Emilia Pardo Bazán
Biografía
Emilia Pardo Bazán, una de las figuras más destacadas de la literatura española, nació en 1851 en La Coruña. Marineda, nombre literario de la ciudad, se convertiría en escenario recurrente en sus novelas. Desde una edad temprana, recibió una educación esmerada y demostró un interés notable por la lectura, comenzando a escribir a los 15 años. A los 16 años, contrajo matrimonio con José Quiroga. En 1873, realizó un viaje por Europa que despertó su fascinación por los idiomas y la lectura en sus lenguas originales.
Fue influenciada por diversas corrientes intelectuales, entre ellas el krausismo, a través de figuras como Francisco Giner de los Ríos. Esta corriente defendía la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Además, se sumergió en la lectura de los místicos del Renacimiento español y en las obras de filósofos como Platón, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Descartes y Kant.
El nacimiento de su primer hijo en 1876 marcó el inicio de su reconocimiento como escritora, culminando con la publicación de su libro de poemas Jaime (1881), dedicado a su hijo. Su incursión en la narrativa comenzó con la novela Pascual López: Autobiografía de un estudiante de medicina, antes de asumir la dirección de la Revista de Galicia en 1880.
En 1880, durante un viaje a Vichy, tuvo la oportunidad de conocer a destacadas figuras literarias como Victor Hugo, Émile Zola, Alphonse Daudet y los hermanos Goncourt. Participó activamente en el Congreso Internacional sobre la Condición y Derechos de la Mujer durante la Exposición Universal de París (1889). Este periodo también marcó el inicio de una conocida enemistad con Clarín y una relación intelectual y personal cercana con Pérez Galdós.
A pesar de su matrimonio con José Quiroga, de ideas conservadoras, Pardo Bazán mantuvo una relación epistolar y personal intensa con Pérez Galdós durante años, con quien compartía una profunda pasión por la literatura y la vida intelectual. Fue propuesta varias veces como miembro de la Real Academia Española, pero su candidatura fue rechazada. Sin embargo, en 1908, Alfonso XIII le concedió el título nobiliario de Condesa de Pardo Bazán.
En 1916, fue nombrada catedrática de Literaturas Neolatinas Contemporáneas en la Universidad Central de Madrid por el ministro de Instrucción Pública. Falleció en Madrid en mayo de 1921 debido a complicaciones de la diabetes que padecía, dejando un legado literario y cultural que perdura hasta nuestros días.
Obra
Emilia Pardo Bazán dejó un legado literario diverso y extenso que abarca desde el naturalismo hasta el simbolismo, pasando por el realismo y otros estilos narrativos.
Dentro de su obra naturalista, destacan novelas como La Tribuna, donde representa de manera detallada y objetiva la realidad social, defendiendo las ideas del naturalismo sin renunciar al libre albedrío cristiano. Otros ejemplos son Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza y La piedra angular.
Sin embargo, también incursionó en obras que se apartan de la técnica naturalista estricta, como El cisne de Vilamorta, donde combina la observación realista con elementos románticos.
Exploró además novelas adscritas al realismo, como Insolación y Morriña, ambas ambientadas en Madrid, así como Una cristiana y La prueba (1890), que participan de cierto idealismo.
En su ciclo de Adán y Eva, presentó una visión más idealista de las relaciones humanas, con obras como Doña Milagros y Memorias de un solterón.
En el ámbito periodístico, fundó y redactó casi íntegramente dos publicaciones: Nuevo Teatro Crítico, una revista unipersonal que abordaba diversos temas culturales, y la colección Biblioteca de la Mujer, dedicada a divulgar obras relevantes para el público femenino.
Sus novelas posteriores reflejan las corrientes literarias de su tiempo, incorporando ecos modernistas y simbolistas. Además, escribió más de 500 cuentos, agrupados en varias colecciones, como Cuentos de Marineda, Cuentos de amor, Cuentos sacroprofanos. Novelas como La Quimera y La sirena negra exploran temas como el arte y la muerte con influencias simbolistas.
