LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La segunda revolución industrial tuvo su momento en la segunda mitad del Siglo XIX, especialmente entre 1870 y 1914.
Innovación e industria
La industria de los metales se vio revolucionada con la aparición de nuevos materiales como el acero que era más elástico, duro y resistente. Se utilizó para la construcción de motores más eficaces y pequeños, ferrocarriles, barcos, puentes. También aparecieron nuevos aceros como el acero cromado, niquelado o inoxidable, y el aluminio que favorecíó el nacimiento de industrias como la del automóvil, aeronáutico o armamento.
El petróleo fue adquiriendo importancia con el motor de explosión que lo usaba como combustible y con la industria petroquímica, de productos derivados de él, como los plásticos.
Los transportes y las comunicaciones
El progreso en los transportes y las comunicaciones explican fenómenos económicos y sociales muy relevantes en la historia contemporánea. Gracias a ellos se intensificó el comercio internacional y las migraciones generalizadas.
El ferrocarril siguió siendo el medio de transporte más importante. El transporte marítimo también se vio favorecido por la incorporación del acero. Los buques se hicieron más resistentes y ampliaron su capacidad.
POTENCIAS IMPERIALISTAS
Reino Unido, potencia económica y territorial
El periodo comprendido entre 1837 y 1901 se conoce como era victoriana. Su nombre viene dado por el reinado de Victoria I, y supuso un periodo en el que se alcanzó la máxima expansión territorial, se consolidó el desarrollo económico y mantuvo las instituciones tradicionales basadas en la monarquía parlamentaria. La economía británica sufríó en el último tercio del Siglo XIX un cierto declive que sin embargo no le restó potencial.
Con ella se acercó las masas al Estado y comenzaron a identificarse con el trono y las instituciones británicas.
Irlanda se encontraba unida a Gran Bretaña desde 1800 dando lugar a Reino Unido. En 1916 Irlanda quedó dividida en dos: un norte protestante fiel a Reino Unido y un sur católico contrario a Reino Unido que alcanzó su independencia en 1920.
Francia, del II Imperio a la III República
Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, accedíó a la presidencia de la república francesa en 1848, tras la revolución. El bonapartismo acaparó la política francesa hasta 1860. El poder se centraba en la figura de Luis Napoleón, los ministros eran ejecutores de las decisiones del emperador.
Tras la batalla de Sedán contra Prusia en 1870, Francia declara la III República. Una república conservadora hasta 1879 con una constitución que implantó el sufragio universal, y separación de poderes.
II Reich Alemán
Con la unificación alemana y la derrota francesa en la batalla de Sedán, nacíó el II Reich con Guillermo I como emperador alemán. La unificación favorecíó el desarrollo económico del país, gracias a la eliminación de tasas y la unificación de la moneda en el marco.
Tras la muertes de Guillermo I, Bismarck entró en desacuerdo con el nuevo káiser Guillermo II, lo que le llevó a dimitir. Tras esta etapa se intensificó el interés alemán por la expansión colonial.
Estados Unidos y Japón
La industrialización en Estados Unidos fue muy rápida, convirtiéndose a finales del Siglo XIX en la primera potencia industrial del mundo. Por un lado un importante comercio interior favorecido por el crecimiento de la población a consecuencia de las oleadas migratorias desde Europa. Además dispónía de recursos minerales, materias primas y tierra fértil que permitíó dividir el país geográficamente según la especialización regional. Se construyó una densa red ferroviaria que cruzaba el país y pronto incorporó innovaciones técnicas gracias a la concentración empresarial de los trust (fusión de empresas que se dedican a una misma actividad creando una gran corporación).
La concentración empresarial fue favorecida por el Estado que en Japón reciben el nombre de zaibatsu, que además coincidían con las grandes familias Mitsubishi, Sumimoto… La productividad logró ser muy elevada gracias a una abundante mano de obra barata.
EL IMPERIALISMO EUROPEO
En el Siglo XIX dio comienzo una fase denominada imperialismo que difería del colonialismo europeo de los siglos, XVI, XVII y XVIII.
Causas económicas
La implantación de la política económica librecambista permitíó la venta de los productos industriales en otras naciones. Las colonias se convirtieron en la solución económica, de ellas se obténía materia prima y fuentes de energía baratas y a ellas se enviaban los excedentes de mercancías y capitales de la producción industrial.
Factores políticos
No siempre las colonias fueron rentables para las metrópolis, algunas respondían más a intereses estratégicos y militares. También fue importante la búsqueda de prestigio y poder de las naciones a través de esta expansión colonial.
