1. Emerge una meseta, se forma una península, surgen unas islas
La configuración morfotopográfica del territorio español: una piel de toro elevada en altitud. Como vimos en el tema anterior, la Península tiene, a grandes rasgos, la forma de una piel de toro extendida, tal y como la describíó Estrabón, un geógrafo griego de la Antigüedad. Pero aún admitiendo esta similitud, es preciso resaltar que se trata de una piel de toro un tanto peculiar dado que, si seguimos esa misma comparación, la mencionada piel no se halla extendida de una forma completamente plana. Sin embargo, el territorio peninsular se encuentra bastante elevado, pues la mayor parte del mismo posee una altitud superior a los 650 metros. De hecho, España es el quinto país más montañoso de Europa tras Suiza, Liechstein, Austria y Andorra. Y las islas tampoco son muy bajas que digamos. Por el contrario, en Canarias, concretamente en la isla de Tenerife, se encuentra la máxima altitud de España, el Teide, con 3.718 metros de altitud. Las Baleares no poseen tanta altitud, ya que su máxima elevación es el Puig Major con «solo» 1.445 metros. Al conocimiento y el estudio de las carácterísticas, disposición y formas del relieve le denominan los geomorfólogos (que son los geógrafos especializados en el estudio de las formas del relieve) la configuración morfotopográfica del territorio
.1.1. Formación y evolución del relieve
¿Cómo se forma el relieve? Para poder familiarizarte con el relieve de España es preciso que conozcas previamente cuáles son, con carácter general, las estructuras más elementales que componen el mismo. La estructura se define como la forma en la que se dispone el relieve, así como los materiales que lo componen. Los tipos de estructuras más importantes son los siguientes: – Las horizontales,como son las grandes cuencas sedimentarias, las campiñas, los páramos, las mesas, etc. – Las inclinadas, como son los relieves en cuesta típicos de la Meseta. – Las plegadas, sobre materiales blandos, que dan lugar a relieves conocidos con nombres muy carácterísticos, como el jurásico o el apalachense. – Las falladas, cuando los materiales sobre los que tienen lugar son muy duros, y por tanto no se pliegan. Es el caso de los relieves con bloques levantados o Horsts, y los relieves con bloques hundidos o fosas.
2. Un paisaje variado
Los materiales y la litología: silicatos, calizas, arcillas y rocas volcánicas. En España existen cuatro grandes tipos de materiales litológicos. La España silícea: Está compuesta por materiales muy antiguos que son en general de una gran dureza. Es el caso del granito, la pizarra, el gneis, el cuarzo y otras rocas de una gran antigüedad. Se sitúan en la vertiente occidental de la península (Galicia, Sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena, etc.). La España caliza: Son materiales de origen sedimentario, que posteriormente se han visto plegados y se han endurecido mediante la acción de elementos externos. En ellos predominan materiales como la propia caliza, fundamentalmente, pero también se incluyen en este apartado otros como las margas, las areniscas o los yesos. Aparecen en zonas como los Pirineos, el Sistema Ibérico o los Sistemas Béticos, dando lugar a una forma carácterística que se conoce como la Z invertida. La España arcillosa: Los materiales que la componen son recientes y son muy blandos y moldeables. Generalmente se encuentran en las cuencas de los ríos donde se depositan mediante arrastre y sedimentación. Es el caso de las cuencas del Duero, el Guadalquivir o el Ebro, aunque se pueden encontrar también en las llanuras costeras, como sucede en la Levantina. La España volcánica: En cuanto a extensión, es la menos representativa de todas ellas. No obstante, existen lugares en los que se encuentra este tipo de material, por ejemplo en el Cabo de Gata en Almería, el Campo de Calatrava en Ciudad Real u Olot en Gerona. Sin embargo, el territorio con materiales volcánicos más representativo es sin duda el de las Islas Canarias.
2.1. Los tipos de paisajes y los relieves
En España existen muchos tipos de relieve, de ahí que debamos seleccionar los más comunes o los más importantes como ejemplos de un paisaje que es mucho más complejo. Entre ellos distinguimos algunos como el modelado granítico, el kárstico, el volcánico, el glaciar, el eólico o el de cárcavas y barrancos. El granítico se observa en terrenos donde abunda este material. Las formas resultantes de la erosión del granito son muy carácterísticas y espectaculares: las rocas caballeras, los ríos de piedras, los berrocales o los domos, son propias de este tipo de modelado.
El kárstico se encuentra sobre materiales calizos en los que la erosión del agua de lluvia ha actuado
modelando el paisaje de una forma muy curiosa y carácterística. Las cuevas, simas, dolinas, uvalas, poljes, torcas, lapiaces o las hoces son típicas este modelado del relieve.
