Azorín (seudónimo de José Martínez Ruiz, 1873-1967) aborda en La voluntad el tema de la abulia como uno de los principales problemas de la sociedad española. En Confesiones de un pequeño filósofo, busca refugio en sí mismo. Don Juan y Doña Inés son dos novelas inspiradas en mitos literarios. En Azorín, destaca la evocación de paisajes y de su infancia y juventud. Su estilo es sencillo, caracterizado por las frases cortas y por el uso de palabras casi olvidadas.
Pío Baroja (1872-1956), solitario y amargado, pesimista existencial, tierno y cruel con sus personajes. Escribió más de sesenta novelas agrupadas en trilogías: Zalacaín el aventurero, Camino de perfección y La busca. Despreocupado por la composición, pero no por la invención y por la observación, su estilo pretende ser rápido, vivaz y claro, por eso es antirretórico. Prefiere el párrafo breve y la frase corta, y sus diálogos son auténticos.
Valle-Inclán (1866-1936), su producción literaria pasa por distintas etapas y estilos:
- Primera etapa: Modernista, a la que pertenecen las Sonatas. Son cuatro novelas breves con un protagonista común, el Marqués de Bradomín, que se desarrollan en las cuatro estaciones, simbolizando las distintas etapas del hombre, y se sitúan en distintos lugares.
- Etapa de transición: Escribe una trilogía sobre la guerra carlista, formada por El resplandor de la hoguera.
- Época del esperpento: A ella corresponden obras como Tirano Banderas, una grotesca aproximación a una república hispanoamericana gobernada por un tirano, y El ruedo ibérico, otra trilogía en la que realiza una crítica esperpéntica y despiadada al reinado de Isabel II.
El Novecentismo
En torno a 1914 surge un nuevo grupo de escritores que triunfan en los años veinte. Se trata de los novecentistas o Generación del 14, integrada por ensayistas, filósofos, novelistas y algún poeta. Entre ellos, destacan Ortega y Gasset, Eugenio Dors, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Juan Ramón Jiménez.
La Narrativa Novecentista
Destacan dos novelistas: Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró.
Estos autores reaccionan contra la estética de la generación del 98 en los siguientes aspectos:
- Se preocupan especialmente por el cuidado de la forma.
- Sus preferencias se inclinan por los temas intelectuales.
- Aunque comparten con los autores de la G. del 98 su preocupación por España, sienten un especial interés por lo europeo y por la apertura hacia nuevas formas de ver la vida.
- Vuelven a los clásicos: griegos y latinos.
Ramón Pérez de Ayala (1881-1962)
La obra de Pérez de Ayala se caracteriza por su intelectualismo. Escribió poemas y ensayos, pero se distinguen sus novelas:
- Primera etapa: Realistas y autobiográficas: Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G, La pata de la raposa, Troteras y danzaderas. En ellas, pretende novelar la crisis de la sociedad española del momento.
- Etapa simbolista: Los personajes son la encarnación de las ideas o actitudes vitales: Belarmino y Apolonio, Tigre Juan, El curandero de su honra, tratan sobre el donjuanismo y los prejuicios del honor. En sus novelas aparecen ya formas experimentales de la narrativa moderna.
Gabriel Miró (1879-1930)
Sus novelas se caracterizan porque la acción pasa a un segundo plano; lo importante es la sucesión de descripciones, en las que aparece todo aquello que se puede captar por los sentidos: luz, color, sonidos, perfumes… En su primera etapa, las novelas describen personajes y ambientes decadentes: Las cerezas del cementerio. En cambio, en su etapa posterior, adopta una actitud más crítica ante la realidad: Nuestro Padre San Daniel, El obispo leproso.
La Narrativa Española hasta 1939
A comienzos del siglo XX, la novela sufre modificaciones como consecuencia de la crisis ideológica y del cambio de mentalidad que se produce en este siglo. Tanto en la novela como en otras manifestaciones artísticas se advierte la inseguridad del hombre en el mundo que le rodea, lo que da lugar a relatos teñidos de angustia y de subjetivismo, frente a la novela del siglo XIX que ofrecía una imagen ordenada y coherente de la realidad.
La Novela de la Generación del 98
En los primeros años del siglo XX surgen el modernismo y la G. del 98, que tienen en común el interés por renovar la literatura. El primero, se inclina más hacia la poesía, mientras que los autores del 98 cultivan todos los géneros, aunque destacan fundamentalmente como novelistas y ensayistas. Entre los principales están: Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Azorín y Valle-Inclán.
A los autores del 98 les preocupaba la situación política de España y, sobre todo, la tragedia que supuso la pérdida de las últimas colonias en el desastre de 1898. El subjetivismo será la nota dominante de las novelas publicadas en 1902: Camino de perfección, de Baroja, La voluntad, de Azorín, Amor y pedagogía, de Unamuno.
Aspectos Comunes
- Los temas: Los problemas existenciales de los protagonistas: la lucha por la supervivencia, la angustia ante la muerte, la fugacidad de la vida, la fe, la duda sobre la existencia de Dios.
- Profundizan en la realidad nacional, buscan la raíz histórica y social de los males de España o se acercan a tipos representativos del carácter hispano, como don Juan.
- Se centran especialmente en Castilla, a la que consideran el alma de España: les conmueve su paisaje austero, su historia o intrahistoria, es decir, la vida cotidiana de los hombres, no los grandes hechos históricos, su literatura medieval y clásica en la que creen descubrir la esencia del alma española.
Estructura
- Estas obras no siguen una estructura tradicional, sino que algunas están formadas por una serie de episodios, anécdotas o digresiones.
- Frecuentes vaivenes cronológicos.
- Estampas superpuestas con predominio de la descripción.
Personajes
- La novela descansa sobre un protagonista individual, que representa las ansias regeneradoras de los autores o sus preocupaciones existenciales.
- Los personajes son antihéroes, marginados sociales o personajes frustrados que caen en el más hondo pesimismo.
El Estilo
Su nota más característica es la sobriedad, sencillez y claridad.
Autores de la G. del 98
Miguel de Unamuno (1864-1936), trasladó a sus novelas gran parte de sus preocupaciones.
- Paz en la guerra, sobre las guerras carlistas.
- Niebla, novela en esqueleto, sin ropaje, con la que crea una nueva técnica narrativa.
- Abel Sánchez, en esta novela se plantea el tema de la envidia.
- La tía Tula, sobre el sentimiento de la maternidad.
- San Manuel Bueno, mártir. En ella se plantea el problema de la fe, la salvación, la inmortalidad.
En sus novelas, predominan los diálogos y los monólogos y las descripciones se reducen al mínimo.