Filosofía del siglo XX: Existencialismo, Marxismo y la Escuela de Frankfurt


El Existencialismo y la Búsqueda de Sentido

La corriente filosófica del existencialismo surge durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) como respuesta a las atrocidades que sacuden la conciencia occidental. Se opone a la idea de «esencias» universales en los individuos, buscando una existencia concreta y singular. Utiliza el análisis fenomenológico para explorar la experiencia humana, a menudo de manera pesimista. Después de la guerra, se refleja en la literatura y el cine como una existencia marcada por lo «absurdo».

Martin Heidegger y el Ser

Martin Heidegger, influyente filósofo existencialista, utiliza el método fenomenológico para explorar «el ser de los entes» como único tema filosófico. Concibe el ser como previo al ente y lo más universal e indefinible de los conceptos. Considera que la filosofía ha perdido el sentido del ser, que solo el ser humano puede recuperar al manifestarse en él. En su análisis de la existencia, destaca la relación del humano con el mundo, la interacción social, la apertura hacia el futuro y la preocupación como síntesis de las relaciones. Intenta establecer el «fundamento ontológico último» basado en el saber de la muerte, pero persiste la cuestión fundamental sobre la preferencia del ser sobre la nada.

Simone Weil: La Luz y la Gravedad

Por otra parte, cabe destacar a la filósofa francesa Simone Weil (1909-1943). Cree que la luz y la gravedad rigen al ser humano. Por ello, la ciencia debería centrarse en el Bien y no en el poder o utilidad, que la han convertido en un instrumento de opresión.

Hannah Arendt y la Banalidad del Mal

En este fragmento de Hannah Arendt, la autora trata el concepto de la “banalidad del mal” con respecto al proceso de Adolf Eichmann en Israel. Según Arendt, este teniente realizó atrocidades durante la guerra porque no pensaba por sí mismo, tan solo seguía órdenes. Esto no significa que sus acciones fueran aceptables, sino que nos demuestra que la ausencia de reflexión puede tener las peores consecuencias imaginables.

La “banalidad del mal” es un concepto creado por Hannah Arendt para definir las acciones con efectos dañinos o amorales que se han realizado sin pensar o sin un juicio propio. Esta “normalización” del mal demuestra que este no se escapa de la condición humana.

Con esta frase Arendt se refiere a que el caso de Eichmann mostró al mundo el peligro de seguir órdenes y perder la libertad del pensamiento individual. No explica por qué el teniente se sometió a estas órdenes ni lo justifica, pero sí nos enseña a mantener nuestro propio criterio.

Marxismo en el Siglo XX: De la Teoría a la Práctica

Marx influyó en el siglo XIX con su crítica al capitalismo que se ha aplicado a la práctica política en el siglo XX. En el siglo XX, inspiró movimientos obreros y partidos comunistas. Surgieron diversas interpretaciones de su obra. Intentos de aplicar el comunismo en países como la URSS, Cuba y China resultaron en dictaduras totalitarias.

La Escuela de Frankfurt: Crítica y Alienación en la Sociedad Contemporánea

La Escuela de Frankfurt, compuesta por pensadores alemanes judíos exiliados a los Estados Unidos durante el nazismo, desarrolló la teoría crítica a partir del marxismo. Destacan por priorizar la razón para la libertad, criticar el positivismo y conectar la teoría con la acción política. Abogan por la emancipación a través de la teoría práctica, reconociendo que la lucha proletaria no supera la alienación, que persiste en la sociedad contemporánea en formas como la adicción a la tecnología, el consumismo y el deterioro medioambiental.

Figuras Clave y Temas Centrales

La Escuela de Frankfurt, con figuras como Max Horkheimer y Theodor Adorno, analiza la sociedad capitalista, destacando la opresión, el lucro y la instrumentalización de la razón para dominar la naturaleza. Adorno señala una pérdida de confianza en la razón y la verdad, enfocándose en la funcionalidad económica y considerando a los medios de comunicación como propagadores de ideología.

Herbert Marcuse de la Escuela de Frankfurt señala la represión de los instintos humanos en la sociedad contemporánea, donde el progreso tecnológico no resuelve el malestar ni la alienación laboral. Jürgen Habermas, otro miembro, critica el marxismo por su idealismo y por su análisis limitado de las condiciones materiales.

La Estructura de la Realidad Social

El texto analiza la estructura de la realidad social, señalando las relaciones de producción y el trabajo como elementos fundamentales que determinan la infraestructura económica. Sobre esta base se erige la superestructura política e ideológica. Los conflictos entre estas relaciones y las fuerzas productivas pueden desencadenar revoluciones sociales que impactan en la superestructura.

Modos de Producción y Revolución Social

Marx argumenta que el modo en que se producen los bienes esenciales determina el contexto político e ideológico de la sociedad. Las fuerzas productivas y las relaciones de producción configuran una infraestructura social que influye en la superestructura social.

La revolución social es el paso de un modo de producción (en la historia ha habido cuatro: esclavista, asiático, feudal y capitalista) a otro. Esto ocurre cuando hay un avance tecnológico que desarrolla las fuerzas productoras.

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