Exploración de la Literatura Española: Desde el Realismo hasta las Vanguardias


Literatura Española: Un Recorrido por sus Movimientos Clave

T8. Novela Española desde 1975

La novela española a partir de 1975 experimentó una notable renovación, influenciada por dos fenómenos clave: la desaparición de la censura y la emergencia de una narrativa más diversa y centrada en las individualidades, en contraposición a las tendencias globales. A pesar de la transición política, autores destacados de generaciones anteriores como Miguel Delibes, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Juan Benet, Juan Goytisolo y Juan Marsé continuaron produciendo obras significativas.

En la segunda mitad de los años 70, hubo una crisis en la novela experimental y un retorno hacia una narrativa más clara y clásica, influida por la novela negra estadounidense y «Cien años de soledad» de Gabriel García Márquez. «La verdad sobre el caso Savolta» (1975) de Eduardo Mendoza se destacó como una obra representativa de esta tendencia.

Durante los años 80, se consolidó la decadencia del experimentalismo y se fortaleció la importancia de la novela negra, con autores como Manuel Vázquez Montalbán y Juan Madrid. Simultáneamente, surgieron nuevas figuras en la narrativa democrática, incluyendo a Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Soledad Puértolas, Ignacio Martínez de Pisón, Almudena Grandes, Andrés Trapiello, Juan José Millás, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Rafael Chirbes, Luis Landero y Javier Cercas.

En los años 90, destacan cuatro fenómenos principales en la literatura española: el crecimiento de la narrativa comercial, el aumento de la importancia de la novela histórica, el afianzamiento de la novela negra y el surgimiento de la autoficción. Estas tendencias se consolidan en las primeras dos décadas del siglo XX, donde también se observa un florecimiento de la novela realista que analiza críticamente la realidad española, desde la Transición hasta el Franquismo. Autores como Rafael Chirbes, Almudena Grandes, Fernando Aramburu, Edurne Portela y Sara Mesa son representativos de esta corriente realista.

Autores Destacados

  • Eduardo Mendoza: Con un estilo lúdico y sarcástico, ofrece una visión crítica de la realidad en obras como «La verdad sobre el caso Savolta» y «La ciudad de los prodigios».
  • Javier Marías: Reconocido por su estilo personal que combina narración con pasajes especulativos, destacando obras como «Corazón tan blanco» y la trilogía «Tu rostro mañana».
  • Antonio Muñoz Molina: Influido por Marcel Proust, aborda temas como el destierro y la identidad personal en una realidad hostil en obras como «El jinete polaco» y «Sefarad».
  • Rafael Chirbes: Su obra examina la historia de España desde la Guerra Civil hasta la actualidad, destacando por su crítica de los efectos políticos y económicos en los individuos, con novelas como «La larga marcha» y «Crematorio».
  • Luis Landero: Con un estilo ágil y lírico, sus obras como «Juegos de la edad tardía» y «Lluvia fina» destacan por sus personajes sólidos.
  • Javier Cercas: Con obras como «Soldados de Salamina» y «Anatomía de un instante», explora la relación entre los hechos históricos y el individuo.
  • Sara Mesa: Con un estilo depurado y frecuentes elementos poéticos, aborda temas como la libertad y las relaciones cotidianas conflictivas en obras como «Cicatriz» y «La familia».

T 5. La Generación del 27

La Generación del 27, así denominada por la conmemoración del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora en 1927, amalgama la vanguardia con la tradición literaria española. Sus características literarias comunes incluyen la influencia de vanguardias como el creacionismo, ultraísmo y surrealismo, así como un interés por los clásicos españoles y una valoración positiva de poetas precedentes como Bécquer, Rubén Darío, Machado y Jiménez.

La trayectoria de la generación se divide en tres etapas: desde sus inicios hasta 1927, influenciados por ismos como el Futurismo y el Ultraísmo; desde 1927 hasta la Guerra Civil, con la incorporación de conciencia social bajo la influencia del Surrealismo; y después de la Guerra Civil, marcada por el exilio de algunos autores y la diversificación de sus obras.

Los principales poetas del 27 son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados, y Manuel Altolaguirre, junto con Miguel Hernández. Entre las mujeres destacan las «Sinsombrero,» como Ernestina de Champourcín y Elisabeth Mulder.

