El Método Cartesiano y la Búsqueda de la Certeza
Descartes decía que la filosofía antigua era un caos. Su obsesión era conocer las cosas por sí solo, no porque los demás lo dijeran o por tradición. Para Descartes, lo mejor habría sido usar la razón desde pequeños, pero al ser esto imposible, recibimos una educación. En cuanto llegamos a la madurez, empezamos a razonar, a dudar de las cosas y a buscar la realidad por nosotros mismos. Para haber un uso autónomo y eficaz de la razón, se necesita un método, un procedimiento para razonar.
La Certeza como Objetivo
Descartes tenía obsesión por el método. Decía que lo que él pretendía con el método no era conocer muchas cosas ni hacerlo rápido, sino ir poco a poco y seguro. Hay una obsesión por la certeza, por dar un conocimiento cierto y verdadero. Descartes será crítico con la lógica, ya que dice que solo explica las cosas de forma lógica. Como la filosofía es el árbol del saber, Descartes va a decir que todo usa la razón y hace falta un método para todos por igual. Él piensa que el método que haya que usar será el mismo para todas las ciencias, esto va en contra de Aristóteles y la escolástica.
El método cartesiano consiste en dos operaciones mentales:
- Intuición: Acto en que la mente capta inmediatamente una verdad.
- Deducción: Operación a través de la cual, a partir de unas ideas, derivamos otras, sacamos otras.
Kant: Juicios Analíticos, Sintéticos y la Moral
Teoría de los Juicios Analíticos y Sintéticos
Un juicio es una proposición o afirmación sobre algo. Las ciencias están compuestas por juicios. Hay tres según Kant:
- Analíticos a priori: En los cuales el predicado está comprendido en el sujeto. No son ampliativos, no amplían el conocimiento, sino que lo aclaran. Son explicativos y universales.
- Sintéticos a posteriori: Son extensivos, sí que amplían el conocimiento, aportan conocimientos nuevos. No son ni universales ni necesarios y dependen de la experiencia.
- Sintéticos a priori: Amplían el conocimiento, aportan nuevos conocimientos y no solo aclaran. Son universales y necesarios.
El conocimiento humano se divide en: estética, dialéctica y analítica trascendental.
Teoría Moral
Concepto de Razón Práctica y Ley Moral
La razón gobierna la acción y el pensamiento, gobierna mi comportamiento. Para Kant, la ley moral que debes hacer debe ser universal, que valga para todos, por ser ley. Si es universal, no se puede sacar de la experiencia. No se puede sacar una ley moral según la vida de cada uno, porque solo valdrá para unos pocos y no será universal, ya que la experiencia es siempre contingente.
La Voluntad Buena
Kant cree que lo único absolutamente bueno en sí mismo es la voluntad buena. Una buena voluntad es aquella que obra por el deber sin ninguna intención secundaria, llevada por el respeto de que hace lo que debe hacer. Si actúo bien por otro beneficio, mi voluntad no es buena. Actúas bien cuando actúas por el puro deber. El comportamiento humano actúa por el propio deber. Una voluntad santa sería aquella que quiere siempre lo que debe. El imperativo es la orden, la ley que nos dice qué debemos hacer y no coincide con la inclinación.
Anatomía Moral del Hombre
Kant habla de moral heterónoma, quiere decir que la razón está gobernada por los sentimientos, deseos y placeres que gobiernan al individuo. Si me dejo llevar por mis sentimientos, soy heterónomo. La auténtica autonomía es obedecer las órdenes de tu razón, yo me dicto las leyes de mi propio cuerpo. Las personas son fines y todo lo demás son instrumentos que ayudan al desarrollo de las personas. Las cosas tienen un precio relativo en virtud al fin que se use, mientras que las personas tienen un valor absoluto, dignidad. Para Kant, la libertad se da cuando la razón manda a mi voluntad y yo soy libre cuando me someto a la razón.
Postulados de la Razón Práctica
Un postulado es una exigencia racional que no es un conocimiento empírico de un hecho.
- Primer postulado: De la libertad. Si existe la ley moral, esto implica la libertad.
- Segundo postulado: De la inmortalidad. Por un lado, está lo que dice la ley y por otro lo que quiero. Como somos seres imperfectos, no coinciden y por eso somos coaccionados y lo vemos como una ley. Después de morir, debe existir el ser humano para alcanzar esa perfección final.
Tomás de Aquino: Conocimiento, Ley Natural y Política
Teoría del Conocimiento
El conocimiento es un concepto que vale para todos. Es la forma substancial universalizada por la mente humana. Hay tres niveles:
- El hombre concreto.
- En la mente solo existe el concepto de forma substancial universalizada.
- En las ideas: idea del hombre en abstracto.
Ley Natural
Es evidente, universal e inmutable.
- Evidente: No hace falta años de estudios, con tener sentido común, se respetarán y cumplirán esos principios.
- Universal: Los principios estarán en cualquier ser humano, vale para todo el mundo.
- Inmutable: No cambia, la forma substancial es eterna, no cambia.
Ley Positiva
Son las leyes que hacen, de hecho, los humanos, los gobiernos. La ley positiva se deriva de la ley natural del tercer principio. La ley positiva no puede ir en contra de la ley natural y si lo hace, es una ley injusta, no será legítima. Si no es justa, no debe ser obedecida. Esta postura se llama iusnaturalismo. Lo contrario a esto es el positivismo legal. En la Ilustración, se recogen los diferentes pensamientos y el puente de esto será John Locke.
Ley Divina
Es la ley revelada por Dios. En esto, Tomás no tiene una ética racional. En esta ley, hay que hacer no solo lo que te dice la ley natural, sino lo que te diga Dios. No se alcanza por la razón. La ley natural, si la sigues, te va a permitir llevar una vida bien, buena. La ley divina está por encima de la natural porque es revelada.
Teoría Política
Santo Tomás distingue el poder político y el poder religioso. El poder político es natural, su fin es que la gente tenga una vida buena. El poder religioso contiene a la Iglesia, su fin es la salvación de los hombres, administrar la gracia. Para Santo Tomás, la mejor forma de gobierno será la monarquía, sujeta a las leyes. Todo poder político tiene que tener como objetivo el bien común.