Modo Racional Sócrates:
se construyen fundamentalmente como contraposición a la sofística. Según él, con la labor relativizadora y retórica de los sofistas, y eso estaba corrompiendo a la sociedad. Por este motivo quiere retomar la búsqueda del conocimiento verdadero. No obstante, a diferencia de los presocráticos, Sócrates cambia el foco de atención: ya no se interesa por los asuntos de la fisis, sino por los de la polis.
Establece un método: A)
El método socrático se basa en el diálogo, convirtiéndolo en una búsqueda colectiva de la verdad. Estaba convencido de que cada hombre posee dentro de sí una parte de la verdad, pero para descubrirla necesita la ayuda de los otros. Se parte así de la suposición de que nadie, posee la verdad y de que ésta no puede ser encontrada de forma individual. De ahí el sentido de la sentencia socrática «sólo sé que no sé nada», ya que quien cree no saber todo está en disposición de tratar de descubrirlo. Su método consistía en dos pasos, el primero de ellos la ironía, el segundo la mayéÚtica. Sócrates comienza haciendo preguntas a su interlocutor para que logre reconocer su propia ignorancia. Abrumado por las dudas generadas por las preguntas de Sócrates, el que se creía sabio sobre un asunto termina accediendo a: no sabe nada. A partir de este
momento, Sócrates recurría a una estrategia inductiva, la mayéÚtica.
B) Este método no solo era sabio sino también ético, ya que Sócrates afirmó que el conocimiento y la ética, el conocimiento y la virtud, están íntimamente conectado: si se conoce el bien, se hace; si se ignora, difícilmente se puede hacer el bien. Sólo los ignorantes actúan perversamente, porque si supieran lo que es bueno se comportarían en consecuencia. El orden moral. Por tanto, para Sócrates, Verdad y Bien son lo mismo. Esta doctrina se conoce como la del intelectualismo moral. En este contexto, la felicidad surge cuando conocemos/realizamos la virtud o la justicia.
Parménides era natural de Elea, al sur de la actual Italia, que en el aquel entonces formaba parte de la Magna Grecia. Además de filósofo, Parménides fue un legislador de Elea. Muy probablemente su iniciación a la filosofía la hizo entre grupos pitagóricos, pero los abandonó para fundar su propia escuela y desarrollar una filosofía propia. La suya es una de las reflexiones más profundas del pensamiento griego.
El ser y sus carácterísticas
Parménides dedujo asimismo una serie de carácterísticas del Ser. Tengamos en cuenta que el vacío o la nada son sinónimos de no-ser. Así, según Parménides, el ser (lo que es) no puede provenir de (ni devenir en) otro ser o la nada. Tampoco puede haber otro(s) ser(es), ya que habría un vacío que los separara, y como no existe vacío, el ser no puede moverse o cambiar de posición.
Por tanto, el Ser parmenídeo:
A) Ha de ser eterno (inengendrado e imperecedero);
B) ha de ser continuo e indivisible, esto es, único, ya que el ser es todo uno;
C) es inmóvil; y
d) homogéneo. O sea, es todo igual y completo por todas partes. Parménides imagina el Ser esférico por ser parejo desde el centro en todas direcciones, y porque encuentra sus límites de un modo uniforme. Existe otra cuestión, la de la finitud/infinitud, que fue motivo de debate entre la escuela eleática y los pitagóricos, en la que no entraremos en esta ocasión.
LOS PLURALISTAS
Hasta ese momento, el pensamiento presocrático se centraba en la búsqueda de un solo arjé. Frente a esta visión monista del cosmos, se comienzan a formular sistemas pluralistas, donde varios elementos entren en, más o menos, igualdad de condiciones a conformar el origen y el desarrollo del universo. El monismo se había topado con la dificultad de explicar el devenir (cosa que evidencia Parménides) y estos sistemas pluralistas van a tratar de enfrentarse a esta dificultad explicando la transición entre los distintos elementos esenciales del universo.
Los autores más reconocidos de entre ellos son Empédocles de Agrigento (492-432 a. N. E. Aprox.), quien habla de la fuerza Amor/Discordia para animar los cuatro elementos originales; Anaxágoras (500-428 a. N. E. Aprox.), quien aseguró que toda la materia estaba formada por semillas ordenadas por una inteligencia (nous) separada de ellas; o Demócrito de Abdera (460- 370 a. N. E. Aprox.), padre del atomismo, que postula la existencia de átomos que se mueven mecánicamente por lo vacío.
TALES DE MILETO (630-545 A. N. E. APROX.)
Tales fue un ingeniero de Mileto, seguramente de orígenes fenicios. Se formó en Egipto y Oriente Medio, donde la astronomía, la aritmética y la navegación estaban muy avanzadas. Se le considera uno de los siete sabios de la antigua Grecia, aunque tiene fama de sabio distraído. Nos encontramos con un hombre más de ciencia que de filosofía teórica. Fue capaz de predecir un eclipse solar y de calcular equinoccios y solsticios. También se le atribuye el descubrimiento de la Osa Menor, así como la implantación de varios teoremas matemáticos. No obstante, al parecer, no escribíó ningún libro.
Uno de sus mayores legados al mundo heleno fue el concepto de ciclo. Al introducir los cálculos astronómicos, geométricos y matemáticos, las visiones cosmológica y cotidiana variaron. El cosmos comenzó a entenderse como un círculo celeste que repite continuamente su movimiento; un círculo celeste igual a sí mismo, que no cambia, y que hace posible el cálculo de coincidencias a partir de las cuales se construye el tiempo histórico y se fija el calendario. Así, en la Tierra también se pueden calcular estas coincidencias cíclicas observando la proyección del cosmos a través de sombras. Gracias a este procedimiento geométrico, si se sabe calcular, es posible predecir en cualquier lugar de la tierra lo que antiguamente era considerado un hecho divino.