Poetas Destacados

  • Pedro Salinas: Representante de la «poesía pura,» destaca con poemarios como «La voz a ti debida» y «Razón de amor.»
  • Jorge Guillén: Destacó por su breve pero excepcional obra poética, recogida en «Aire nuestro.» Su obra cumbre, «Cántico,» se distingue como un ejemplar destacado de «poesía pura,» siendo una obra maestra de la lírica española. Este poemario constituye un elogio gozoso y esencialista de la vida. El estilo característico de Guillén se define por la cuidadosa selección y depuración del lenguaje, el predominio de sustantivos para expresar la esencia de las cosas y el uso de estructuras sintácticas sencillas.
  • Vicente Aleixandre: Más surrealista, aborda la temporalidad de la existencia humana en obras como «Historia del corazón.»
  • Federico García Lorca: También dramaturgo, fusiona lo popular con lo culto, destacando en obras como «Romancero gitano» y «Poeta en Nueva York.»
  • Rafael Alberti: Inicialmente influenciado por corrientes vanguardistas, adopta un tono social con obras como «Sobre los ángeles.»
  • Luis Cernuda: Tituló su obra poética completa como «La realidad y el deseo,» explorando el conflicto entre ambos elementos. Su estilo poético único, influido por grandes poetas anglosajones y alemanes. La obra de Cernuda fusiona valores líricos con un enfoque discursivo único, estableciéndolo como una figura destacada en la lírica española.
  • Miguel Hernández: Aunque no estrictamente parte del 27, evoluciona desde neogongorino a una poesía social en obras como «El rayo que no cesa» y «Viento del pueblo.»

Teatro de Lorca

Federico García Lorca, aparte de su poesía, destaca con obras escritas en verso o prosa, como «La zapatera prodigiosa,» «Así que pasen cinco años,» y «El público.» Sus «tragedias rurales,» como «Bodas de sangre,» «Yerma,» y la obra maestra «La casa de Bernarda Alba,» reflejan el conflicto entre poder y libertad, siendo esta última una representación realista de la represión sufrida por mujeres en el ámbito rural.

El Novecentismo

El Novecentismo, también conocido como Generación del 14, surge como un movimiento literario entre el Modernismo y las Vanguardias, con una preocupación por la regeneración española. Aunque no hay una conciencia de grupo, comparten rasgos como la formación intelectual, europeísmo, liberalismo, elitismo estético e intelectual, y un experimentalismo formal.

José Ortega y Gasset, destacado filósofo, es clave en este movimiento, proponiendo que la literatura debe ser intelectual y antirrealista. Los ensayistas más importantes son Ortega y Gasset, Eugenio d’Ors, Gregorio Marañón, y Manuel Azaña. El ensayo, género especulativo, alcanza gran altura.

Autores Destacados

  • Gregorio Marañón: Médico y ensayista, se destaca en biografías con enfoque en personajes históricos y literarios, como «El Conde-Duque de Olivares. La pasión de mandar.»

Novela Novecentista

Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala son prominentes. Características incluyen distanciamiento de la realidad, cuidado formal, y relegación de elementos narrativos. Miró es conocido por novelas líricas como «Las cerezas del cementerio» y «El obispo leproso». Pérez de Ayala sobresale por su cuidado formal y visión crítica, con obras como «Belarmino y Apolonio» y «Tigre Juan».

Poesía Novecentista

Juan Ramón Jiménez, inicialmente del Modernismo, evoluciona hacia el Novecentismo. Su obra se divide en etapas: la intelectual (1916-1936), con influencia en Vanguardias y Generación del 27, destaca con «Eternidades»; y la etapa suficiente (1936-1958), en el exilio, con obras como «Animal de fondo» y la práctica del verso libre. Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura en 1956, es uno de los grandes renovadores de la poesía española del siglo XX.

Las Vanguardias

Las Vanguardias, o Ismos, fueron movimientos artísticos y literarios que surgieron entre las dos guerras mundiales, buscando revolucionar las formas artísticas y literarias. Estos movimientos abogaron por el antirrealismo, la autonomía del arte, la libertad creativa, lo ilógico, la metáfora y la importancia de los sueños.

En Europa, los principales Ismos fueron el Cubismo, Futurismo, Dadaísmo, Expresionismo y Surrealismo, este último influido por las teorías de Freud. Autores como James Joyce, William Faulkner, Virginia Woolf, Franz Kafka, Bertolt Brecht y T. S. Eliot participaron en la renovación vanguardista.

En España, Ramón Gómez de la Serna fue un pionero de la Vanguardia, con el apoyo de José Ortega y Gasset. El Creacionismo, iniciado por Vicente Huidobro, y el Ultraísmo, impulsado por Guillermo de Torre, fueron movimientos propios en España e Hispanoamérica. El Surrealismo también tuvo impacto, influyendo en autores de la Generación del 27 como Lorca, Aleixandre, Cernuda y Alberti, así como en el poeta chileno Pablo Neruda.

Autores Vanguardistas

En poesía, destacan Juan Larrea, Guillermo de Torre y el primer Gerardo Diego. En narrativa, Benjamín Jarnés, Enrique Jardiel Poncela y Ramón Gómez de la Serna fueron relevantes. En teatro, obras como «Tres sombreros de copa» de Miguel Mihura, «Así que pasen cinco años» y «El público» de Lorca, Ramón Gómez de la Serna y Enrique Jardiel Poncela mostraron tendencias vanguardistas, aunque a menudo no fueron comprendidas en su época debido al conservadurismo teatral.