Pardo Bazán también dejó un importante legado en el periodismo y la literatura de viajes, escribiendo extensamente para la prensa y publicando libros basados en sus observaciones y experiencias (ej. Por la España pintoresca).
Además, incursionó en el teatro con obras como Verdad y Cuesta abajo, aunque sin alcanzar el mismo éxito que en la narrativa.
Vocabulario Clave
- Apandando
- Robando.
- Usufructuaria
- Persona que tiene el derecho de usar y disfrutar los bienes de otro (usufructo), sin ser la propietaria.
- Levita
- Prenda de vestir masculina de etiqueta, larga y ajustada, que por extensión podía referirse a la clase social que la vestía (burguesía, profesionales).
- Hacinamiento
- Acumulación de personas o cosas en un espacio reducido.
- Positivismo
- Corriente filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, basado en la experiencia y la observación (método científico).
- Narrador Omnisciente
- Tipo de narrador que conoce todos los aspectos de la historia, incluyendo los pensamientos y sentimientos de los personajes.
- Degradación
- Pérdida o disminución de las cualidades o el estado de una persona o cosa.
- Determinismo
- Doctrina filosófica según la cual todos los acontecimientos, incluyendo las acciones humanas, están causalmente determinados por eventos anteriores, negando el libre albedrío.
- Anticlericalismo
- Movimiento u opinión contraria a la influencia del clero en la vida pública o política.
- Intrahistoria
- Término acuñado por Unamuno para referirse a la vida tradicional y cotidiana de la gente común, que subyace a los grandes acontecimientos históricos.
- Digresiones
- Desviaciones del tema principal en un discurso o escrito.
- Krausismo
- Corriente filosófica y pedagógica basada en las ideas de Karl Krause, que promovía la tolerancia, la libertad de cátedra y una visión armónica y ética del mundo. Tuvo gran influencia en la Institución Libre de Enseñanza.
Contexto Sociohistórico del Realismo y Naturalismo en España
Durante la primera mitad del siglo XIX, la burguesía fue accediendo al poder impulsada por los ideales liberales. En la segunda mitad del siglo, se consolidó como la clase dominante. El arte de este periodo refleja sus valores y su visión de la vida.
La Revolución Industrial llegó a España de forma más tardía y desigual, principalmente en la segunda mitad del siglo XIX. Esto trajo cambios en la producción (textil), el hogar (adornos) y las ciudades (saneamiento urbano). La burguesía se convirtió en la base del nuevo orden social. Su concepción del hombre valoraba la actividad, el reformismo y analizaba tanto sus virtudes como sus vicios.
El desarrollo industrial y la nueva organización social provocaron la migración del campo a la ciudad. Esto supuso el enriquecimiento de la burguesía, pero también el surgimiento de un proletariado urbano que vivía en condiciones difíciles (hacinamiento, pobreza, falta de higiene) y cuya mano de obra era barata. Pronto, este proletariado comenzaría a reivindicar sus derechos.
Esta época estuvo marcada por fuertes contrastes: avances técnicos como las vacunas y el ferrocarril convivían con graves problemas sociales como la explotación laboral y la pobreza.
Se llegó a hablar de una ‘segunda Ilustración’, donde el positivismo filosófico cobró fuerza, enfatizando la importancia de los hechos objetivos, la observación y la experimentación, y rechazando el subjetivismo romántico. Los artistas, especialmente los escritores realistas, se volcaron en la observación de la sociedad, analizando tanto los acontecimientos políticos y sociales como los hechos cotidianos.
La Literatura Realista
Concepto del Realismo
Durante la segunda mitad del siglo XIX, se desarrolló el Realismo, un movimiento literario que buscaba un acercamiento objetivo al ser humano y a la sociedad de su tiempo con el fin de conocerlos y analizarlos. Sus temas principales eran los conflictos humanos y las relaciones entre el individuo y la sociedad.
Para lograrlo, el escritor realista adopta ciertas actitudes y técnicas:
- Busca la verosimilitud: crea personajes y situaciones creíbles, basados en la realidad observada.
- Adopta una actitud objetiva: aunque la objetividad total es imposible, intenta limitar el subjetivismo y no dar rienda suelta a la imaginación desbordada.
