Filosofía contemporánea: Descartes, Kant, Hegel, Marx, Nietzsche, Freud


Descartes y el ser humano como voluntad y libertad

Su propuesta antropológica es un nuevo dualismo. El ser humano es una suma de sustancias distintas e independientes entre sí: res cogitans (pensamiento) y res extensa (cuerpo). Este dualismo presenta inconvenientes argumentativos que debían ser resueltos, de los que Descartes no era ajeno.

Descartes defiende un mecanicismo

El mundo es explicable con leyes y no finalidades. Lo que es explicable mediante leyes es determinado, y por tanto no tiene libertad. Entonces, si el ser humano es libre, ¿cómo explicar esa contradicción? El alma (ResCogitans) es inmaterial y por tanto no cae bajo parámetros del determinismo. El cuerpo (ResExtensa) funciona como máquina sometida a mecánicos.

La ResCogitans y ResExtensa son sustancias distintas e independientes entre sí. Entonces, ¿cómo explicar su interacción? Descartes es consciente. Ej: Siento dolor y a la vez soy consciente de ello

La solución cartesiana es poco satisfactoria: Descartes recurre a la fisiología. El alma se localiza en un lugar del cuerpo (glándula pineal – cerebro). Esta solución es insuficiente por 2 motivos:

  • Al situar el alma en el cuerpo, hay una incoherencia con su propia definición de ser humano.
  • No explica cómo se produce la interacción – no responde.

El ser humano como libertad y voluntad

Je pense, donc je suis (pienso, luego existo) es la formulación original cartesiana: El yo como expresión de lo auténtico del ser humano. Para Descartes, este yo es entendimiento y voluntad

La característica principal de la voluntad es la libertad, posible por la inmaterialidad de la sustancia pensante, y al mismo tiempo es una noción innata. Para él, la libertad posibilita que el ser humano alcanza la perfección

Kant y el ser humano como fin en sí mismo

Kant afirmó la imposibilidad de la metafísica como ciencia: No es posible conocimiento alguno de Dios, del mundo como totalidad, ni del yo.

Según Kant, esta disposición moral nos constituye a los seres humanos como personas, y ser persona implica que el ser humano es fin en sí mismo – esto significa que posee un valor absoluto, con independencia de cualquier circunstancia, por eso, es merecedor de todo respeto. Utilizar a las personas significa convertirlas en medios; instrumentalizarlas, y eso (según él) supone negarles su identidad. El ser humano no tiene precio – en eso consiste su dignidad.

El ser humano en la Filo. Contemporánea: INTRODUCCIÓN

La filosofía contemporánea en sus inicios quedó marcada por la propuesta filosófica de Hegel (Filo. Alemán del siglo XIX). Su obra significó el intento de una comprensión racional de toda la realidad, superando la propuesta kantiana.

La filo. contemporánea se caracteriza por desconfianza hacia ese poder de la razón como instrumento idóneo para explicar la realidad en su conjunto y con todas las posibles manifestaciones.

Autores como: Marx, Nietzsche, Freud resultarán significativos en este contexto. Serán considerados “filósofos de la sospecha” según el término de Paul Ricoeur, con el objetivo de demostrar lo que tienen en común: desenmascarar la falsedad de valores ilustrados de racionalidad y verdad

– Soren Kierkegaard, filo. danés es considerado el precursor del existencialismo. Su propuesta filo. supone una reacción contra filo. hegeliana al considerar que esta anulaba la singularidad del ser humano. En el s.XX, Jean-Paul Sartre (existencialismo) considerará esencial repensar al ser humano desde su propia existencia/individualidad

El empirismo y la identidad personal: Locke y Hume (1)

En 1960, empirista John Locke publica “Ensayo sobre el entendimiento humano”: Obra de contenido epistemológico, implicará una nueva manera de enfocar problema del hombre: Identidad personal

Como saber que hace que una persona sea una y la misma a lo largo del tiempo, con todos los cambios fisicos y psiclogicos? Como saber que soy yo? ¿Cómo saber quien soy?