Factores ideológicos
El auge de los nacionalismos hizo surgir un espíritu de exaltación de la nacíón, el poder y los sueños de grandeza rememorando el pasado histórico. La raza blanca se consideraba superior y tenía la misión de civilizar a las “razas inferiores” de los países colonizados. El darwinismo social fue la teoría que sentó los cimientos a esta errónea concepción.
La religión jugó un importante papel de aculturación (proceso de recepción y adaptación de otra cultura con la pérdida de la propia). Muchos de los países colonizados perdieron sus prácticas ancestrales.
FORMAS DE DOMINACIÓN COLONIAL
La colonización de los territorios por parte de las europeos consistía en el control político, social y cultural, con el sometimiento a los intereses económicos de la metrópolis. En un principio las compañías de comercio se hicieron cargo de la administración de los territorios hasta que finalmente el Estado colonizador asumíó las funciones. Según fuera el control de las colonias podemos hablar de:
Colonias. Territorios donde la población indígena se encontraba sometido a la colonia, que implanta un gobierno y una administración europea. Fue el sistema adoptado en los territorios de África y parte de Asía. Las colonias de poblamiento llevaron consigo la llegada masiva de población europea que impusieron su lengua y formas de vida.
Se trataba de colonias de poblamiento con un sistema de autogobierno. Gozarán de completa autonomía en la política interna pero la política exterior se decidía en la metrópoli.
La potencia colonial respetaba en la teoría el gobierno y la administración indígena pero ejercía el control militar, de la política exterior y de la explotación económica.
EL REPARTO DE ÁFRICA
La colonización de África se llevó a cabo de manera vertiginosa a partir de 1870. Los primeros en colonizar el continente fueron Francia y Reino Unido. El norte del continente, Argelia y Túnez, fueron pronto protectorado francés. En Egipto los intereses franceses y británicos chocaron por el control del canal de Suez (inaugurado en 1869). El resto del continente fue poco a poco explorado durante el último tercio del siglo por exploradores y aventureros como Livingstone que remontó el río Zambeze hasta las cataratas del lago Victoria.
Franceses y belgas se enfrentarán por el control del Congo, y los alemanes se interesan por el África central.
En Fachoda se enfrentaron británicos y franceses, resolviendo el conflicto por la vía diplomática.
LA EXPANSIÓN IMPERIALISTA EN Asía
El Imperio ruso había comenzado su expansión por el Asía septentrional en el Siglo XVII. En el Siglo XIX su objetivo de expansión se dirigíó hacia el Turquestán y Manchuria. Esta expansión le granjeó la animadversión británica y japonesa, que desembocó en la guerra ruso-japonesa de 1905, siendo derrotada Rusia.
Los británicos se centraron en el control y dominio de la India. La Compañía Británica de las Indias Orientales fue haciéndose fuerte contando con el apoyo del gobierno británico y un ejército de soldados indios llamados cipayos. Tras la revuelta de los cipayos el gobierno británico suprimíó la Compañía y la India pasó a ser controlada por la metrópoli.
Su objetivo se centró en Corea, luchando contra China a la que vencíó. Enfrentándose a Rusia por el control de Manchuria en la guerra ruso-japonesa antes comentada.
China fue un objetivo muy codiciado por las potencias europeas.
EL IMPERIALISMO ESTADOUNIDENSE
Durante las primeras décadas del Siglo XIX se produjo la expansión estadounidense por el Oeste. En 1846 se enfrentó a México, saliendo vencedora EEUU y anexiónándose Nuevo México, Arizona, California. En la última década del Siglo XIX su presencia en la expansión colonial se hizo patente. Sin embargo más que razones económicas su colonialismo fue de tipo ideológico y geopolítico.
La “doctrina Monroe” defendía una América para los americanos. Con ella se rechazaba el dominio europeo en los países de Hispanoamérica, reservándose el privilegio de intervenir en el continente americano. La doctrina del “Destino Manifiesto” defendía que eran el pueblo elegido por Dios y por ello podrían apropiarse de las tierras destinadas a formar parte de EEUU.
CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
Explotación económica
La colonización buscó como primer objetivo explotar los inmensos territorios lleno de recursos naturales por el menor coste posible. Para ello los colonos se apropiaron de las tierras, expulsando a los indígenas a las zonas áridas, encerrándolos o exterminándolos como ocurríó en Australia.
Sociedad colonial
La población se vio incrementada, al mantenerse las altas tasas de natalidad e incorporar los avances médicos europeos. Esto provocó importantes conflictos políticos, sociales y étnicos que persisten hoy día.