Arquitectura Gótica en España
La arquitectura gótica en España se caracterizó por la tendencia a la horizontalidad, la sobriedad decorativa influenciada por la Orden del Críster y por la escasez de vanos en los muros. En España, se distinguen la Corona de Castilla y la Corona de Aragón.
Corona de Castilla
En el siglo XIII, en Castilla, se inician las obras de la catedral de Burgos en 1221. Años más tarde, las de la catedral de Toledo y, a mediados de siglo, las de la catedral de León. Todas siguen las pautas del gótico clásico francés. En el siglo XV, el gótico flamígero aporta obras como la catedral de Sevilla, la catedral de Oviedo o el monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo.
Corona de Aragón
La arquitectura de su zona de influencia se caracterizó por:
- La ausencia de elementos decorativos en los muros.
- La poca superficie ocupada por los ventanales.
- La construcción de capillas entre contrafuertes.
- La escasa diferencia de altura entre las naves para conseguir crear un espacio unitario.
En el siglo XIV, la Corona de Aragón tomó el relevo en la construcción de catedrales. Después de la catedral de Lleida, edificada en el siglo XIII, se construyeron en el siglo XIV la iglesia de Santa María del Mar y la catedral de Barcelona, la catedral de Girona, la catedral de Palma de Mallorca y la de Zaragoza.
La Arquitectura Gótica: Elementos Fundamentales
El arte gótico del siglo XVI se refiere de forma despectiva al arte europeo. El gótico era un estilo iniciado por los godos. El sistema constructivo empleado por la arquitectura gótica diferencia las nuevas construcciones del estilo anterior. Los elementos fundamentales de la arquitectura gótica son:
El uso del arco apuntado. Un arco formado por dos segmentos de circunferencia que se apoyan y apuntan mutuamente. Mientras que el arco de medio punto, utilizado en la arquitectura románica, resultaba muy pesado y ejercía empujes de forma vertical, el arco apuntado desplaza las fuerzas hacia los laterales. El muro que quedaba bajo el arco no recibe apenas peso.
El cruce de dos arcos apuntados forma una bóveda de crucería. Los arcos quedan visibles, llamados nervios, que se cruzan en la clave. La bóveda se apoya sobre dos arcos formeros y sobre dos arcos fajones. Los espacios entre los nervios se llaman plementería.
Las bóvedas de crucería aumentan el número de nervios y se van complicando, originando bóvedas estrelladas. Los nervios de las bóvedas se prolongan por el muro y los pilares, llevando los empujes verticales hasta el nivel del suelo.
Los nervios, convertidos en finísimas columnas llamadas baquetones, el pilar compuesto ya no tiene capitales independientes para cada columna adosada, como ocurriría en el románico, sino que una especie de friso corrido recorre el haz de baquetones uniéndolos.
Los empujes verticales son absorbidos por los vaquetones y los laterales se llevan al exterior a través de los arbotantes. Son arcos rampantes que nacen en la parte superior de la nave central, pasando sobre las naves laterales y se apoyan en los estribos. Para evitar que los estribos se desplacen lateralmente, se asientan y estabilizan verticalmente mediante pináculos.
Para desaguar los tejados, los arbotantes están acanalados en la parte superior y expulsan el agua a través de gárgolas. Los muros pueden ser delgados e incluso horadarse por completo con grandes ventanales que se cierran con vidrieras de colores. El grueso muro románico ahora se ha hecho transparente y se ha desmaterializado. Las iglesias góticas reciben gran cantidad de luz teñida por las vidrieras, unido a la altura de las naves y a la sensación de verticalidad. Cuanto más lo reciban los objetos de la tierra, más cerca de Dios estarán y más esencia divina poseerán.
Arquitectura Religiosa: La Catedral Gótica
Las características comunes de los templos góticos son:
La planta sigue el modelo de cruz latina con tres o cinco naves, la central siempre mucho más ancha y alta. El transepto ahora se sitúa hacia el centro y sus brazos no son tan largos como en el románico.
El ábside tiene girola. Alrededor de la girola se abren capillas radiales. El ábside se planta circular de las iglesias románicas ahora es poligonal, debido al uso de las bóvedas de crucería.
En el interior del templo, el paramento de la nave está dividido en niveles. El primero corresponde a las arcadas de separación de las naves. Sobre esta se sitúa el triforio y, en la parte superior, aparece el claristorio, con grandes ventanales con vidrieras en las que se despliegan amplios programas iconográficos. En la nave central, cerca del plebiscito, encontraremos el coro.
En los pies del templo y en los brazos del transepto encontramos grandes fachadas monumentales con la decoración escultórica. La fachada principal suele tener tres accesos que se corresponden a las tres naves del interior. Sobre la puerta central, se dispone un rosetón y, en los laterales, dos torres campanario rematadas por agujas. La superficie de la fachada recibe decoración: gabletes. Su altura en la catedral gótica contribuye a crear efecto de verticalidad y dinamismo.