y la Iglesia.Tras el fracaso de la reforma constitucional ultraconservadora del gobierno de Bravo Murillo(1851-52). La sucesión de gobierno tras gobierno moderado, cada vez más ineficientes, terminó con la uníón de progresistas y demócrata contra el gobierno a través del pronunciamiento militar. Su triunfo significó el comienzo del Bienio Progresista.
Bienio Progresista 1854-56:
El llamado Bienio Progresista comenzó con la revolución de 1854 (no fue más que un Golpe de Estado que triunfó gracias al respaldo popular). El general O`Donnell protagonizará la llamada Vicalvarada, pero pese a su fracaso se publica una proclama ( Manifiesto de Manzanares)
Que consiguió un respaldo masivo y provocará la revolución. Era básicamente el programa de progresistas y demócratas. El Golpe de Estado triunfó e Isabel
II mandó formar gobierno al general Espartero. En las nuevas elecciones a Cortes Constituyentes aparecíó una nueva fuerza política, la Uníón Liberal, surgida por parte de los moderados aperturistas, (cansados de la corrupción y del conservadurismo de su partido) y junto con progresistas cercanos al moderantismo. Tendrá a O`Donnell y como un partido con vocación de centro aunque terminará evolucionando hacia un partido conservador con formas centristas. Una nueva constitución era necesaria a ojos del progresismo necesitado de una constitución que recogiese su totalmente su pensamiento político, la Constitución de 1856.
Sus principios básicos eran: defensa de la soberanía nacional, declaración de derechos y libertades precisa y detallada, limitación de los poderes de la corona y el gobierno, retomándose un Senado elegido por sufragio. La constitución nunca llegó a tener vigencia.
Las principales reformas legislativas del bienio fueron:
1a Ley de Desamortización General (el ministro Hacienda, Pascual Madóz ) declaraba la venta en subasta pública de toda clase de propiedades rústicas urbanas que pertenecían al Estado, al Iglesia y a los municipios (propios y baldíos). Buscaba terminar el proceso iniciado por Mendizábal en 1836. 2a Ley General de Ferrocarriles, cuyo objetivo era promover la construcción ferroviaria hasta entonces inexistente, a través de ventajas fiscales, subvenciones y protecciones de gobierno. 3a Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias, que contribuyó a facilitar la inversión ferroviaria y prometíó surgimiento de un mercado financiero moderno. El contrapunto del bienio fue el permanente clima de conflictividad social (el alza del precio del trigo, etc.) En los primeros meses de 1856 se sucedieron violentos motines en el campo castellano (incendios de fincas y fábricas) cada vez reprimidos con mayor brutalidad. La Reina aceptará la dimisión de Espartero y encargará el gobierno al general O`Donnell y a la Uníón Liberal.
Segundo Periodo Moderado: 1856-68:
Tras un breve gobierno de O`Donnell, Isabel II encargó formar gobierno Narváez.
Se volvía una política claramente conservadora apoyada por el trono pero con un tibio respaldo en las Cortes. Además mantenerse la legislación financiera del periodo anterior, se desarrolló una importante labor legislativa cuyo ejemplo más importante fue la Ley de Instrucción Pública o Ley Moyano.
En 1858 la reina llama a formar gobierno a O`Donnell.
Todo su programa político consistirá en: disfrute del poder, salvaguarda obsesiva del orden, ambición de hacer más eficaz la administración. Se emprenderá una política exterior activa y agresiva, para desviar la atención de los españoles de los problemas internos exaltan el nacionalismo. A lo largo del Siglo XIX España no había de una política exterior seria y era considerada por los demás países europeos como una potencia en decadencia. Por estos motivos sus relaciones exteriores estarán manejadas según los intereses de otras potencias. Se intervendrá en cinco conflictos bélicos:
1) Intervención hispano francesa a Indochina.
2) La guerra contra Marruecos.
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3) Intervención en la expedición a México.
Franceses, ingleses y españoles.
4) Otras intervenciones serán la fallida recuperación de Santo Domingo o la guerra contra Perú y Chile.
A mediados de 1863 la Uníón Liberal se descompónía, mientras que demócratas y republicanos aumentaban su peso político y social. A ello se sumó de forma decisiva las crisis económica y social. Paulatinamente ese descontento político se generalizó ante la ineficacia de los sucesivos gobiernos y la actitud cada vez más autoritaria de Narváez y O`Donnell. Como ejemplo esta situación se darán levantamientos estudiantiles con su correspondiente represión (1865 la matanza de la noche de San Daniel)
. El intento más serio de sublevación militar será el de los sargentos del cuartel de San Gil, pero fue rápidamente reprimido. A estos siguieron una ola de protestas por todo el país, respondida con una represión indiscriminada. En 1866, meses después de la sublevación de San Gil, progresistas, demócratas y republicanos firmarán el llamado Pacto de Ostende, por el que se comprometían al destronamiento de la reina (a la cual consideraba principal responsable de la situación) y a la convocatoria de Cortes por sufragio universal. Tras la muerte de O`Donnell la propia Uníón Liberal se unirá al pacto, dejando al torno apoyado únicamente en los moderados.