El Arte Abstracto: Una Revolución Artística
El arte abstracto, una corriente con diversas variantes, comenzó a tomar forma en las obras de Kandinsky alrededor de 1910. Esta corriente se caracteriza por la abstracción de la naturaleza, eliminando figuras u objetos reconocibles del lienzo. En su lugar, se presentan formas y colores libremente dispuestos. Inicialmente, la abstracción fue lírica, representada por Kandinsky. Posteriormente, buscó formas geométricas, como hicieron Mondrian y Malevich. La obra más famosa de Malevich, «Cuadrado negro sobre fondo blanco», es considerada un manifiesto del Minimal Art.
Figuras Clave del Arte Abstracto
- Kandinsky: Pintor y teórico de origen ruso, afincado en Alemania. Su carrera se desarrolló entre Múnich, Moscú y Weimar, donde fue profesor de la Bauhaus hasta su cierre en 1933. Este evento lo obligó a trasladarse a París, donde falleció. Fascinado por el colorido expresionista, adoptó conceptos musicales en la pintura, refiriéndose al “sonido de los colores”. Sus obras transmiten un gran dinamismo al contraponer líneas negras con manchas de colores brillantes y bien combinados.
- Mondrian: Fundador del movimiento holandés conocido como Neoplasticismo y de la revista De Stijl. Mondrian pretendía liberar el arte de todo lo accesorio para alcanzar el arte puro. Creó un nuevo lenguaje para sus lienzos, a los que llamó «composiciones». Estas obras se caracterizan por formas geométricas ortogonales, colores primarios y «anticolores», concebidos como un medio artístico para llegar a la esencia del universo.
El Surrealismo: Explorando el Subconsciente
El Surrealismo fue un movimiento literario, artístico y de izquierdas que nació en París en 1924. Surgió a partir del Manifiesto del francés André Breton y como una derivación del Dadaísmo. El Surrealismo, influenciado por las teorías de Freud, defendía el subconsciente, el sueño y la locura como formas de conocimiento individual y de creación artística. Esto se tradujo en imágenes, tanto pictóricas como literarias, que invitaban a la reflexión. Los principales pintores surrealistas incluyen al alemán Max Ernst, el belga René Magritte y los españoles Joan Miró y Salvador Dalí.
Maestros del Surrealismo Español
- Salvador Dalí: Artista polifacético, catalán, excéntrico y provocador. Excelente dibujante, se inició en el cubismo. Sin embargo, tras viajar a París y entrar en contacto con el Surrealismo, desarrolló su propio estilo, perteneciente a la corriente no automatista: la “desorientación reflexiva”. Este estilo se caracteriza por la representación de paisajes o escenas oníricas, influenciadas por el psicoanálisis y la recuperación del espacio renacentista. Un buen ejemplo de su estilo maduro es «La persistencia de la memoria» (1931). Expulsado del Surrealismo por sus ideas fascistas, se instaló primero en Estados Unidos, donde tuvo un gran éxito comercial, y luego en España, donde fue bien acogido por Franco.
- Joan Miró: También catalán, Miró se inició igualmente en el cubismo. Tras un viaje a París, capital de las vanguardias históricas, se unió al Surrealismo. Sin embargo, su pintura es opuesta a la de Dalí, ya que desarrolla la corriente automatista. Miró intentaba eliminar el control racional de sus obras, que parecen pobladas de signos y brillantes colores primarios. Su apariencia infantil, cercana a la abstracción, constituye la base de su estilo, como se aprecia en su obra «Carnaval de Arlequín» (1925).
La Escultura de Vanguardia: Brancusi
La primera mitad del siglo XX se caracterizó por una serie de tensiones, como la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Revolución Rusa de 1917, la crisis económica de 1929, el auge de los fascismos y la Segunda Guerra Mundial. Estos eventos crearon el marco histórico de las primeras vanguardias, conocidas como «Vanguardias Históricas». El concepto de vanguardia proviene del lenguaje militar e implica un combate por la nueva estética, organizado por artistas de izquierdas. A la voluntad de ruptura se sumaba la imposición de nuevas reglas artísticas que chocaban contra el gusto burgués, la fe en el progreso y el deseo constante de experimentación. Las Vanguardias buscaban contribuir a cambiar el mundo, como resultado de las transformaciones sociales, económicas y políticas derivadas de la industrialización, que se estaban completando en la primera mitad del siglo XX.
La escultura de vanguardia arranca con Rodin, quien, a finales del siglo XIX, marcó la ruptura con la tradición en una dirección expresionista, similar a la de algunos pintores postimpresionistas como Van Gogh. Resulta difícil encajar a los escultores de vanguardia en los «ismos» estudiados en la pintura, ya que, salvo excepciones (Boccioni en el Futurismo, Julio González en el Surrealismo, entre otros), siguen sus propios caminos, como es el caso de Brancusi. Aunque los artistas son diferentes entre sí, se pueden establecer una serie de novedades que configuran la escultura de vanguardia:
- El uso de nuevos materiales como hormigón, acero, plásticos, etc.
- El empleo de nuevas técnicas escultóricas como la talla directa, el ensamblaje, la soldadura, etc.
- La preferencia por bultos redondos dotados de multivisión.