Causa
Aquel principio que produce un determinado estado, ser o suceso. La causa es lo que explica qué algo sucede o es de tal modo. No se trata de una mera relación, sino de que algo esté en función de otra realidad, de dar el ser a algo. Para que se dé una causación no basta con que un fenómeno preceda a otro. Más bien, por sus características, la causa es necesaria y suficiente para producir el efecto, siendo este consecuencia inevitable de la causa.
Aristóteles distingue cuatro causas:
- Material: aquello de lo que está hecho algo.
- Formal: aquello que un objeto es.
- Eficiente: aquello que ha producido ese algo.
- Final: aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a ser.
Podemos dividir las causas en:
- Intrínsecas: como la material y la formal, son principios que descansan en el propio ente.
- Extrínsecas: como la causa eficiente y final, se trata de principios exteriores al ente.
Naturaleza
La física trata de la sustancia, en cuanto en sí y por sí la capacidad de cambio y movimiento. Aristóteles la define como aquel principio de cambio o reposo para la cosa en la que está por esencia y no por accidente. Para él, todo ser natural, particular y en todo el Cosmos, pues para Aristóteles el cosmos es un organismo en el que todo obra hacia un fin. Se trata de una concepción teleológica del universo.
Aristóteles describe el movimiento en función de tres principios, presentes en todo proceso de cambio:
- Privación: la no tendencia de algo.
- Forma: es alcanzada a través del cambio.
- Sujeto: puede ser sustancia en los cambios accidentales o la materia prima en cambios substanciales.
Potencia y Acto
Potencia: capacidad de conseguir una determinada nota.
Acto: hecho de poseer ya una cualidad o condición, atributo o perfección.
Aristóteles define el movimiento como el paso de la potencia al acto. También, como el acto de un ser en potencia en tanto que está en potencia. Esto significa que el movimiento está en potencia; es el acto de aquel ser que está pasando de la potencia al acto en la medida en que está en potencia ese mismo acto.
Cada ser, en un momento concreto, posee unas características y propiedades que constituyen su acto y ese mismo ser en ese mismo momento posee unas posibilidades que puede desarrollar y que constituyen su potencia. El cambio se produce al convertirse en realidad lo que estaba en cada ser como posibilidad. Cuando lo que estaba como posibilidad se realiza, pasa al acto y cesa el movimiento.
Sustancia
Aquello que es necesariamente, o sea, lo que permanece inalterable a pesar de todos los cambios que puedan sobrevenir en sus atributos, características o propiedades. Así, la sustancia es el ser individual, concreto, único. La sustancia se diferencia de los accidentes (que serían las modificaciones del ser), esto es, sus características o atributos, en que aun cambiando estos, el ser o sustancia permanece inalterable. Por ejemplo: un individuo puede cambiar de color de pelo o perderlo, puede crecer, puede aprender francés, inglés o puede moverse, pero seguirá siendo el mismo individuo, el mismo ser.
Aristóteles hace una distinción entre sustancia primera y segunda. La primera es el individuo concreto, mientras que la segunda es la especie (forma) a la que pertenece dicho individuo, en este caso la especie humana.
Felicidad
Aristóteles centra su búsqueda en el fin que persigue el ser humano concreto, en su bien, en lo que todos persiguen en último término: la felicidad. A la hora de precisar qué significa felicidad ya no hay tanto acuerdo, pues para unos será una vida de placeres y para otros una vida de honores y riquezas. Sin embargo, para Aristóteles la única felicidad adecuada a la naturaleza del ser humano es ser racional. La felicidad consiste en la plena realización del ser humano, vivir según el fin para el que el ser humano está hecho, para su propia función.
Si el ser humano es el ser que tiene logos, el ejercicio de este será su función propia. La felicidad consiste en el tipo de vida adecuado al ser que posee ese logos. El tipo de vida supremo, porque depende de la parte más noble de la persona (la razón) y se ocupa de las cosas más nobles y altas (el ser en cuanto ser). La vida racional debe permitir dominar las pasiones y conseguir una relación amable con el mundo natural y social, por eso debe ser virtuosa. La vida feliz consiste en vivir bien y obrar bien.
Ser Social
Según Aristóteles, el ser humano es un ser social-político por naturaleza, pues tiene la tendencia natural a vivir con los demás. De hecho, es en una comunidad, en la polis, donde puede desarrollar sus capacidades intelectuales y morales y donde puede satisfacer sus necesidades económicas. Estar dotado de la palabra, del lenguaje, le confiere este status tan característico y lo diferencia de los animales y los dioses, quienes sí pueden vivir solos.
Esta concepción va ligada a su visión organicista de la sociedad: «El Estado es anterior por naturaleza a la familia y a cada ser humano tomado individualmente. El todo, en efecto, es anterior a cada una de las partes…». Así, al igual que un órgano aislado no tiene vida si no está en relación con el cuerpo, tampoco un individuo solitario la tiene si no es en relación con la comunidad.
ión con la comunidad.