Explorando la Razón y la Fe en Santo Tomás y el Raciovitalismo de Ortega y Gasset


La Complementariedad entre Razón y Fe según Santo Tomás de Aquino

Según Santo Tomás de Aquino, el alma racional del hombre es limitada, ya que debe tener en cuenta los sentidos del cuerpo y partir de lo particular concreto hacia lo universal abstracto. Estos límites se manifiestan al intentar conocer a Dios, resultando en un conocimiento imperfecto y analógico. Para aquellos conocimientos que escapan a la razón, como el conocimiento de Dios, existe la fe. Razón y fe poseen verdades complementarias que no necesariamente deben enfrentarse. Los conocimientos de la fe, revelados por Dios en las escrituras, amplían nuestro conocimiento racional por una vía amorosa, integrando contenidos de la razón (filosofía) y la fe (teología). Ambas disciplinas poseen contenidos propios, aunque comparten ciertas verdades:

  1. La existencia de Dios: Santo Tomás considera que su existencia puede comprobarse a través de la razón (las cinco vías).
  2. La inmortalidad del alma: Influenciado por Platón, piensa que la inmortalidad del alma puede ser explicada tanto por la fe como por la razón.

Demostración de la Existencia de Dios

Para Aquino, la proposición «Dios existe» es evidente en sí misma, pero no para nosotros, que carecemos de la comprensión de la naturaleza divina. A diferencia de la corriente agustiniana, que sostenía la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la existencia de Dios a partir de la idea de Dios (argumento ontológico de San Anselmo, siglo XI, en su obra Proslogion), Aquino distingue dos tipos de verdades:

  1. Las que son evidentes en sí mismas y para nosotros (proposiciones cuya verdad resulta patente del mero análisis de los conceptos).
  2. Las que, siendo evidentes en sí mismas, no lo son para nosotros.

Las cinco vías de Aquino para demostrar la existencia de Dios son:

  1. Partir del hecho de que hay movimiento para llegar a Dios como motor inmóvil del universo. Dios como primera causa de movimiento.
  2. Partir de las causas causadas para llegar a Dios como primera causa incausada.
  3. Partir de los seres contingentes (no necesarios) para llegar a Dios como ser necesario para sí mismo y para los demás, que los justifica. Dios como creador de todo el universo.
  4. Partir de los grados de perfección para llegar a Dios como ser sumamente perfecto.
  5. Partir del orden para llegar a la conclusión de la necesidad de Dios como inteligencia ordenadora.

El Raciovitalismo de Ortega y Gasset

La posición perspectivista y circunstancialista de Ortega no sería abandonada en su período de madurez filosófica, conocido como raciovitalismo. El raciovitalismo busca conjugar los elementos positivos del vitalismo y del racionalismo, dando lugar a un nuevo pensamiento articulado en torno a la noción de razón vital. Podemos destacar los siguientes aspectos:

  1. Primacía ontológica de lo real: Se destaca la primacía ontológica de lo real con respecto al conocimiento, lo que significa la primacía de lo vital, en cuanto la vida es el aspecto más significativo de la realidad. El pensamiento es secundario con respecto a la realidad objetiva. La razón, de legisladora de lo real, pasa a ser cronista de una realidad a la que debe someterse. Dado que el aspecto más significativo de la realidad es la vida, esta se convierte en el objeto primario de la reflexión filosófica.
  2. La vida como realidad radical: La vida de la que habla Ortega no es la vida «biológica», sino la vida personal de cada ser humano, la vida humana. Es el pensamiento lo que nos capacita para comprender la vida y sus circunstancias, dando sentido a la acción humana. El pensamiento no es opuesto ni ajeno a la vida.
  3. Vivir como «estar en el mundo»: Vivir es «estar en el mundo», pero en un mundo que no se identifica con la «naturaleza» de los antiguos. Este «estar en el mundo» supone darse cuenta de lo vivido como tal, un quehacer, una tarea que se realiza con un fin. Vivir es proyectar, decidir libremente lo que queremos ser y hacer. Esta capacidad de anticipar exige la libertad de elección entre las distintas posibilidades que se ofrecen en nuestras circunstancias. Hay, por tanto, una limitación y una libertad en las posibilidades de acción del hombre.

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