El volcánico tiene lugar, obviamente, sobre materiales arrojados por los volcanes. En él podemos encontrar coladas o mantos de lava (denominadas malpaís), conos, calderas, pitones, también llamados roques en Canarias. El glaciar aparece en las cumbres de las altas montañas o en aquellos lugares que durante las glaciaciones sufrieron de forma directa la erosión de los hielos. Allí se encuentran circos, lagos, valles o morrenas de origen glaciar. En estos lugares, la gelifracción, o rompimiento de las piedras a causa del agua que se congela en sus grietas, modela de forma carácterística el paisaje. El eólico es el paisaje formado por el viento. Este actúa sobre materiales finos que son fácilmente
transportables, dando lugar a paisajes típicos en los que abundan las formaciones de dunas, que a su vez pueden ser de muy diferentes tipos. El de cárcavas o barrancos, genéricamente denominado de Bad Lands (Tierras malas, en inglés), es propio de zonas fácilmente erosionables en las que la fuerza del agua arrastra a los materiales formando profundos surcos en el terreno.
El paisaje kárstico
El paisaje kárstico es la consecuencia de la acción erosiva del agua de lluvia sobre la roca caliza,
desgastándola y dando lugar, en función de sus diferentes carácterísticas, a una serie de formas muy
llamativas y en ocasiones de gran espectacularidad.
El paisaje granítico y las rocas caballeras
El granito, al igual que la roca caliza, al ser sometido a la acción erosiva de la lluvia y del hielo, termina por fracturarse dando lugar a unos paisajes caracterizados por unas formas muy curiosas. El granito es una roca de carácter cristalino que al erosionarse genera unos bloques o bolos que en ocasiones
adoptan un modelado típico.
2.2. Las grandes unidades morfoestructurales
Se distinguen cuatro grandes apartados. Son los siguientes:
La gran Meseta Central, que al ocupar el centro de la península estructura y dispone la forma del resto delrelieve peninsular.
Las cordilleras circundantes, que son los rebordes de la Meseta. En ellas distinguimos el Macizo Galaico, los Montes de León, la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y Sierra Morena.
Las unidades exteriores o periféricas, que se pueden subdividir en grandes arcos montañosos, como los Pirineos y los Sistemas Béticos, y depresiones interiores, entre las que destacan la del valle del río Guadalquivir y la del valle del río Ebro.
Los archipiélagos Balear y Canario, así como las otras unidades ajenas a la Meseta, bien sean las islas del mar de Alborán o bien las ciudades autónomas del norte de África
Meseta
: Forma del relieve que ocupa una gran superficie y que está poco accidentada. Por lo
general suele estar al menos a una altitud 300 metros más elevada que las regiones que la
rodean.
Penillanura: Superficie aplanada por la erosión que, tal y como su propio nombre indica,
forma una «casi llanura».
Llanura: Extensión de terreno en la que no aparecen ni elevaciones ni depresiones.
Cordillera: Conjunto de montañas o de sierras enlazadas entre sí.
Sierra: Parte de una cordillera.
Sistema: Conjunto estructurado de cadenas de montañas interrelacionadas
3. La Meseta Central La gran Meseta Central de la península: una plataforma llana y elevada
Carácterísticas generales de la Meseta
Esta se sitúa en tornoa los 650 – 660 metros, aunque existe una acusadadiferencia entre la Meseta norte o septentrional, cuyaaltitud media es de unos 700 – 800 metros, mientras que en la Meseta sur o meridional la altitud media oscila entre 500 – 600 metros.
La evolución de la Meseta a lo largo de su historiageológica es también muy significativa. De todas las unidades de relieve que existe en España es, con diferencia, la más antigua. Sus orígenes se remontan a la era Primaria, cuando durante el período carbónífero (que se inició hace unos 360 millones de años) surgíó el zócalo del macizo hespérico, durante la orogenia Herciniana a finales del período pérmico hace unos 250 millones de años.
La división de la Meseta
Comenzaremos con el análisis de la primera de ellas, la Meseta norte. Se trata de una gran cuenca sedimentaria que se ha rellenado a partir de la era Secundaria con el depósito de materiales erosionados por el río Duero en las cabeceras montañosas donde nace su corriente y la de sus afluentes. Su altitud media es bastante elevada, pues supera los 700 metros, siendo en la parte oriental de unos 800 metros, mientras que en la occidental desciende hasta unos 600. Esto se debe a que va descendiendo progresivamente desde las estribaciones del Sistema Ibérico, hasta las llanuras litorales Atlánticas en Portugal. Este basculamiento adopta en general una posición que va desde el nordeste hacia el suroeste.
La Meseta sur o meridional: las cuencas del Tajo y del Guadiana
El Sistema Central es la cordillera que separa a la submeseta norte de la submeseta sur. Su posición central dentro del conjunto de la Meseta le otorga esa denominación tan carácterística.
Su longitud es considerable, pues se extiende de este a oeste a lo largo de unos 700 kilómetros. Su altura máxima es el Pico Almanzor, con una altitud de 2.592 metros. El Sistema Central se caracteriza por estar configurado por una serie de sierras como las de Béjar, Gata, Peña de Francia, Guadarrama, Navacerrada o Somosierra, jalonadas por una serie de pasos o puertos de montaña. En ellos hay que destacar relieves graníticos tan interesantes como los de la Pedriza del Manzanares o el modelado glaciar, como sucede con el circo de la laguna de Peñalara, pico que alcanza los 2.430 metros de altitud.