  • Ramón Gómez de la Serna: Pionero de la Vanguardia en España, destacó en novelas, obras teatrales y creó las famosas greguerías.
  • Juan Larrea, Gerardo Diego y Guillermo de Torre: Contribuyeron significativamente a la poesía vanguardista.
  • Enrique Jardiel Poncela: Novelista y dramaturgo, se distinguió por su tono humorístico y la «estética del absurdo».

T 1. Realismo y Naturalismo

En la 2 mitad del siglo XIX, se produce un cambio literario significativo con la transición del Romanticismo al Realismo, primero en países como Inglaterra y Francia y posteriormente en España alrededor de 1870. Frente a la inclinación romántica por lo excepcional, los realistas, como Dickens, Balzac, y Flaubert, prefieren abordar la realidad cotidiana. En España, Fernán Caballero y Pedro Antonio Alarcón marcan esta transición desde la narrativa romántica.

El Realismo español, liderado por Galdós, Clarín, y Emilia Pardo Bazán, se caracteriza por la primacía de la novela, un intento objetivo de reproducir la realidad con una actitud crítica. El narrador omnisciente y la detallada descripción, tanto del entorno como de la vida interior de los personajes, son rasgos distintivos. Aproximadamente en 1880, el Realismo se enriquece con el Naturalismo, influenciado por Zola, aunque de manera más moderada, destacando los aspectos más sombríos de la condición humana y la influencia del entorno y la herencia biológica.

Autores Destacados

  • Emilia Pardo Bazán: Pionera del Naturalismo en España, con obras como «Los pazos de Ulloa» y «La madre Naturaleza».
  • Benito Pérez Galdós: Con obras extensas como los «Episodios Nacionales» y «Fortunata y Jacinta», refleja la España del siglo XIX con un estilo experimental y ágil.
  • Leopoldo Alas Clarín: Con «La Regenta», otra figura destacada en la exploración de la condición humana.

Poesía y Teatro

En la poesía, Ramón de Campoamor representa el prosaísmo, mientras que Gaspar Núñez de Arce se destaca por un retoricismo grandilocuente centrado en temas cívicos y políticos. En el ámbito teatral, la «alta comedia» moralizante de Manuel Tamayo y Baus coexiste con el drama neorromántico, liderado por José de Echegaray y sus temas cívicos. Galdós y otros intentan revitalizar el teatro con el drama social. Además, la zarzuela, género costumbrista que combina partes recitadas y cantadas, destaca con obras como «La verbena de la Paloma».

T 2. Generación del 98 y Modernismo

A finales del siglo XIX, ante la crisis política y cultural en España, surgieron dos movimientos literarios principales: el Modernismo y la Generación del 98. A pesar de sus diferencias, ambos compartían una visión crítica de la realidad y buscaban superar el realismo estético anterior.

El Modernismo, principalmente presente en la poesía, fue iniciado por el poeta nicaragüense Rubén Darío alrededor de 1880. Se caracterizaba por la búsqueda de la belleza y lo raro, la evasión de la realidad a través de la literatura y la preferencia por el simbolismo. Destacados poetas modernistas incluyen a Rubén Darío, Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Manuel Machado, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. En el teatro, destacaron Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa, mientras que en la novela sobresalieron Emilio Carrere y especialmente Ramón María del Valle-Inclán.

La Generación del 98, nombrada así por la derrota española ante Estados Unidos, tenía un enfoque literario más sobrio y antirretórico. Sus autores escribían una literatura de ideas, dándole importancia al ensayo, y reflexionaban sobre España, sus problemas y su historia. Los principales autores de esta generación incluyen a Azorín, Pío Baroja y Miguel de Unamuno. En poesía, Antonio Machado fue el más destacado, especialmente a partir de su obra «Campos de Castilla». En teatro, Unamuno y Azorín también incursionaron, pero el máximo exponente fue Valle-Inclán, especialmente con su obra «Luces de Bohemia».

Autores Clave

  • Rubén Darío: El poeta modernista por excelencia, influenció significativamente la literatura española con obras como «Azul» y «Prosas profanas».
  • Antonio Machado: Aunque comenzó con influencias modernistas, evolucionó hacia la Generación del 98 con obras como «Campos de Castilla».
  • Juan Ramón Jiménez: También empezó como modernista pero luego influenció a los vanguardistas y la Generación del 27.
  • Valle-Inclán y Unamuno: Pasaron del Modernismo a la visión crítica de la España contemporánea.

Otros Autores Destacados

  • José Martínez Ruiz, «Azorín»: Conocido por su estilo lírico e impresionista en novelas como «La voluntad».
  • Pío Baroja: Cuya prosa breve y precisa exploró personajes marginales y rebeldes en obras como «La busca» y «Zalacaín el aventurero».
  • Dramaturgos comerciales: Carlos Arniches, Pedro Muñoz Seca y Jacinto Benavente.

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