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COMENTARIO DE TEXTO “A UN OLMO SECO” DE Antonio Machado

“Hoy es siempre todavía” frase de Antonio Machado que destaca por el importante significado de que aún hay tiempo y que no todo está perdido, es decir, la esperanza.
Sentimiento que también se refleja en “A un olmo seco”, obra que pertenece a la primera parte de la obra Campos de Castilla, publicada en el año 1912 y caracterizada por el profundo amor a la naturaleza, descripciones de la tierra soriana (“Primavera soriana, primavera/ humilde, como el sueño de un bendito”) y poemas dedicados a su amada Leonor Izquierdo (“Mi corazón espera/ también, hacia la luz y hacia la vida,/ otro milagro de la primavera”).

Antonio Machado fue un poeta, dramaturgo y narrador de la generación del 98 y además, influyó en el Modernismo. Nacíó en Sevilla en el año 1875, pasó su juventud en Madrid y estudió en la Institución de Libre Enseñanza. Después de una estancia en Parra, fue profesor de francés en Soria durante cinco años. Allí descubríó y se identificó con el paisaje soriano “(La tierra no revive, el campo sueña./Al empezar Abril está nevada/ la espalda del Moncayo”) y, donde además, conocíó a su futura esposa Leonor, pero murió a causa de una enfermedad. Al comenzar la Guerra Civil española, decide trasladarse a Valencia, posteriormente a Barcelona y, finalmente en 1939, emprendíó camino a Collioure, en Francia debido a sus diferencias ideológicas (“Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios./Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón.”) y muere.

Machado describe la situación de un olmo a orillas del río Duero que está a punto de fallecer a causa de un rayo que le ha partido en dos mitades. Aun así, el poema es una muestra de esperanza al final del poema (“milagro de la primavera”) y espera que vuelva a renacer gracias a la vida que encuentra en él por una rama verdecida.

“A un olmo seco” fue compuesto en Soria en el año 1912 y publicado en la obra Campos de Castilla. Machado trató de salvar a Leonor y muchas veces paseaban por Soria, pero en uno de esas salidas, Machado encontró un olmo moribundo; de él brota un rama verde y lo ve como símbolo de esperanza. Todo esto lo relaciona con la situación por la que está pasando su mujer, espera un “milagro de la primavera” para su curación.

El tema del poema es la esperanza que tiene Machado de que Leonor consiga superar la enfermedad que padece. Leonor está representada como “ olmo viejo”, la poca fuerza que le queda (“ejército de hormigas en hileras/ van trepando por él y en sus entrañas/ urden sus telas grises de arañas” y por último la esperanza también se encuentra representada (“algunas hojas verdes le han salido” o “milagro de la primavera”).

Según la estructura interna, podemos dividir el poema en tres partes. La primera se encuentra en las cuatro primeras estrofas, es decir, hasta el decimocuarto verso. En esta parte se realiza una descripción del olmo(“olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido”), de su vejez, forma, color (“hojas verdes”, “musgo amarillento”, “mancha blanquecina”), como está (“tronco carcomido y polvoriento”)y dónde está (“la colina que lame el Duero”). Con todo esto, intenta expresar cómo se siente Leonor durante sus últimos años de vida.

La segunda parte se encuentra en la quinta estrofa, en la que Machado narra todo lo que podrá pasarle al olmo. Ser cortado (“Antes de que te derribe, olmo del Duero/ con su hacha el leñador”), lo convierten en leña (“ardas en una miseria caseta”), compara al “olmo carcomido” con “los álamos cantores”, etc.Además, al final de esta estrofa vuelve a nombrar a la rama verde (“ quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida “) como símbolo de que el olmo todavía tiene vida.

Por último,la tercera parte está presente en la sexta estrofa, en ella expresa la esperanza de que la “rama verdecida” sea la posibilidad de que el olmo siga viviendo, es decir, la recuperación de su amada Leonor.

Para dar forma al poema, el autor ha utilizado varios recursos literarios como la personificación (“guardan”), anáforas(antes que”), entre otros, que se explicarán con más detalle posteriormente. Además,“A José María Palacio”, otra de las obras de Antonio Machado, aborda temas similares a “A un olmo seco”, ya que menciona la “primavera”, “ramas”, describe paisajes (“¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,/allá, en el cielo de Aragón, tan bella!”), habla de la esperanza (“Hay zarzas florecidas/entré las grises peñas”), etc.

Esta obra pertenece al género lírico, expresa sentimientos y predomina la función poética. Es una silva formada por endecasílabos y heptasílabos de rima consonante, salvo el decimocuarto verso que queda suelto. En los versos heptasílabos (“y en su mitad podrido”, “al borde de un camino”, “ por valles y barrancas” y “mi corazón espera”) expresa ideas más sorprendentes y llama la atención del lector. Sin embargo, en los versos endecasílabos, aparecen las ideas más imaginativas (“antes de que te descuaje un torbellino”, “antes de que el río hasta la mar de empuje”).Hay que destacar que los primeros catorce versos del poema recuerdan a un soneto.

Machado emplea numerosos recursos literarios y entre ellos se encuentran: la comparación con la que quiere diferenciar el estado del “olmo viejo” y “álamos cantores”, es decir, compara la vejez con la juventud; además, emplea la personificación (“guardan”) y animalización (“lame el Duero”), pues aporta una cualidad propia de un animal a un río; la hipérbole (“ejército de hormigas en hilera”); exclamaciones para llamar la atención del lector (¡ El olmo centenario, en la colina de lame el Duero!) ; hace un violento hipérbaton en la segunda parte de la obra, ya que cambia el orden completo de dicha estrofa y; por último, la metáfora, pues “mi cartera” quiere expresar su corazón, el mundo interno o su yo poético.

En cuanto a las funciones del lenguaje, también está presente la función referencial, con una objetividad en la descripción del deterioro del olmo (“ olmo centenario”, “hendido por el rayo”). Destaca el uso del lenguaje connotativo, usando verbos con los que compara la muerte (“derribe”, “arda”, “empuje”) y la vida (“espera”, “quiero anotar”), sustantivos que tienen la misma función (vida: “álamos”, “ruiseñores”, “luz”, “vida”. Muerte: “hormigas”, “arañas”,  ̈torbellino”) y adjetivos ( “álamos cantores”, “hojas verdes”, “carcomido”, “amarillento”). Todo el poema está ligado a la naturaleza y, por ello, el campo semántico es: “Duero”, “primavera”, “valles y barrancas”, “camino”, “sierras”, “hogar”, “lanza de carro”, “yugo de carreta”, “leñador”, “carpintero”, “pardos ruiseñores”, etc.

Además, en el poema aparecen los símbolos del Modernismo, así pues está presente el “camino” que expresa la existencia humana , “río” la vida , “mar” la muerte, “primavera” juventud y plenitud de la vida y también emplea el tópico “locus amoenus”, ya que describe un paisaje, descrito a través de sus diversos componentes (prado, arroyo, árbol…) y relacionado, casi siempre, con el sentimiento amoroso.

Este poema es un ejemplo ya de la poesía más intimista de Antonio Machado, máxima sencillez y sobriedad por el deseo de depurar el estilo interior. Y, aunque el poema pertenezca a Campos de Castilla. Aparece una descripción del paisaje soriano y hay que tener en cuenta que ese “el paisaje es un estado del alma”.

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