraces y marionetas, son la alternativa a los personajes y las situaciones reales del teatro comercial. Sobre el muñeco, símbolo de la debilidad humana y su impotencia frente al destino, se impone la sátira. La caricatura, lo ridículo y lo grotesco que sirve como crítica. Esta visión de los personajes desde arriba favorece el distanciamiento hacia unas vidas artificiales cuyos hilos mueve Valle-Dios. Las farsas: Farsa infantil de la cabeza de dragón, farsa
Italiana de la enamorada del rey, farsa y licencia de la reina castiza y la marquesa rosalinda, comparten carácterísticas comunes como los personajes, la realeza o los príncipes.
Toda la producción anterior desemboca en la creación del esperpento, cuya definición consciente no se produce hasta 1920 en luces de Bohemia. Son sus personajes quienes hablan en la escena XII .
Supieso el primer intento de transformar lo grotesco en estético, porque el esperpento consiste en la deformación para ofrecer una imagen grotesca de nuestro presente. El esperpento es más que una técnica dramática, es un el modo de ver un mundo absurdo, y un medio para la denuncia de una realidad social y política contemporánea. La Caricaturización de los personajes se refleja en el lenguaje utilizado y la variedad de registros empleados, según su nivel social y cultural. Destacable las novedades en las acotaciones del autor, con las que caracteriza subjetivamente personajes y ambientes.
En luces de Bohemia escenifica los últimos momentos de la vida de Max Estrella, poeta ciego. Acompañado de su amigo fin Latino, recorre distintos espacios madrileños durante un paseo nocturno. En su viaje Max se enfrenta a la dolorosa realidad española a través del encuentro con diversos personajes, vende su capacidad para comprar un boleto de lotería, que finalmente cobrará don latino, y es encarcelado. La obra termina con la muerte de Max y el suicidio de su familia. La imagen deformada vista a través de los espejos del callejón del gato vuelve grotescos tanto el tráfico destino individual de Max Estrella como el colectivo de la sociedad española.
Los personajes principales de la obra son Max estrella, héroe tráfico que debe enfrentarse a su destino bohemio y antiburgués, don Latino, ruin y egoísta y Madama Collet y claudinita, esposa e hija de Max. El espacio de la obra ocurre en su descenso a los infiernos, Max atraviesa lugares miserables y vulgares del inframundo madrileño.
La obra tiene 15 escenas organizadas en dos partes, de la escena I/XII de estructura circular, pues la muerte une la primera escena y la última. Estas 12 escenas transcurren durante unas horas desde el Crepúsculo al amanecer del día siguiente.
Ambas consecuencias dieron como resultado una respuesta de los autores dramáticos, que se dividíó en aquellos que se resignaron a que sus obras queden relegadas a una lectura minoritaria, teatro innovador, y aquellos que resignaron las condiciones impuestas, teatro que triunfa.
El teatro que triunfa fue continuador de las formas tradicionales del S.Z.XIX, se puede clasificar en comedia burguesa cuyo máximo representante es Jacinto Benavente, el teatro en verso, donde destaca Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina y el teatro cómico, con Carlos Arniches a la cabeza.
Por su parte, el teatro innovador, aportó nuevos enfoques ideológicos desde el punto de vista técnico. Se habla de los impulsos renovadores de la generación del 27 con Lorca como representante y las experiencias teatrales de final de siglo con la generación del 98, donde destaca Valle
Inclán.
El dramaturgo, poeta y novelista Valle Inclán, evoluciona ideológicamente de posiciones conservadores a posiciones muy críticas, igual ocurríó en su literatura, ya que pasó del Modernismo canónico al expresionismo de los esperpentos.
Divinas palabras en cambio, desarrolla la miseria y la marginalidad gallegas, con borrachos, jugadores, tullidos, brujas, un enano hidrocéfalo queda huérfano y al amparo de unos familiares que lo tratan con crueldad y lo exhiben por turnos en ferias. El enano, rodeado de personas que lo emborrachan para entretenerse, acaba muriendo cruelmente.
Su segunda etapa, las farsas, aporta a Valle Inclán las raíces teatrales y las posibilidades festivas de las máscaras y el carnaval. Los bufones, disfraces y marionetas, son la alternativa a los personajes y las situaciones reales del teatro comercial. Sobre el muñeco, símbolo de la debilidad humana y su impotencia frente al destino, se impone la sátira. La caricatura, lo ridículo y lo grotesco que sirve como crítica. Esta visión de los personajes desde arriba favorece el distanciamiento hacia unas vidas artificiales cuyos hilos mueve Valle-Dios. Las farsas: Farsa infantil de la cabeza de dragón, farsa
Italiana de la enamorada del rey, farsa y licencia de la reina castiza y la marquesa rosalinda, comparten carácterísticas comunes como los personajes, la realeza o los príncipes.
Toda la producción anterior desemboca en la creación del esperpento, cuya definición consciente no se produce hasta 1920 en luces de Bohemia. Son sus personajes quienes hablan en la escena XII .
Supieso el primer intento de transformar lo grotesco en estético, porque el esperpento consiste en la deformación para ofrecer una imagen grotesca de nuestro presente. El esperpento es más que una técnica dramática, es un el modo de ver un mundo absurdo, y un medio para la denuncia de una realidad social y política contemporánea. La Caricaturización de los personajes se refleja en el lenguaje utilizado y la variedad de registros empleados, según su nivel social y cultural. Destacable las novedades en las acotaciones del autor, con las que caracteriza subjetivamente personajes y ambientes.
En luces de Bohemia escenifica los últimos momentos de la vida de Max Estrella, poeta ciego. Acompañado de su amigo fin Latino, recorre distintos espacios madrileños durante un paseo nocturno. En su viaje Max se enfrenta a la dolorosa realidad española a través del encuentro con diversos personajes, vende su capacidad para comprar un boleto de lotería, que finalmente cobrará don latino, y es encarcelado. La obra termina con la muerte de Max y el suicidio de su familia. La imagen deformada vista a través de los espejos del callejón del gato vuelve grotescos tanto el tráfico destino individual de Max Estrella como el colectivo de la sociedad española.
Los personajes principales de la obra son Max estrella, héroe tráfico que debe enfrentarse a su destino bohemio y antiburgués, don Latino, ruin y egoísta y Madama Collet y claudinita, esposa e hija de Max. El espacio de la obra ocurre en su descenso a los infiernos, Max atraviesa lugares miserables y vulgares del inframundo madrileño.
La obra tiene 15 escenas organizadas en dos partes, de la escena I/XII de estructura circular, pues la muerte une la primera escena y la última. Estas 12 escenas transcurren durante unas horas desde el Crepúsculo al amanecer del día siguiente.