Características de los Fijadores en Histología
Los fijadores son cruciales en la preparación de muestras histológicas. A continuación, se detallan sus principales características:
- Velocidad de penetración: La rapidez con que el fijador penetra en el tejido es fundamental. Este factor limita el tamaño máximo de la muestra a fijar.
- Velocidad de fijación: Depende de las propiedades químicas del fijador y determina el tiempo necesario de contacto con el tejido.
- Endurecimiento: Los fijadores suelen endurecer los tejidos, variando según el tipo de fijador y el tiempo de exposición.
- Ósmosis y pH: Es crucial evitar cambios de volumen celular. Se deben usar soluciones tamponadas con pH y osmolaridad similares a los del tejido.
- Efecto mordiente: Algunos fijadores modifican químicamente las estructuras celulares para facilitar la unión de los colorantes, mejorando la tinción.
- Artefactos: La fijación puede causar alteraciones tisulares, como cambios morfológicos o cristalización de compuestos.
Misión de un Fijador
Un fijador tiene como objetivos principales:
- Prevenir la autolisis (degradación celular por enzimas propias).
- Proteger la muestra del ataque bacteriano.
- Insolubilizar los componentes celulares a estudiar.
- Preparar las estructuras para tratamientos posteriores (como la tinción).
- Evitar la disolución de compuestos en el fijador.
- Conservar o inducir reacciones químicas específicas.
- Mantener las propiedades físicas del tejido.
Efectos Indeseables de Algunos Fijadores
Algunos fijadores pueden presentar efectos adversos:
- Retracción de los tejidos.
- Formación de cristales precipitados.
- Endurecimiento excesivo de las muestras.
- Olor desagradable e irritación de piel y mucosas.
- Alteraciones moleculares significativas.
- Alteraciones ultraestructurales importantes.
Tipos de Fijadores: Físicos y Químicos
Fijadores Físicos
- Congelación rápida: Ideal para preservar características moleculares. La rapidez evita la formación de grandes cristales de hielo que dañan la estructura tisular.
- Criodesecación: Parte de tejido congelado, seguido de la sublimación del hielo (paso de sólido a gas sin pasar por líquido). Elimina el agua, previniendo reacciones químicas y preservando el tejido.
- Criosustitución: También parte de tejido congelado, pero el hielo se sustituye lentamente por una solución fijadora. Permite la fijación química sin deterioro del material congelado.
- Calor: Método antiguo, común en microbiología y frotis celulares. La fijación a la llama coagula rápidamente las proteínas. No se recomienda para tejidos vegetales por las alteraciones que produce en las paredes celulares.
Fijadores Químicos
Los métodos químicos emplean soluciones acuosas con moléculas fijadoras que establecen puentes entre las moléculas celulares, manteniéndolas en su sitio e impidiendo su degradación. Existen dos métodos principales:
Inmersión
Las piezas de tejido se sumergen en la solución fijadora. El espesor de la pieza no debe superar los 0.5 cm para asegurar una fijación adecuada antes del deterioro. El volumen del fijador debe ser 20 veces mayor al del tejido. Se debe controlar la osmolaridad y el pH (cercano al fisiológico). El tiempo de fijación varía según el fijador, pero generalmente hay un tiempo máximo que no debe excederse.
Perfusión
La solución fijadora se introduce a través del sistema circulatorio, alcanzando todas las células a través de la red capilar. Puede fijarse un animal completo (introduciendo el fijador por el ventrículo cardíaco) o un órgano específico (aislando la arteria principal que lo irriga). Es fundamental eliminar previamente la sangre con una solución de lavado oxigenada para evitar la formación de trombos. Se debe controlar la presión de la solución fijadora, que debe ser similar a la presión sanguínea normal. La mayoría de los fijadores son tóxicos; se deben seguir las indicaciones de seguridad para su manejo.
Importante: La manipulación de sustancias fijadoras requiere precauciones de seguridad debido a su toxicidad.