Locke aborda la cuestión

1. Define al ser humano como persona

2. De esa definición extraerá elementos necesarios para posibilitar que nos reconozcamos como tal

“Persona es un ser pensante inteligente, dotado de razón y reflexión, y que puede considerarse a sí mismo como él mismo, como una cosa pensante en distintos tiempos y lugares”

Este reconocimiento de la identidad es posible gracias a la autoconciencia , a juicio de Locke anclada en la memoria

– Nuestra identidad queda asociada a persistencia de la memoria experiencial que guarda todo lo vivido

– Memoria es condición necesaria y suficiente para saber quienes somos

La propuesta de Locke tiene inconvenientes argumentativos como x ejemplo La amenaza del olvido. De todas formas, su propuesta será congruente con sus presupuestos epistemológicos -> Lo vivido nos constituye de manera propia y no una esencia o sustancia permanente

Con Hume -> Visión antropológica empirista y propuesta epistemológica alcanzará mayor radicalidad. Niega toda posibilidad de una identidad humana. Según él:

– Sobre la realidad: Se puede afirmar que tenemos impresiones e ideas, pero no que estas correspondan con la realidad. Esta no puede ser fundamentada

El empirismo y la identidad personal: Locke y Hume (2)

– Sobre Dios: No podemos afirmar su existencia ya que no es cognoscible. Ninguna impresión puede ser referida a Dios.

Por tanto, sobre la noción del yo: No podemos dar razón de él, ya que no tenemos ninguna impresión de nuestro yo como globalidad. No existe un yo como sustancia distinta a las percepciones. Hume afirma que la conciencia de un yo unitario es consecuencia de la memoria

Hume dice que nuestra identidad no es nuestra memoria. La memoria nos permite ver que tenemos identidad, pero no la produce. El motivo: Hume despoja al ser humano de cualquier característica distintiva. El yo no puede poseerse a sí mismo.

Definiciones

El existencialismo surge como toma de conciencia del valor que la vida individual posee. Ese valor se lo otorga el tiempo, y por tanto la esencia del ser humano se consigue viviendo la existencia individual

Sigmund Freud concibió al ser humano como un entramado de estructuras psíquicas que lo determinan, diluyen y lo dejan en una situación de inseguridad y de desamparo.

Propuesta antropológica de Descartes: El ser humano es una suma de sustancias distintas e independientes entre sí: res cogitans (pensamiento) y res extensa (cuerpo).

Marx y el ser humano en la colectividad

Marx, encamina la praxis -transformar el mundo- hacia un programa de transformación revolucionaria que propicie el advenimiento de un nuevo orden social, la sociedad comunista.

La primera etapa, para propiciar dicho advenimiento, consistía en destapar y neutralizar todas las alienaciones propiciadas por el modo de producción capitalista y que esclavizan al ser humano.

Marx distingue tres tipos de alienación: religiosa, económica e ideológica.

• Alienación religiosa: paradigma de toda alienación. La religión proyecta al ser humano hacia un «más allá» que lo aleja, irremisiblemente, de la verdadera realidad en la que se desenvuelve su vida, el «más acá».

• Alienación económica: el trabajo es la actividad que define al ser humano, su esencia. Trabajar es producir y producir es transformar la naturaleza. En esa transformación, el ser humano expresa lo más genuino de su ser. El trabajo humaniza, en cierta medida, a la naturaleza.

El capitalismo devalúa el trabajo del proletariado, ya que su resultado no le pertenece, sino que pasa a manos de los propietarios de los medios de producción, la burguesía. Por otra parte, transforma el resultado de dicho trabajo en mercancía y a esta en el objeto de su especulación para obtener mayores beneficios (plusvalías). De esta forma, el trabajo se opone a la propia realización y el proletario queda reducido a una cosa.

– Alienación ideológica: Marx entiende por ideología todo aquello que es producto de la conciencia: ideas, deseos, explicaciones de lo que acontece, etc. Estas construcciones son un mero reflejo de las condiciones materiales en las que se desarrolla la vida de cada ser humano. Por este motivo, para Marx las ideologías son formaciones nebulosas, fruto de unas mentes condicionadas por su situación social.

La sociedad comunista, una vez instaurada, liberará al ser humano de dichas alineaciones. En dicha sociedad, no habrá ni opresores ni oprimidos. Sí un Estado que garantice la propiedad colectiva de los medios de producción. En la sociedad comunista, la individualidad queda al servicio del bien de la colectividad.

Freud y lo inconsciente

Sigmund Freud concibió al ser humano como un entramado de estructuras psíquicas que lo determinan, diluyen y lo dejan en una situación de inseguridad y de desamparo. Analizó los fenómenos psíquicos de la mente y distinguió tres elementos: el ello, el yo y el superyó.

