Explorando la Generación del 27: Características, Etapas y Poetas Clave


Características Generales de la Generación del 27

Hablar de poesía del 27 es hablar de la Generación del 27, término que se usa para denominar a un grupo de poetas que compartieron unos rasgos comunes y que empezaron a escribir en los años 20, coincidiendo con las vanguardias. El nombre de Generación del 27 se refiere al año en el que casi todos participaron en un homenaje a Góngora, a quien admiraban, en el Ateneo de Sevilla. Protagonizaron uno de los periodos culturales más apasionantes de la Historia de la literatura española, hasta el punto de que algunos críticos defienden que se trata de la Edad de Plata de nuestra literatura.

La época que les tocó vivir fue muy convulsa, una época de verdadera agitación política: Dictadura de Primo de Rivera (1923-30); en 1929, revueltas estudiantiles y cierre de las universidades de Madrid y Barcelona; en 1931, proclamación de la República, quema de conventos en Madrid, disolución de la Compañía de Jesús; triunfo de la derecha en las elecciones del 33; triunfo del Frente Popular en las elecciones del 36, escalada de la conflictividad social e inicio de la Guerra Civil.

A pesar de las diferencias entre los distintos autores, se pueden señalar una serie de rasgos comunes a todos ellos:

  • Poetas nacidos entre 1891 y 1905.
  • Homenaje a Luis de Góngora en Sevilla en el tercer centenario de su muerte.
  • Coincidieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid (la RESI), donde trabaron amistad y desde donde asistían a infinidad de actos literarios y artísticos como conciertos, conferencias, estrenos…
  • Todos son de edades similares y poseen una gran cultura literaria.
  • A excepción de Gerardo Diego, todos mantuvieron actitudes liberales en política y casi todos apoyaron (en mayor o menor grado de implicación) la República durante la Guerra Civil.
  • Colaboraron en las mismas revistas y asistieron a actos de cierta repercusión como el mencionado homenaje a Góngora.
  • Reconocieron como maestros a Juan Ramón Jiménez y a Ortega y Gasset.
  • Crearon un lenguaje generacional concediendo gran importancia al estilo y cultivando la metáfora sorprendente y brillante.

Crearon un lenguaje generacional concediendo gran importancia al estilo y cultivando la metáfora sorprendente y brillante.

  • Su característica principal fue la síntesis entre vanguardia y tradición. La juventud de los poetas del 27 coincide con el auge de las Vanguardias y en todos ellos se perciben huellas del Vanguardismo. En general, el talante vanguardista se nota por el cultivo de la metáfora y la Imagen, irracionales y oníricas, realizadas entre elementos donde se crea una relación nueva y sorprendente. Sin embargo, la poesía del 27 trata de buscar ese equilibrio entre tradición y vanguardia. Así es en la métrica: el verso libre convive con las estrofas más clásicas. Tratan de conservar lo mejor de nuestra tradición lírica, a la que respetan y revalorizan con sus homenajes, tanto en su versión culta (San Juan de la Cruz, Garcilaso, Lope de Vega, el citado Góngora, Bécquer) como popular (Romancero, Cancionero, cancioncillas populares).

Entre los temas más cultivados por estos poetas están:

  • La ciudad: como expresión del progreso, de la vida moderna y del espíritu jovial y vitalista.
  • La naturaleza: próxima a la realidad del artista; naturaleza pura, paisaje como proyección del mundo interior del poeta.
  • El amor: libre, despojado de prejuicios.
  • El compromiso: con su tiempo, con la creación artística, con los amigos, social y político.
  • El destino individual del hombre: destino en el amor, el universo y la muerte. Debido al agnosticismo, la religión está poco presente.

Etapas de la Poesía del 27

La juventud de los poetas del 27 transcurre en los años veinte y coincide con el esplendor de las vanguardias. Empezaron defendiendo un arte intrascendente, lúdico, pero las circunstancias políticas que atravesó el país en los años treinta no permitieron que los intelectuales se mantuvieran al margen.

  • En una primera época cultivaron una poesía pura, sin sentimentalismo, muy unida a las Vanguardias, caracterizada por el hermetismo. En esta primera época también se da en muchos de ellos el neopopularismo.

Hacia 1929 buscaron en el Surrealismo una forma de conocer y expresar los conflictos íntimos. El surrealismo devolvió a la poesía el interés por las pasiones humanas (rehumanización poética): amor, odio, sexo, muerte, sueños. Sintetizaron, por tanto, tradición y vanguardia.

Hay que decir que el Surrealismo de los poetas del 27 siempre fue más humanizado que el del resto de Europa, mucho más experimental.

  • Las circunstancias políticas de España de los años treinta hicieron que la generación se desintegrase y que los poetas adoptasen una postura más comprometida con los problemas sociales. Después de la Guerra Civil Española esa poesía comprometida se vuelve en muchos de ellos desarraigada, existencial, cuando no abiertamente nostálgica, sobre todo la que se da en el exilio.