- Realiza una selección de la realidad: escoge los rasgos que considera más significativos.
- Se basa en la observación y documentación: busca exactitud en los datos, recopilando información sobre los ambientes, costumbres y problemas que retrata.
La novela es el género por excelencia del Realismo, ya que permite ofrecer distintas perspectivas y mostrar las fuerzas que actúan sobre la sociedad.
Rasgos de la Novela Realista
- Los personajes proceden del mundo contemporáneo y cercano al autor: la burguesía, la aristocracia en decadencia, el clero, el pueblo llano. Se exploran sus motivaciones (el querer, la política, etc.).
- Los protagonistas son caracterizados en profundidad, mostrando sus pensamientos, sueños, defectos y virtudes. Se busca un análisis psicológico.
- Predomina el narrador omnisciente, que conoce todo sobre la historia y los personajes. Aunque busca la objetividad, a menudo interviene con opiniones y juicios.
- Se cuida el lenguaje: debe distinguirse entre cómo habla el narrador y cómo lo hacen los personajes. El lenguaje del narrador suele ser culto y cuidado. En cambio, los personajes se expresan de acuerdo con su condición social y cultural (adecuación lingüística).
- Los diálogos son abundantes y buscan reflejar la oralidad, aportando viveza y realismo.
- Se incluyen descripciones detalladas de ambientes, vestimentas y aspectos físicos, que sirven para contextualizar la acción y caracterizar a los personajes. También se exploran sus vidas interiores.
Naturalismo
El Naturalismo tiene su origen en Francia en la década de 1860. Su principal teórico y representante fue Émile Zola, quien lo concebía no solo como una tendencia literaria, sino como un método para analizar el comportamiento humano. Proponía la aplicación del método científico-experimental a la literatura, considerando que el ser humano está determinado por su herencia biológica y por el medio social en el que vive (determinismo).
El Naturalismo presenta características propias:
- Refleja los aspectos más crudos y desagradables de la realidad: miseria, vicios, enfermedades, degradación humana.
- Se interesa por personajes marginales o marcados por taras físicas o psicológicas, para analizar la influencia del determinismo hereditario y del medio.
- El narrador intenta adoptar una postura de imparcialidad, como un científico que observa y registra, aunque a menudo subyace una intención de denuncia social.
En España, Emilia Pardo Bazán, en su ensayo La cuestión palpitante, fue una de las principales introductoras y defensoras del Naturalismo francés, aunque adaptándolo a la tradición católica española (rechazando el determinismo absoluto y afirmando el libre albedrío).
Benito Pérez Galdós
Biografía (1843-1920)
Nació en Las Palmas de Gran Canaria. A los 19 años se trasladó a Madrid para estudiar Derecho, carrera que pronto abandonó para dedicarse a sus grandes aficiones: la lectura y la escritura. Viajó por España y Europa; su visita a París en 1867 fue crucial al ponerle en contacto con las novelas realistas europeas, especialmente Balzac.
Fue nombrado miembro de la Real Academia Española en 1897. Sus posibilidades de obtener el Premio Nobel de Literatura se vieron frustradas, en parte, por campañas en su contra de sectores conservadores. Sus últimos años estuvieron marcados por dificultades económicas, una progresiva ceguera que le obligó a dictar sus obras y los ataques de sus enemigos políticos y literarios.
Su vasta obra narrativa aborda los grandes problemas de la sociedad española de su tiempo: los conflictos ideológicos, la religión, la educación, la libertad, el progreso, las diferencias sociales. Su pensamiento evolucionó, pero mantuvo siempre un profundo interés por España y sus gentes, una ideología esencialmente liberal y progresista (con etapas de fuerte anticlericalismo) y una honda preocupación por el ser humano en su contexto histórico.
Galdós Escritor
Aunque también cultivó el teatro y el periodismo, Galdós es fundamentalmente novelista. Se propuso renovar la narrativa española de su tiempo. Admiró la obra de los grandes realistas europeos como Balzac, Dickens y Tolstói. Su gran maestro entre los españoles fue Cervantes, y El Quijote, su modelo literario fundamental.