-Ello:Constituye la parte instintiva de la mente humana. Freud denomina «pulsiones» a este conjunto de instintos primarios. Esta configuración pulsional es inconsciente y, por tanto, irracional (todo aquello que es deseo, pasión, volición). El ello está regido por el «principio de placer»: busca todo aquello que le otorga deleite y rehúsa todo lo que le provoca displacer.

-Yo:Surge de la racionalización que la vida en sociedad nos obliga a realizar sobre ese «principio de placer». No es concebible una vida bajo los parámetros de este último, pues produciría, como mínimo, el rechazo absoluto de los demás. En el yo actúa el «principio de realidad», mediante el cual el hombre se adapta a las convenciones sociales, contrarias a los verdaderos deseos del ello. Aparecen así los «mecanismos de defensa», que, de manera inconsciente, elabora el propio

«yo» para sublimar las pulsiones.

-Superyó:Interiorización de esa sublimación, la apropiación de todas esas normas sociales y morales que configuran la vida en sociedad. Esta interiorización se torna inconsciente, ya que el hombre, al tratar de ser aceptado por los demás, anula sus pulsiones hasta tal punto que estas parecen haberse ocultado de manera definitiva.

Freud nos ofrece la imagen de un ser humano desvalido e incapaz de conocerse a sí mismo, pues su dimensión pulsional queda aprisionada por el «principio de realidad» y por las imposiciones sociales y morales. La verdadera dimensión de lo humano queda escondida bajo lo inconsciente.

Nietzsche, el superhombre y la voluntad de poder (1)

El superhombre es ese último hombre que contempla la muerte de Dios como oportunidad para crear nuevos valores, una moral de señores que desborde esas viejas nociones de bueno/malo (fundamentadas en lo racional y divino) por valores vitales y sensibles.

Frente al superhombre, contrapone Nietzsche a ese hombre sometido a la moral de esclavos, a la voluntad de verdad y a la negación de la vida terrenal.

Este hombre es un ser miserable, un ser a medio hacer entre la bestia y el superhombre. Esa posibilidad de transformarse en superhombre es, para Nietzsche, la única característica reseñable de ese hombre dominado por el resentimiento.

La voluntad de poder es la metáfora utilizada por Nietzsche para comprender el mundo, la realidad y al ser humano. La realidad, en su conjunto, es voluntad de poder. Suprimido Dios del horizonte vital y toda explicación metafísica (tradición filosófica platónica) y racional de ella (la ciencia), sólo cabe concebir el mundo como un conjunto de fuerzas contradictorias y desiguales que se enfrentan entre sí para afirmarse, para ser más. El mundo no es un cosmos, sino un caos, puro devenir. No alcanza nunca el equilibrio. Es esta voluntad de poder la que subyace en la imposibilidad de ofrecer una verdad sobre la realidad. Solo son posibles las interpretaciones, la perspectiva.

El ser humano, un componente más de esa realidad, es también voluntad de poder. Sus fuerzas contradictorias y desiguales son sus instintos, sus pasiones, sus deseos, sus razones… Estas fuerzas buscan también su afirmación, ese ser más. El ser humano, por tanto, no es tampoco un todo ordenado, sino un microcaos.

Nietzsche, el superhombre y la voluntad de poder (2)

La voluntad de poder humana se despliega en un continuo afán de superación -afirmación de la vida- queriendo y aceptando todo dolor y tragedia. La voluntad de poder queda explicitada por su querer. Un querer que se exterioriza en sus ansias de vivir, en su lucha por superar los obstáculos que la vida presenta y en la que se reconoce como individualidad que busca su propia afirmación y la fidelidad a sus propios planteamientos vitales.

La acción humana, regida por esa voluntad de poder, crea nuevos valores con ocasión de su actividad. Es bueno todo aquello que suponga ese sí a la vida, a la superación continua y sin atisbo de debilidad alguna. La voluntad de poder se sitúa más allá del bien y del mal.

Como define Locke al ser humano? “Persona es un ser pensante inteligente, dotado de razón y reflexión, y que puede considerarse a sí mismo como él mismo, como una cosa pensante en distintos tiempos y lugares”

Que es el superhombre de Nietzsche? El superhombre es ese último hombre que contempla la muerte de Dios como oportunidad para crear nuevos valores, una moral de señores que desborde esas viejas nociones de bueno/malo (fundamentadas en lo racional y divino) por valores vitales y sensibles.

Que es la voluntad de poder? La voluntad de poder es la metáfora utilizada por Nietzsche para comprender el mundo, la realidad y al ser humano. La realidad, en su conjunto, es voluntad de poder.

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