Ficha técnica de un piso en madera para un coliseo


El Coliseo o Anfiteatro
Flavio está formado por la uníón de dos teatros y, en consecuencia, tiene
forma de elipse. Sus grandes dimensiones no tienen precedente alguno: 188 metros y 156 metros
de largo de los ejes mayor y menor de la elipse, 527 metros de perímetro y 50 metros de altura, divididos
en cuatro pisos. Además de con distintas técnicas de construcción, esta gran mole de edificio
contó con el arco, que parece ser la clave de su éxito.
La gran cávea o graderío, donde se acomodaban los espectadores,
se sustentó sobre una serie de galerías abovedadas que permitían el
mejor reparto del peso; además, estas bóvedas se construyeron vertiendo
el cemento directamente sobre las cimbras de madera, lo que
aligeraba enormemente su peso. Esta serie de galerías abovedadas tenía
su correspondencia en los arcos de la fachada exterior, lo que permitía
aligerar la fachada, darle ritmo ornamental, y lo que es más importante,
realizar un adecuado reparto de pesos.
Otro de los grandes secretos para que este gran monumento haya permanecido en pie hasta
nuestros días son sus cimientos:
La ubicación del anfiteatro en el lugar donde anteriormente había
estado el lago de la Domus Áurea de Nerón, obligó a excavar hasta catorce metros de limos inservibles
y realizar una cimentación de casi trece metros de opus cementicium, es decir, hiladas de
argamasa y cal y piedras alternadas.
Pero, tampoco podemos pasar por alto el hecho de que se utilizasen materiales más ligeros en
las partes superiores y que, en ocasiones, los sillares se encontrasen unidos por grapas metálicas.

En definitiva, una serie de soluciones arquitectónicas muy acertadas que hicieron de ésta una
gran obra de edificación que hoy en día sirve de modelo para otros edificios con similar función.

EXTERIOR:


Su fachada circular estaba compuesta por cuatro pisos con distintos órdenes superpuestos:
dórico, jónico, corintio, y un último orden indefinido, que más tarde se denominó compuesto.
Los tres primeros pisos, los correspondientes a los órdenes clásicos, cada cual con un total de
ochenta arcos flanqueados por semicolumnas adosadas, están separados unos de otros por entablamentos
decorativos. El último piso, el del orden compuesto, consiste en una pared ciega con pilastras
adosadas y pequeños vanos rectangulares abiertos uno cada dos arcos de los pisos inferiores.
Esta profusión de arcos, además de tener una función puramente arquitectónica en lo referente
al reparto de peso, le otorgó al monumento un aspecto muy carácterístico y una gran belleza plástica:
una fachada en la que armonizan y juegan a la perfección las líneas rectas con las líneas curvas,
y los espacios abiertos con los espacios cerrados.
En el piso inferior se encontraban las puertas de acceso al edificio, de las cuales setenta y seis
eran ordinarias, y cuatro eran principales o privadas, es decir, destinadas a los emperadores, magistrados
y demás personalidades de la época. Estas cuatro puertas principales coincidían con los extremos
de los ejes de la elipse.
El material utilizado para la fachada fue el travertino, piedra que se extraía en una cantera situada
a unos treinta kilómetros del lugar y que era muy habitual en los edificios romanos.
Con el tiempo el anfiteatro en sus reconstrucciones fue decorado con miles de estatuas colocadas
en los vanos de los tres órdenes de arcos, pero no ha quedado huella arqueológica alguna de estas.

INTERIOR:No pocos han sido los que en tiempos recientes lo han utilizado como
modelo para la construcción de los más modernos edificios.
Cierto es que hoy en día las multitudes ya no acuden a los anfiteatros para disfrutar con los combates
a muerte entre gladiadores y fieras
, pero sí acuden a recrearse con otro tipo de espectáculos
que necesitan de escenarios similares a los que disfrutaron hace dos mil años los romanos. De ahí
que sus inmejorables soluciones técnicas sigan a la orden del día y continúen siendo ejemplo y

Modelo para muchos arquitectos


LA CÁVEA O GRADERÍO era el lugar destinado a los espectadores. Estaba diferenciado en gradus,
o pisos, reservados para las diferentes clases sociales:

En el pódium, el primero de ellos, se acomodaban los romanos más ilustres, como senadores,
magistrados y sacerdotes. Por la proximidad de este piso a la arena, había una red metálica
y arqueros apostados regularmente que protegían a los asistentes de las fieras.
El maenianum(piso) primum, más arriba, estaba reservado para los aristócratas que no pertenecían
al senado.
El maenianum secundum, o tercer piso, estaba a su vez dividido en el imum, para los ciudadanos
ricos, y el súmmum, para los ciudadanos pobres o plebe.
En lo más alto estaba el maenianum súmmum in ligneis, hecho de madera, probablemente sin
asientos y reservado para mujeres pobres.
Los asientos, o cuneus, de los cuatro primeros niveles eran de mármol del que no se ha conservado
nada y descansaban sobre las estructuras abovedadas. Los asientos del quinto nivel eran
de madera a fin de aligerar el peso que descargaba sobre el muro exterior. El acceso desde los pasillos internos hasta las gradas se producía a través de los vomitorios,
llamados así porque permitían salir una enorme cantidad de gente en poco tiempo. Estos vomitorios
estaban ricamente decorados y tenían protecciones para evitar accidentes o caídas.

EL VELARIO:El Coliseo contaba con una cubierta desplegable de tela que se accionaba mediante poleas y que
protegía a todo el público asistente tanto en los días de lluvia como en los días de fuerte calor.

LA ARENA Y LOS SUBTERRÁNEOS:La arena era el lugar donde se realizaban los juegos. Tenía forma oval.
La arena original de Vespasiano no se conservó dado que
su hijo Domiciano realizó ciertas modificaciones, como fue la creación de lo que hoy conocemos
como hipogeo.
Esta nueva estructura consistía en una plataforma de madera encima de la cual se
extendía la arena donde tenían lugar las peleas de gladiadores y fieras; debajo de esta plataforma
de madera se encontraba un complejo entramado de túneles y mazmorras en el que se alojaban
los gladiadores, los condenados y los animales. El suelo de la arena dispónía de una serie de
trampillas y montacargas, que funcionaban a base de poleas, que comunicaban con el sótano y que
podían ser utilizados durante los juegos. Puesto que hoy en día este suelo de madera no se conserva,
a la vista del visitante queda el laberinto subterráneo del que hablamos.En época de Vespasiano,
las naumaquia se realizaban por inundación.
Este complejo de galerías subterráneas también comunicaba a través de un túnel con la escuela
de gladiadores o Ludus Magnus;
Y otros dos pasajes comunicaban con el palco imperial y con el
palco de los magistrados.
En definitiva, el Coliseo fue todo un ejercicio de practicidad y belleza al servicio del disfrute de
las masas y a mayor gloria del emperador, su orgulloso constructor.

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