El propósito de Galdós era reproducir la sociedad española en sus novelas. En sus páginas aparecen representados todos los grupos sociales, desde la aristocracia hasta el pueblo llano y el mundo de los marginados, aunque centró su interés especialmente en la burguesía madrileña.
Los Episodios Nacionales
Son un vasto conjunto de 46 novelas en las que Galdós narró la historia de España del siglo XIX (desde Trafalgar hasta la Restauración borbónica) para mostrarla no solo a través de los grandes personajes, sino también desde el punto de vista de protagonistas anónimos (la intrahistoria). Consideraba que el conocimiento del pasado reciente era fundamental para comprender su presente y proyectar el futuro. Se dividen en cinco series. Algunos títulos destacados son Trafalgar, Bailén, Zaragoza, El terror de 1824, Zumalacárregui, Cánovas.
Las Novelas de Galdós
Novelas de la primera época (Novelas de tesis)
Estas novelas, llamadas ‘de tesis’, plantean un enfrentamiento ideológico entre las posturas tradicionales (clericalismo, conservadurismo) y las liberales y progresistas. En Doña Perfecta, por ejemplo, el enfrentamiento entre la mentalidad abierta y progresista y la intransigencia provinciana termina en tragedia. Otras obras de esta etapa son Gloria y La familia de León Roch.
Novelas contemporáneas
Con estas obras, Galdós alcanza la plenitud de su realismo. Pretende reflejar la sociedad madrileña de su tiempo mediante un complejo panorama de personajes y situaciones. Algunos personajes reaparecen en distintas novelas, creando un universo literario interconectado (al estilo de la Comedia Humana de Balzac).
Influencia naturalista:
Galdós asimila técnicas del Naturalismo, lo que le permite profundizar en la observación de la realidad y en el análisis de los personajes, mostrando sus motivaciones y condicionamientos sociales. Destaca La desheredada, considerada por muchos el inicio de esta etapa.
Transición y culminación:
Galdós evoluciona desde la observación externa hacia una mayor profundización psicológica. Comprende que para conocer al ser humano no basta la observación externa, sino que es necesario explorar su mundo interior, su espíritu. A esta etapa pertenece su obra cumbre, Fortunata y Jacinta.
Novelas espiritualistas
En sus últimas obras, como Nazarín, Halma y, especialmente, Misericordia, Galdós profundiza en la exploración del mundo interior de los personajes y en temas como la caridad, la espiritualidad y la bondad, mostrando un mayor interés por la psicología y los valores éticos.
Técnicas Narrativas
- El narrador omnisciente galdosiano es muy característico. A menudo se presenta como si él mismo hubiese sido testigo de los hechos o como si alguien cercano se los hubiese contado. Con frecuencia interviene para hacer comentarios, dar opiniones o dirigirse de forma familiar al lector.
- Revela todo lo necesario sobre personajes, lugares y tiempo. Utiliza digresiones para informar sobre la historia anterior de un personaje o los antecedentes de la acción.
- Destaca el empleo del monólogo interior (o estilo indirecto libre) para reproducir los pensamientos y sentimientos de los personajes, permitiendo al lector acceder a su intimidad.
- Galdós crea personajes complejos y evolutivos, auténticos seres humanos capaces de modificar su conducta, pensamientos y emociones a lo largo de la novela.
- Su entidad se refuerza por su reaparición en distintas novelas y por su interacción con personajes históricos reales de la época.
- Galdós muestra una especial curiosidad por psicologías complejas o singulares (personajes atormentados, idealistas, neuróticos, etc.).
Fortunata y Jacinta (Argumento Resumido)
Juanito Santa Cruz, joven de la alta burguesía madrileña, vive una aventura amorosa con Fortunata, una muchacha del pueblo, apasionada y vital, pero sin educación formal. Sin embargo, Juanito contrae matrimonio por conveniencia con su prima Jacinta, una mujer virtuosa y sensible, pero estéril. Santa Cruz mantendrá una doble vida, incapaz de renunciar a ninguna de las dos mujeres.