Los poetas de la Generación del 27

Pedro Salinas

Inicialmente cultivó una poesía influida por el vanguardismo, que se manifestó en la predilección por los objetos de la vida moderna: el automóvil, el cine, la luz eléctrica. En su época de plenitud el tema central de su poesía es el AMOR (La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento).

Gerardo Diego

Su obra presenta dos direcciones: la poesía de vanguardia y la poesía clásica o tradicional. Su primer libro, El romancero de la novia, está impregnado de tonos becquerianos. Gerardo Diego destaca como representante español del Creacionismo con obras como Imagen y Manual de espumas. Su línea clasicista puede verse en Versos humanos y en Soria.

Jorge Guillén

Es el máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras mayores son Cántico y Clamor. Cántico tiene como tema el entusiasmo ante el mundo /la exaltación de la vida. El poeta disfruta con la contemplación de todo lo creado. En Clamor da testimonio del dolor y del mal: injusticias, miserias, guerras. Utiliza un lenguaje muy concentrado. Prefiere las oraciones breves, el estilo nominal, los infinitivos, monosílabos y las exclamaciones. Utiliza estrofas tradicionales basadas en versos breves.

Dámaso Alonso

Antes de la Guerra Civil sus inquietudes fueron sobre todo teóricas, realizando trabajos muy importantes sobre Góngora, por ejemplo, que influyeron en el resto de la Generación. En estos años escribió algunos libros como Poemas Puros, poemillas de ciudad, inspirados en la poesía pura. Su mejor libro lo escribió tras la Guerra Civil, en 1944, Hijos de la ira, un alegato existencial y desarraigado.

Vicente Aleixandre

En su poesía anterior a la Guerra Civil utiliza el verso libre y es una etapa está muy influenciada por surrealismo. Dos títulos fundamentales: Espadas como labios y La destrucción o el amor. En Espadas como labios el tema central es el amor como fuerza destructora; la pasión amorosa se identifica con la pasión hacia la tierra; el sentimiento amoroso permite al hombre integrarse en el cosmos, al que pertenece. Sombra del Paraíso, (1944) escrita tras la Guerra Civil, supuso para la poesía española el resurgimiento del surrealismo de preguerra. Evoca desde la angustia presente (la cruda posguerra), el paraíso anterior a la aparición del hombre en la Tierra, el edén bíblico, el mundo de los sueños infantiles, pero también el mundo incontaminado. Recibió el premio Nobel.

Federico García Lorca

Su obra gira en torno al destino trágico del ser humano, fruto de su frustración personal. En sus primeros poemas se observa un marcado carácter popular y tradicional, con unas características muy personales (Romancero Gitano). Después adopta una técnica surrealista, sin abandonar sus raíces (Poeta en Nueva York).

Luis Cernuda

Es el más becqueriano, romántico, sentimental y apasionado de la generación del 27. Sus obras principales son Placeres prohibidos y Donde habite el olvido. En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: La realidad y el deseo, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social.

Rafael Alberti

Su poesía recoge la nostalgia de lo perdido: el Puerto de Santa María, el mar, España. Conjuga perfectamente tradición y vanguardia. Así, puede observarse el neopopularismo en Marinero en tierra, o el surrealismo en Cal y Canto. El poeta en la calle es ya claro ejemplo de la poesía comprometida.

Miguel Hernández

Algunos críticos lo incluyen en la Generación del 27 por razones estéticas y otros en la Generación del 36 por razones históricas. Participó activamente en la Guerra Civil y murió en la cárcel de Alicante. Dominador de una gran técnica poética y un tono vigoroso y angustiado, es capaz de alternar versos íntimos líricos con otros de gran desgarro. De su etapa vanguardista o gongorina destaca El rayo que no cesa, donde se encuentran las obsesiones del poeta por el amor, la vida y la muerte. La última etapa, escrita en la guerra o el cautiverio, supone un antecedente extraordinario de la poesía social o comprometida, por ejemplo con obras como El hombre acecha, Cancionero y romancero de ausencias y Viento del pueblo.

Las Sinsombrero

Las Sinsombrero es el nombre por el que son conocidas un grupo de mujeres artistas españolas nacidas entre 1898 y 1914. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol. «Nos apedrearon llamándonos de todo», relata la misma Mallo en unas grabaciones hechas por TVE tras volver del exilio.

Sus aportaciones están todavía poco estudiadas y, en su mayoría, han quedado al margen de las antologías y los manuales de arte y literatura hasta nuestros días, aunque desarrollaron una actividad constante y destacada en campos tan variados como la literatura, la poesía, la pintura, la música, el cine o la filosofía. Muchas de ellas acabaron exiliadas tras el estallido de la Guerra Civil y continuaron su producción fuera de España, lo que las hizo si cabe más reconocidas fuera de su propio país. Entre Las escritoras, destacan: María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín y Concha Méndez.

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