Fabricación del Microprocesador
Todo comienza con arena (compuesta básicamente de silicio), con la que se fabrica un monocristal de unos 20 x 150 centímetros. Para ello, se funde el material a alta temperatura (1370º C) y, muy lentamente (10 a 40 mm por hora), se forma el cristal. De este cristal, de cientos de kilos, se cortan los extremos y la superficie exterior para obtener un cilindro perfecto. Luego, el cilindro se corta en obleas (wafer) de menos de un milímetro de espesor, utilizando una sierra de diamante. De cada cilindro se obtienen miles de wafers, y de cada oblea se fabricarán varios cientos de microprocesadores. Estas obleas son pulidas hasta obtener una superficie perfectamente plana y pasan por un proceso llamado annealing, que consiste en someterlas a un calentamiento extremo para remover cualquier defecto o impureza. Tras una supervisión mediante láseres, capaz de detectar imperfecciones menores a una milésima de micrón, se recubren con una capa aislante formada por óxido de silicio transferido mediante deposición de vapor.
De aquí comienza el proceso del dibujado de los transistores. A pesar de su complejidad y precisión, consiste básicamente en la impresión de sucesivas máscaras sobre el wafer, que son endurecidas mediante luz ultravioleta y atacadas por ácidos que remueven las zonas no cubiertas por la impresión. Salvando las escalas, es comparable a la fabricación de circuitos impresos. Cada capa permite la eliminación de partes de la superficie o la preparación para recibir átomos (aluminio o cobre) que formarán parte de los transistores.
Dado el pequeño tamaño de los transistores, no puede utilizarse luz visible (380 a 780 nanómetros). Los últimos procesadores de cuatro núcleos de Intel (45 nanómetros) emplean radiación ultravioleta de menor longitud de onda. Un transistor de 45 nanómetros tiene un ancho equivalente a unos 200 electrones, lo que da una idea de la precisión necesaria al aplicar las máscaras.
Una vez finalizado el proceso litográfico, el wafer tiene grabados cientos de microprocesadores, cuya integridad es comprobada antes de cortarlos. Este proceso automatizado marca los microprocesadores defectuosos. Todo este trabajo se realiza en clean rooms (ambientes limpios), con sistemas de ventilación y filtrado iónico, ya que una partícula de polvo puede dañar un procesador.
Cada plaquita se dota de una cápsula protectora (plástica o cerámica) y se conecta a los pines metálicos que le permiten interactuar con el exterior mediante delgadísimos alambres, generalmente de oro. Se añade un disipador térmico de metal para mejorar la transferencia de calor. El resultado final es un microprocesador. El proceso completo tarda dos o tres meses.
Definición de Base de Datos
Una base de datos es un almacén que permite guardar grandes cantidades de información de forma organizada para su fácil acceso y uso. Su origen se remonta a 1960-1962, con las máquinas que codificaban la información en tarjetas perforadas. Se crearon para almacenar grandes cantidades de datos que antes se guardaban en libros, lo que era lento, costoso y complejo. Con la evolución de los ordenadores, su utilidad se hizo evidente gracias a la mayor potencia de procesamiento.
Elementos de una Base de Datos
- Datos: La información esencial.
- Atributos: Los diferentes datos que conforman la estructura.
- Campos: La unidad más pequeña.
- Registro: Un conjunto de campos relacionados.
- Archivo: Un conjunto de registros relacionados.