Jacinta representa la esposa legal, el orden burgués y la maternidad frustrada. Fortunata encarna la pasión, la fuerza vital y el amor incondicional y natural.
Fortunata tiene un hijo de Juanito. Tras diversas vicisitudes y relaciones (incluyendo un matrimonio infeliz con Maximiliano Rubín), y sintiéndose traicionada repetidamente por Juanito, Fortunata enferma. Antes de morir, entrega su hijo a Jacinta, en un acto de generosidad final.
Leopoldo Alas, «Clarín» (1852-1901)
Biografía
Nació en Zamora, pero su familia se trasladó a Oviedo en 1863. Allí estudió el bachillerato y la carrera de Derecho. Posteriormente, se doctoró en Derecho en Madrid, donde también cursó estudios de Filosofía y Letras. En Madrid, entró en contacto con importantes intelectuales de la época (Giner de los Ríos, Galdós) y comenzó su carrera como periodista y crítico literario en diversas publicaciones, firmando con el seudónimo ‘Clarín’.
Obtuvo la cátedra de Economía Política y Estadística en la Universidad de Zaragoza y, posteriormente, la de Derecho Romano en la Universidad de Oviedo, ciudad en la que se instaló definitivamente y donde compaginó su actividad docente con la escritura hasta su muerte.
Ideas y Crítica
Se identificó con los ideales del krausismo y el republicanismo. Su agudo sentido de la justicia y la verdad lo convirtió en un crítico implacable de los males de la sociedad contemporánea (la hipocresía, la mediocridad, la corrupción), lo que le granjeó numerosas enemistades.
Como crítico literario, fue uno de los más influyentes de su tiempo, contribuyendo al conocimiento y debate sobre el Naturalismo. Valoraba la libertad temática y la búsqueda de objetividad que este movimiento proponía para el estudio de la sociedad, aunque mantuvo una postura crítica e independiente.
Obra Narrativa
En sus cuentos y novelas cortas, Clarín transmite su concepción de la vida a través de la crítica social y política, a menudo mezclada con una profunda ternura y compasión hacia los seres más débiles y marginados. El humor y la ironía son recursos magistralmente manejados por el autor, junto con la capacidad para retratar personajes en su más íntima humanidad. Entre sus relatos más célebres destacan ¡Adiós, Cordera!, Pipá, Doña Berta, El dúo de la tos.
La Regenta
Su obra maestra, La Regenta (1884-1885), se desarrolla en Vetusta, nombre literario tras el que se esconde la ciudad de Oviedo. La novela es un demoledor retrato de la vida provinciana, revelando la mediocridad, la hipocresía y la falsedad de sus habitantes, cuyos valores morales y religiosos quedan profundamente cuestionados.
Argumento
Ana Ozores, una mujer bella, sensible y con inquietudes espirituales e intelectuales insatisfechas, vive frustrada en la opresiva ciudad de Vetusta. Está casada con Víctor Quintanar, antiguo regente de la Audiencia, mucho mayor que ella, un hombre bondadoso pero superficial y ajeno a las necesidades de su esposa.
En medio de la sociedad vetustense, Ana busca una salida a su vacío existencial. Se debate entre la influencia de su confesor, el ambicioso y manipulador Magistral Don Fermín de Pas, y la atracción por el donjuanesco cacique local, Álvaro Mesía.
La novela explora magistralmente temas como el adulterio, la frustración femenina, el choque entre espiritualidad y deseo carnal, la hipocresía social, el poder de la Iglesia y el caciquismo, a través de una compleja red de personajes y sus interacciones en un entorno asfixiante.
Estilo y Técnicas
El estilo de Clarín en La Regenta destaca por el detallismo descriptivo, casi pictórico, tanto de ambientes como de personajes, y la reproducción fiel de los distintos registros lingüísticos, incluyendo el lenguaje coloquial.
Los diálogos son fundamentales. Clarín utiliza diversas técnicas narrativas propias del Realismo y Naturalismo: el narrador omnisciente, que a menudo interviene con ironía; el estilo indirecto libre, que permite acceder a la conciencia de los personajes; y una minuciosa caracterización psicológica.